miércoles, 17 de octubre de 2012

Cuando el todo no es mucho más que la suma de las partes

En un trabajo sobre la rentabilidad de las empresas de capital riesgo (venture capital) se concluye que “performance seems to be almost entirely attributable to the partner and firm characteristics seem to matter little in venture capital investing”, es decir, que el “capital organizativo” no es muy valioso en relación con el capital humano individual. Uno vale lo que vale esté en una empresa o en otra. La cuestión se plantea en todas las organizaciones que son intensivas en uso de capital humano como las consultoras o los despachos de abogados o las universidades. Si ocurriera lo mismo en las universidades, los profesores de gran nivel brillarían igual en una universidad de primera (donde están rodeados de colegas igualmente brillantes, tienen menos clases que dar y mejores medios) que en universidades mediocres. Y no al revés. Y, en relación con los abogados, el valor de la marca sería reducido frente al valor de los abogados que, en cada momento, forman parte del mismo.


Naturalmente, una organización puede especializarse en atraer y seleccionar a los mejores profesores, abogados o inversores y alcanzaría los primeros puestos en cualquier clasificación – y se mantendría en los primeros puestos – gracias, únicamente a que tiene procesos de selección adecuados y sistemas de incentivos como para mantener en la organización a los individuos brillantes.
¿Lecciones para este tipo de organizaciones? Invertir mucho en selección y carrera; facilitar la vida a los individuos más productivos y poner en marcha un sistema de incentivos que permita retener a los talentosos. Por el contrario, invertir en “capital organizativo” no parece muy rentable. Y crecer es una estrategia con límites que se alcanzan rápidamente. Los despachos de abogados y las universidades pueden ser algo más grandes que las empresa de capital riesgo. Pero es difícil obtener economías de escala más allá de unos pocos miles de abogados en todo el mundo como es difícil que una universidad, por muy prestigiosa que sea en su sede original pueda crear “sucursales” como McDonalds abre franquicias.
Is a VC Partnership Greater Than the Sum of its Partners? Michael Ewens Matthew Rhodes-Kropf, Harvard Business School, abril 2012.

1 comentario:

paola dijo...

realmente tenes razón es difícil abrir sedes como lo hace la empresa. mc donalds tiene por todo el mundo, desde europa hasta el mcdonalds en la plata. pero estaría bueno que haya mas universidades. incentivaría más

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