lunes, 17 de octubre de 2016

Lecturas recomendadas

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Lo mejor que se ha escrito sobre el intento de golpe de Estado en Turquía y los tres centros de poder: Gülen, secularistas y Erdogán 

 

Recensión del libro de Joseph Henrich, The Secret of Our Success

“La carga de la prueba de una afirmación extraordinaria debe ser proporcional a su extravagancia” Pierre-Simon Laplace

 

La democracia directa ataca de nuevo

Los referéndum no traen casi nada bueno y mucho malo. 

 

Los pobres no quieren más gasto en educación. Quieren más transferencias de dinero

“Planteamos la hipótesis según la cual en países en vías de desarrollo que son democracias, se puede invertir menos en educación porque los votantes pobres, cuyo voto es decisivo en las elecciones prefieren que el Estado destine recursos a otros fines distintos de la educación. Una posible explicación es que los votantes de bajos ingresos prefieren que el gasto público sea redistributivo, es decir, favorecen los programas públicos que incrementen directamente sus ingresos en el corto plazo, como los programas de rentas mínimas o pagos en dinero a los pobres”

 

Peter Temin y la trampa malthusiana aplicada al crecimiento económico en la antigua Roma

La Economía romana podría haber escapado parcialmente a la trampa malthusiana (sociedades condenadas a no salir de los niveles de subsistencia económica) gracias a la industria del lujo y a su elevado nivel de urbanización, cuestiones que Temin no analiza en su magnífico libro sobre Roma.

Los rasgos del comercio en Roma comparados con la Edad Moderna

Bang afirma que la Europa de la Edad Moderna no es una buena analogía con la Economía del Imperio Romano, al menos, en lo que al entorno institucional se refiere. Señala que la diferencia fundamental se encuentra en que Europa, en la Edad Moderna, se caracterizaba por una intensa competencia entre Estados. Esta competencia llevó a los Estados a intentar conseguir cada vez más recursos financieros, porque sus ingresos fiscales no eran suficientes para cubrir sus necesidades de gasto (militar, sobre todo), lo que condujo a que los gobernantes se aliaran con comerciantes, banqueros y con las élites económicas urbanas. De manera que los comerciantes jugaron un papel mucho más relevante en la Europa de los siglos XVI y XVII que en la antigua Roma. Y pudieron extraer privilegios políticos e influir en las políticas públicas, sobre todo asegurándose protección frente al Estado que no era posible obtener en los grandes imperios agrarios como China, la India mughal o Roma. 

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