domingo, 27 de noviembre de 2016

Tweet largo: la irracionalidad en la discusión, a menudo, proviene de ignorar las relaciones de causalidad

image
Un pelotón dirigido por Raúl Castro fusila -por error, sólo querían asustarlo- a un supuesto espía
Tengo un seguidor en twitter con el que me resulta imposible discutir, a pesar de que no se limita a soltar improperios. Pretende aducir argumentos en contra de cualquier afirmación que yo realice. He terminado por no contestarle con lo que, me temo, he contribuido a reafirmar que consigue “ganar” en la discusión. Pero, naturalmente, a mi juicio, no lo hace. Simplemente, me resulta imposible explicarle por qué sus argumentos no valen nada.

La última discusión tuvo que ver con la calaña moral y política de Fidel Castro. Los izquierdistas españoles pretenden salvar esa figura histórica ya – afortunadamente – por su contribución a la lucha contra el apartheid. Y contraponen sus aportaciones a ese respecto a las de personajes como Thatcher o Reagan. ¿Por qué el argumento es absurdo?
Porque ninguno de los tres, Castro, Thatcher o Reagan desarrollaron una conducta que influyese decisivamente en la desaparición, final, del apartheid en Sudáfrica. Y, sobre todo, porque esos tres personajes influyeron de forma mucho más decisiva en muchos otros asuntos británicos, norteamericanos o cubanos. De manera que, si nos atenemos a las relaciones de causalidad, a Thatcher, Reagan o Castro habría que juzgarlos por los efectos que sus liderazgos tuvieron sobre los británicos, los norteamericanos y los cubanos y no por los efectos que pudieran haber tenido sobre la vida de la población negra en Sudáfrica.

En definitiva, Castro hizo miserable la vida de cientos de miles sino millones de cubanos. Obligó a muchísimos a huir de su país, asesinó u ordenó asesinar a unos cuantos miles de cubanos, encarceló a miles de ellos y privó de libertad para viajar, leer y cantar a millones, condenó a la miseria a casi toda su población e impidió a los cubanos ganarse la vida como fuera su deseo. ¿Qué significado cabe atribuir a su posición respecto del apartheid en Sudáfrica en comparación con el dolor y los daños que infligió a la población a la que decidió dirigir como lider absoluto y con independencia de su voluntad? Salvo que hubiera sido un Mandela cubano, lo que pensara o hiciera respecto del apartheid es completamente irrelevante.

No hay comentarios:

Archivo del blog