sábado, 21 de marzo de 2020

Los sistemas jurídicos y el concepto de propiedad



Los dos grandes sistemas jurídicos (el Derecho continental – civil law – y el Derecho anglosajón – common law –) difieren aparentemente mucho en cómo conciben la propiedad pero, si se examina la cuestión con más detalle, se comprende que las diferencias no son estructurales sino de estilo. Si se adopta una perspectiva funcional, la institución de la propiedad debe tener grandes semejanzas estructurales en todas las sociedades humanas complejas porque la función que cumple (reducir los conflictos en relación con el uso de los bienes) impone severas restricciones a los rasgos más básicos del modelo de Derecho de Cosas. Es interesante, además, añadir que estas restricciones se aplican no sólo a la propiedad individual sino a otras formas de propiedad como la propiedad colectiva y, en general, a los bienes no individuales. Y también – y esto es relevante por ejemplo para el estudio de la personalidad jurídica – a la formación y estructura de los patrimonios: los patrimonios deben ser semejantes en su estructura en los distintos sistemas jurídicos porque su función social es la misma en todos ellos: servir a las necesidades del titular (el patrimonio individual) o mejor lograr los objetivos comunes a un grupo o los objetivos específicos de un individuo.

Los rasgos básicos del derecho de propiedad son tres según los autores que se citan al final de esta entrada: el derecho a excluir a los demás en relación con el bien objeto de propiedad; la sucesión en la posición de titularidad y el efecto erga omnes, absoluto o real  (in rem). Pero, fuera de esa estructura básica, las diferencias de “estilo” pueden ser muy extensas y estables en el tiempo porque los “intereses sobre las cosas” pueden articularse jurídicamente como “derechos subjetivos” de formas muy variadas. Es más, como señalan los autores, es en el ámbito del Derecho de Cosas donde cabe esperar que las diferencias entre grandes sistemas jurídicos se mantengan en el tiempo por razones de dependencia de la trayectoria (path dependence); economías de red; elevados costes fijos iniciales de establecer un sistema de reglas sobre la propiedad; el enorme valor que tiene que sea de conocimiento común a los miembros de un grupo y que sea sea aplicado por un tercero independiente de los que se disputan el uso de bienes. Y es cierto que el Derecho de Obligaciones y Contratos (o el Derecho de Familia o el de Sucesiones o el de la responsabilidad extracontractual que son las restantes ramas fundamentales del Derecho Privado) se ha “unificado” en muy superior medida al Derecho de Cosas. Las dos grandes familias de Derecho Europeo – el common law y el civil law – han influido notablemente en los sistemas jurídicos de la propiedad de todo el mundo vía colonialismo (América) e influencia intelectual (Asia) y han mantenido, sin embargo, significativas diferencias a pesar del transcurso de siglos de contactos entre ambas.

La diferencia más importante se encuentra en la forma en que se delimitan los derechos sobre los bienes
el Derecho anglosajón define la propiedad como una forma robusta y duradera de posesión (posesión +), mientras que el Derecho continental define la propiedad directamente en términos de “plenos derechos” sobre una cosa, de forma que cualquier otro interés sobre esa cosa se determinan a partir del dominio o propiedad plena”.
Es decir, el Derecho continental comienza con la propiedad plena que abarca todos los intereses imaginables sobre un bien. Un propietario es el que tiene derecho a todos los flujos – frutos – del bien y a recibir su valor capitalizado transmitiéndolo. Los demás derechos reales – distintos de la propiedad – son “derechos en cosa ajena, esto es, derechos de menor rango y extensión. Además, éstos derechos en cosa ajena son numerus clausus (los particulares, mediante contrato, no pueden crear nuevos derechos reales) y eficaces erga omnes (su respeto no requiere de la voluntad de los terceros)

Hay, pues, una fuerte estandarización de los derechos sobre cosas, una estricta separación entre derechos reales y derechos de crédito, un concepto unitario de propiedad por referencia al cual se definen los restantes intereses en el uso o extracción de utilidad de las cosas y, finalmente, se conciben los derechos de propiedad como relaciones entre personas y cosas.

Por el contrario, el origen feudal del common law y su conformación evolutiva lleva a que los derechos reales se definan mediante la tipificación de contratos obligatorios entre dos sujetos en relación con un bien
“… en el feudalismo, el foco se ponía en las relaciones personales y los servicios recíprocos La propiedad en Derecho anglosajón se funda en la institución – feudal – de la “puesta en posesión”seisin –en el sistema feudal… el Rey era el único propietario… y de esa propiedad total se extrajeron intereses jurídicos parciales: a cambio de derechos de explotación de la tierra, el aparcero estaría obligado a prestar servicios al señor. Estos servicios comenzaron siendo personales de carácter militar, pero fueron gradualmente suplantados por obligaciones monetarias. El aparcero, a su vez, podía “subenfeudar”, esto es, reconocer derechos de uso o explotación que le correspondían a él a campesinos, por ejemplo”)
Los concretos contratos definen el uso o la facultad concreta que se atribuye al titular del derecho. Así, si el vasallo reconocía al señor el derecho a recibir determinados servicios personales o monetarios a cambio del reconocimiento del derecho del vasallo a usar de las tierras, el common law no partía de que el Señor o el vasallo fueran propietarios y el otro tuviera un derecho sobre cosa ajena. El common law conduce así a la fragmentación de la propiedad y a la multiplicación de derechos sobre las cosas que, no obstante, se tipifican o “normalizan” para reducir los costes de transacción. Es decir, que por razones históricas
“el Derecho continental sobrepondera el interés en usar genéricamente la cosa mientras que en el common law la preocupación son los intereses jurídicos particulares”, esto es, cómo proteger jurídicamente intereses en utilizar en una forma concreta unos bienes.
La superior racionalidad del civil law se aprecia a primera vista. Es más racional económica y sistemáticamente. Económicamente porque como se demuestra echándole un vistazo a la comparación entre la comunidad de bienes romana y la germánica, un concepto absoluto de propiedad determina sencillamente quién es el titular residual del activo que constituye el objeto de propiedad. El principio de determinación – los derechos reales se ostentan sobre bienes singulares – completa esta definición del “property right”, lo que reduce los costes de intercambiar los bienes. Como Coase recordara, lo que se intercambia en los mercados no son bienes, sino derechos sobre bienes. Por tanto, si el propietario de una cosa es, también, titular residual, esto es, tiene derecho a todos los rendimientos y utilidades que produzca el bien salvo los que estén asignados a terceros en virtud de – a su vez – posiciones jurídicas que tienen la naturaleza de derechos reales, los costes de delimitación de lo que es objeto de intercambio se reducen.

Es además, superior desde el punto de vista de la racionalidad sistemática y que se puede construir un sistema de derechos reales que evite solapamientos en los derechos de distintos individuos sobre una misma cosa y, a la vez, lagunas, esto es, que existan derechos sobre los bienes que queden sin asignar. Al estar tipificados y ser numerus clausus, pueden transferirse a bajo coste y puede ponerse en marcha un sistema de registro tan perfecto como se desee.

A cambio, el modelo continental es muy rígido y exige de la intervención completa del legislador para extender los efectos de los derechos reales (eficacia erga omnes) a nuevas “cosas” o a nuevos aprovechamientos posibles de los bienes. Dicen Chang/Smith que una gran ventaja del estilo del common law al concebir la propiedad como relaciones entre titulares de derechos de uso sobre bienes es su mayor flexibilidad para encajar la protección de intereses limitados de terceros sobre una cosa. Sobre todo, el interés del que ha financiado a alguien para realizar el valor de la cosa si el deudor no devuelve lo prestado (garantías). Como dicen Chang/Smith, el common law no invirtió demasiado en refinar las reglas sobre división de la propiedad y sobre diferentes dimensiones de esta división. Excepto,en el caso del trust. Y la existencia del trust redujo la necesidad de afinar las reglas del Derecho de Cosas sobre las relaciones entre distintos titulares de derechos reales sobre la misma cosa o los efectos reales de los derechos que surgían de un contrato obligatorio.

Por ejemplo, nos dicen Chang/Smith que la protección erga omnes del derecho de propiedad en el common law se logra aplicando la law of trespass que es una rama del derecho de la responsabilidad extracontractual. En Derecho continental, la responsabilidad extracontractual no tiene asignada la protección de los derechos subjetivos. Es más, – continúan los autores – una diferencia muy relevante entre el common law y el Derecho continental es, precisamente, que éste último considera unificadamente la responsabilidad contractual y la extracontractual (el contrato y los actos dañinos ilícitos como fuente de obligaciones).

De forma que common law y civil law consiguen los mismos objetivos – un sistema de derechos reales funcional a la necesidad de reducir los conflictos por los bienes escasos, de aumentar la eficiencia en su explotación y de asignarlos al que los valore más – a través de vías jurídicas diferentes.

La estricta separación existente entre derechos reales y derechos de crédito pone en dificultades al Derecho continental en relación con los efectos ultra partes de los contratos, (art. 1257 CC) problemas que se tratan bajo doctrinas como la de responsabilidad aquiliana por infracción de un derecho de crédito (tortious interference), los contratos con efectos protectores para terceros, la estipulación a favor de tercero, los contratos colusorios – en perjuicio de terceros – etc.

El derecho de propiedad – y los derechos reales en general – se conciben en Derecho continental como derechos subjetivos que gozan de los remedies o mecanismos de protección propias de éstos (reivindicatoria, enriquecimiento injusto, restitución…). En el common law, eso lleva a que ni siquiera sea necesario para el titular probar un daño como consecuencia de la inmisión del tercero en la cosa o finca objeto de propiedad. Esta “estrategia” evita al common law la necesidad de definir qué tipo de interés del titular de la cosa ha sido atacado o infringido por el tercero. En el Derecho continental lo mismo se logra considerando el “dominio” como la propiedad plena y considerando al propietario como titular residual, esto es, como titular de todos los derechos que no estén asignados a un tercero bajo la forma de un ius in re aliena. La estrategia del common law es flexible porque la ordenación de las relaciones entre los sujetos con interés en un terreno o en una cosa concreta puede “afinarse” sólo cuando es necesario hacerlo y no urbi et orbe para todo el mundo. Por ejemplo, los propietarios de terrenos en una zona determinada pueden celebrar un contrato entre todos ellos en el que regulen qué usos están permitidos y qué usos no; cómo contribuirá cada uno al mantenimiento de las zonas comunes o qué enajenaciones han de ser autorizadas por la mayoría (covenants).

Como he adelantado, el Derecho continental concibe los Derechos reales como posiciones de los individuos en relación con las “cosas”. El Derecho anglosajón, sin embargo, concibe los Derechos reales como relaciones entre individuos respecto de los bienes. Y, al margen de las relaciones con el Estado, Chang y Smith proponen distinguir entre “relaciones entre titulares de derechos de propiedad vs. otros titulares de derechos de propiedad; relaciones con terceros específicamente determinados y relaciones con todos los demás terceros”.

Esta concepción es coherente con la idea de extender a los Derechos reales el derecho de obligaciones. La ordenación del uso y disfrute de los bienes en el common law se convierte en una ordenación de las relaciones entre unos y otros individuos en función de su “proximidad” o lejanía entre sí y respecto de los bienes. Si son titulares de derechos específicos sobre la misma cosa, la relación con el titular residual se convierte en un arreglo contractual. Si se trata de terceros que no se relacionan entre sí en lo que al uso del bien se refiere, la regulación es legal – piénsese en las normas que regulan las relaciones de vecindad – y supletoria cuando no quepa esperar que existan contratos y, en el extremo, consiste en la regla de respetar la propiedad ajena, es decir, no interferir en la relación entre su propietario y la cosa. Esta es la definición más general de los efectos reales o eficacia erga omnes de los derechos reales. Añádase la sucesión en la titularidad que se produce con la transmisión. El adquirente de un derecho real se coloca en la posición de su anterior titular pero sólo en su posición como titular de ese bien, no en las relaciones jurídicas de las que fuera parte el anterior titular.

Chang, Yun-chien & Smith, Henry E., An Economic Analysis of Civil versus Common Law Property 2012

El animal seXX/XY



“A man without ambition is like a woman without beauty”,
Frank Harris

Mientras que los hombres se ocupaban de criar mujeres cada vez más guapas, las mujeres criaban hombres con hambre de estatus y recursos. Esto a su vez puede ser parte de la razón por la que los hombres están mejor representados en las altas esferas de la sociedad: mejor representados entre los consejeros delegados y los políticos, por ejemplo, y mejor remunerados entre las personas que trabajan ochenta horas a la semana y cobran sueldos estratosféricos

Los hombres se meten en más peleas que las mujeres. Juegan a videojuegos más violentos y ven películas más violentas. Es más probable que sean hospitalizados por estrellarse contra una pared. Es más probable que fantaseen con matar a otra persona. Son más propensos a matar efectivamente a otro. Y es más probable que se suiciden. Sin embargo, para la violencia de bajo nivel - una bofetada o un empujón - la brecha de género es sorprendentemente pequeña. Pero a medida que subimos la escala, de formas de violencia menores a más extremas, la brecha crece con cada paso. Para cuando llegamos a la forma más extrema de violencia uno a uno - el homicidio - los hombres son virtualmente los únicos perpetradores. A nivel mundial, más del 90 por ciento de los homicidios son cometidos por hombres. La mayoría de las víctimas son hombres también: alrededor del 70 por ciento. Curiosamente, las cifras correspondientes a los chimpancés son casi idénticas; un estudio sobre chimpancés reveló que el 92 por ciento de los asesinos eran machos como lo eran el 73 por ciento de las víctimas.

"Entonces, ¿hay algo que diferencie universalmente a los hombres y las mujeres? Sí que lo hay: Los machos producen células sexuales más pequeñas que las hembras, lo que para los animales significa esperma en lugar de óvulos. Casi nunca hay generalizaciones sin excepción en la biología, pero ésta es una de las pocas. Es verdad el 100 por ciento de las veces... pero sólo porque es verdad por definición. Los biólogos definen a los machos como el sexo que produce las células sexuales más pequeñas y a las hembras como el sexo que produce las más grandes. Penes, pseudo-penes y peinados no tienen cabida... La diferencia de sexos en el tamaño de las células sexuales fue la primera diferencia sexual: el origen de la desigualdad sexual. Antes de que existiera el embarazo, la lactancia, o llevar los niños al colegio, la única inversión que cada sexo hacía en su descendencia era la de fabricar células sexuales. Como las hembras eran las que fabricaban las células más grandes, las hembras eran el sexo que hacía la mayor inversión. Más adelante, cuando fueron evolucionando distintas formas de inversión parental en la descendencia, la evolución fue más frecuente en las mujeres, simplemente porque las mujeres habían empezado a recorrer el camino realizando la inversión mayor…
… Una consecuencia de esto es que, en una amplia gama de especies, muchas de las diferencias entre espermatozoides y óvulos se reflejan en los cuerpos y el comportamiento de los machos y las hembras. Por ejemplo, así como los espermatozoides son diminutos y se mueven buscando óvulos grandes y estacionarios, la mayoría de las arañas macho son diminutas y se mueven buscando hembras grandes y estacionarias. Del mismo modo, así como los óvulos están diseñados para nutrir al embrión en crecimiento con un suministro incorporado de nutrientes, también las hembras mamíferas están diseñadas para nutrir a su descendencia durante el embarazo y la lactancia. Así y en otras muchas formas, los machos de muchas especies actúan como espermatozoides y las hembras como óvulos…

La evolución no ha eliminado la diferencia en dedicación al cuidado de la prole entre hombres y mujeres por el coste de oportunidad distinto que implica para machos y hembras dedicarse a tal actividad. Las hembras, que no pueden tener más hijos simultáneamente a la cría del que tienen, no tiene un elevado coste de oportunidad por dedicarse a cuidar de la prole, cuidado que, a su vez, les garantiza que propagarán sus genes en la siguiente generación. Para los machos, cuidar de la prole tiene un coste de oportunidad:
“el tiempo y la energía dedicados a cuidar de las crías es tiempo y energía que podrían dedicar a reproducirse con otras hembras”.

“Los papeles sociales que encajan con nuestra naturaleza evolucionada persistirán con más probabilidad que los que chocan con ella, al menos a falta de intervenciones sociales draconianas”.

“¿Por qué iba la selección natural a proporcionar a las mujeres el aparato fisiológico para el cuidado maternal pero no los impulsos psicológicos necesarios para utilizarlo?”

El hecho de que muchas diferencias entre los sexos tengan un origen evolutivo tiene implicaciones en la forma en que la sociedad trata estas diferencias. En los viejos tiempos, la gente trataba de curar a los zurdos y a los homosexuales con todo tipo de intervenciones descabelladas. En nuestros propios tiempos, más ilustrados, vemos esto como una práctica cruel y sin sentido. Pero la gente en el futuro puede ver nuestros esfuerzos actuales para curar las diferencias sexuales como igualmente crueles y sin sentido - como el equivalente de hoy en día de obligar a los zurdos a escribir con la mano derecha, o de prohibir a un hijo jugar con muñecas por temor a que lo vuelva gay... si las diferencias sexuales básicas están tan arraigadas como usar la mano derecha y la orientación sexual, deberíamos pensarlo dos veces antes de intervenir para forzar a los hombres y las mujeres a entrar en el mismo molde: intervenciones diseñadas para convencer a los niños y las niñas de que jueguen con los mismos juguetes, por ejemplo, o para lograr una proporción de 50:50 en todas las profesiones deseables en las que los hombres dominan actualmente. Debemos cuestionar la suposición automática de que las diferencias entre los sexos implican necesariamente una discriminación contra la mujer. Y deberíamos preguntarnos qué derecho tenemos a anular las preferencias de las personas con respecto a sus propias vidas y carreras para promulgar nuestras preferencias por un mundo neutral en cuanto al género

Steve Stewart-Williams, The Ape that Understood the Universe: How the Mind and Culture Evolve 2018

La historia de un cirujano innovador contada por Anton Howes




Alanson inventó un nuevo método para proceder a la amputación de miembros de gran éxito en la reducción de las muertes que acompañaban, a menudo, a dichas operaciones. Alanson se quejaba de "la lentitud con la que se adoptan las mejoras más valiosas". Dice Howe que la mayor innovación de Alanson se refirió a la organización de los hospitales
En el siglo XVIII, los hospitales públicos eran considerados a menudo más como estaciones de cuarentena, o lazaretos, que como centros de tratamiento,
ya que las infecciones intrahospitalarias se llevaban más enfermos al otro barrio que los que se curaban. Alanson no entendía cómo se propagaban los gérmenes pero
creía que los aires nocivos eran una causa de enfermedad - su horror al hedor y la putrefacción, o "efluvios insalubres", le bastaba para recomendar importantes mejoras. Cada sala, decía, debería ser limpiada de pacientes cada cuatro meses, para ser "raspada, blanqueada y todos los demás medios necesarios para la purificación del aire". Para ello, era necesario mantener al menos una habitación libre en todo momento - como la rotación de cultivos, pero para los hospitales. "Un hospital", decía, "no debe estar nunca abarrotado por ningún motivo".
Y aunque la “teoría” que tenía detrás no era correcta, como “heurística”, el horror de Alanson a la suciedad le indujo a adoptar decisiones correctas
… los pacientes gangrenados eran los más aislados, y los que se sometían a una operación eran puestos en las habitaciones más ventiladas. Si una enfermera no ventilaba suficientemente su sala abriendo las ventanas, debía pagar una multa…. Y, por supuesto, estaba el lavado. … Los nuevos pacientes, especialmente los que venían de barcos, cárceles, sótanos o casas de trabajo, o que simplemente tenían ropa sucia, debían ser desnudados, lavados y vestidos antes de ser admitidos en la sala. Sus ropas viejas debían ser desinfectadas horneándolas en un horno especial y devueltas al ser dadas de alta. Y había que lavarse regularmente las manos, e incluso los pies: "Que las enfermeras vean que las manos y la cara de cada paciente se lavan todas las mañanas; y los pies una vez a la semana"

Anton Howes Age of Invention: Wash your Hands!

viernes, 20 de marzo de 2020

Canción del viernes y nuevas entradas en el Almacén de Derecho: Las barricadas misteriosas. Couperin/Tharaud







Silencio, la prescripción duerme

  Por Pedro del Olmo   Hush, no more   Según la Disposición Adicional 4ª (Suspensión de plazos de prescripción y caducidad) del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis...
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Aportación de sentencias como prueba en los litigios de daños causados por el cártel de los fabricantes de camiones (II): precedentes judiciales

  Por Francisco Marcos   Al margen de las razones que explican la aportación de sentencias como prueba en los procesos de reclamación de daños causados por el cártel de camiones (que analizamos en la entrada de antes de ayer), las sentencias dictadas hasta...
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Aportación de sentencias como prueba en los litigios de daños causados por el cártel de los fabricantes de camiones (I)

  Por Francisco Marcos   Una de las cuestiones que llama la atención en los litigios de daños derivados del cártel de los camiones es la aportación por las partes como prueba que acompaña a la demanda o a la contestación, o que se presenta después durante el...
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Cómo ejecutar (e inscribir) unilateralmente una opción de compra

  Por Alexander Zapirain   Según criterio doctrinal pacífico, la opción de compra es un contrato en virtud del cual una parte (concedente) otorga a otra (optante) la facultad exclusiva de decidir la celebración o no de otro de compraventa, que habrá de...
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Reseña de Johannes W. Flume, Marktaustausch

  Por Jesús Alfaro Águila-Real   "Do ut des. A través del sacrificio que la prestación propia supone, se persigue el beneficio que la prestación del otro proporciona" Philipp Heck   Los mercantilistas nos ocupamos de las transacciones que tienen lugar...
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La inaplicabilidad de la defensa basada en la repercusión del daño (passing-on) a los casos de los cárteles de sobres y camiones

  Por Antonio Robles Martín-Laborda   Los compradores de los bienes afectados por una infracción del Derecho de la competencia resultan perjudicados porque han de pagar un precio más alto que el que existiría a falta de la infracción (daño emergente)....
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miércoles, 18 de marzo de 2020

Competencia y cooperación




Foto: Alfonso Vila Francés

La distinción entre los conceptos de competencia y cooperación parece sencilla a primera vista. Son antónimos. La competencia implica rivalidad por apropiarse de un bien escaso. El resultado de la competencia es que uno de los competidores retiene el bien y el otro no. La cooperación se define por la existencia de un objetivo común a los que cooperan y a cuya consecución ambos contribuyen. En esta definición de cooperación caben tanto el contrato de sociedad como los contratos de intercambio. Aunque no lo parezca, también en los contratos sinalagmáticos de intercambio hay un fin común: intercambiar. Lo que sucede es que este fin común es distinto del fin común que caracteriza (distingue causalmente) al contrato de sociedad. En la sociedad, el fin común es el objetivo último de los socios (ganar dinero, ayudar a los pobres, divertirse los fines de semana). En los contratos de intercambio, sin embargo, el fin último de cada uno de los que intercambian es distinto y específico para cada una de las partes: el comprador quiere hacerse con la cosa y el vendedor hacerse con el precio.

Por tanto, los contratos, todos, son actos de cooperación. Pero van precedidos de actos de competencia. El vendedor en una compraventa compite – rivaliza - con otros vendedores porque el comprador “le prefiera a él” y no a otro vendedor. El comprador es algo escaso. Y algo parecido pasa con los compradores si imaginamos un mundo donde no hay producción, solo intercambio. 

Pero la competencia y la cooperación están íntimamente ligados en más sentidos. Diríase que, evolutivamente, la competencia precede a la cooperación y que ésta es un efecto no pretendido de aquella. Imagínese a un individuo que tiene un monopolio local. No hay nadie más en el espacio/tiempo que él ocupa y está rodeado por otros monopolistas locales de su propia localización espacio/temporal. Si los distintos monopolistas pretenden mejorar su bienestar procesando información y nutrientes, inevitablemente expandirá su campo de acción lo que le hará entrar en comunicación con sus vecinos – los monopolistas adyacentes – lo que acabará con la aparición de un monopolista regional que absorberá a los monopolistas locales. Como dice Levin, lo que examinado desde la perspectiva – inferior – de los monopolistas locales es competencia, examinado desde la perspectiva superior – la del monopolista regional – es cooperación entre los monopolistas locales.

De modo que la evolución desde la competencia a la  cooperación es una cuestión de perspectiva. Los individuos dejan de competir y pasan a cooperar cuando se organizan, esto es, cuando la mejora del propio bienestar se obtiene a través de la coordinación con otros individuos y, en esa medida, mediante la integración en una organización. Y el paso de la competencia a la cooperación se puede explicar mecánicamente como resultado de la comunicación entre individuos que persiguen satisfacer sus preferencias y pueden hacerlo en mayor medida coordinándose con otros.

Cómo y por qué la Evolución genera individuos: extractos de dos trabajos de Michael Levin

Foto: Alfonso Vila Francés

 

La centralidad de la agencia y la persecución de fines: por qué la evolución genera individuos


¿Qué es lo que hace que un “sistema”, esto es, un ser vivo o una organización, oriente su conducta al logro de objetivos? A primera vista, la respuesta más obvia es porque ese sistema es “inteligente”, esto es, comprende cuál es el objetivo, percibe de qué medios dispone para lograrlo y comprende qué conductas lo acercan a dicho objetivo.

¿Puede explicarse esa conducta “orientada a objetivos” sin tener que presumir una inteligencia detrás? esto es, simplemente suponiendo un sistema capaz de predecir lo que ocurre a su alrededor, “percibir” y reaccionar frente a lo que percibe: predecir, percibir, reaccionar. Una concepción unificadora de la conducta orientada al logro de objetivos se extendería
desde las simples vías homeostáticas hasta la cognición compleja a través de mecanismos fisiológicos evolutivamente antiguos de comunicación entre células…cada capacidad tiene una historia natural y surge a partir de variantes más simples.
... la orientación hacia objetivos – goal directedness - se entiende en el sentido… de un sistema de retroalimentación que opera para maximizar algún estado de cosas específico (que puede ser modelado como un sistema dinámico con atractores en su espacio de estado)…
El individuo tiene que desarrollar “detectores de agencia”, es decir, mecanismos que le permitan distinguir, en su entorno, entre lo que forma parte del propio individuo y lo que no. Lo primero son “sus partes”; lo segundo son “agentes” distintos de él mismo (hemos de ser capaces de distinguir un brazo de nuestro cuerpo de la cabeza de otra persona)
con los que puede interactuar de una manera diferente a como interactúa con sus partes. De manera que un individuo ha de detectar y “comprender qué aspecto de un ecosistema exótico constituye una especie de individuo biológico coherente y qué aspecto forma parte de sí mismo.

Un individuo, se define así sobre la base de

“la información y la orientación hacia objetivos… mecanismos próximos que provocan las transiciones importantes y proporcionan una historia evolutiva plausible de cómo la homeostasis primitiva conduce a la actuación intencional avanzada”
La biosfera como matrioscas y la capacidad de predicción y reacción como rasgo de las formas de vida más simple
Los ecosistemas consisten en grupos que están compuesto de organismos, que a su vez están formados por órganos, compuestos de tejidos, que consisten en células formadas por redes bioquímicas. La mayoría de las características observadas en el control anatómico de organismos complejos, incluyendo la diferenciación, la plasticidad, la muerte celular programada, reparación regenerativa, y la maquinaria "neuronal" ya existían en formas de vida antiguas y unicelulares. Se conoce la capacidad de células como las bacterias y la levadura para calcular y predecir eventos futuros usando patrones inferidos de experiencias anteriores
Y si estas formas de vida antiguas y unicelulares tienen capacidad de predicción, parece natural utilizar lo que sabemos de ellas “para comprender la función neuronal”. Es decir, para poder explicar cómo los individuos biológicamente hablando que tienen sistemas nerviosos, pueden integrar “la información espacio-temporal, la memoria y la capacidad de perseguir resultados específicos a través de la selección de comportamientos entre varios posibles y cómo estas capacidades “evolucionaron a partir de orígenes pre-neurales mucho más antiguos”.
Las células individuales son muy buenas en el manejo de su morfología, comportamiento y fisiología, según sea necesario para la supervivencia, alterando su motilidad y metabolismo en respuesta a, y proactivamente, a cambios en las condiciones ambientales. Tienen éxito en la explotación de su microambiente hacia la reproducción óptima mediante la selección de entre numerosas opciones posibles de comportamientos y patrones de expresión génica. Aunque los mecanismos por los cuales esta habilidad de los organismos unicelulares para lograr fines adaptativos específicos se aprovecha en la transición hacia la multicelularidad cooperativa todavía no se entienden bien, una cosa está clara: las células somáticas no pierden su plasticidad conductual y sus capacidades computacionales cuando se convierten en parte de los enjambres de metazoos (cuerpos): al contrario, los amplifican para conseguir objetivos más amplios consistentes en crear y mantener anatomías sumamente complejas.

La plasticidad

Por ejemplo, cuando se perturba a los renacuajos en el laboratorio de tal manera que sus órganos craneofaciales están en posiciones anormales, aún así producen caras de rana en gran parte normales debido a que los ojos, las mandíbulas y otras estructuras se mueven en trayectorias no naturales y sólo se detienen cuando se alcanza una "configuración correcta de la cara de la rana"… (un ejemplo de los muchos que hay de remodelación hacia un resultado invariable”). Revelan la capacidad de las células somáticas no sólo para perseguir morfologías específicas a pesar de las perturbaciones y los escenarios novedosos, sino también para perseguir resultados de patrones colectivos que son verdaderamente enormes con respecto a la escala de tamaño y organización de las células individuales: la longitud de una extremidad o la configuración de una cara simplemente no están definidas a nivel de las células individuales - los puntos de ajuste de los mecanismos de patrones homeostáticos implementados por un colectivo celular son grandes macrostatos a nivel de órgano.
La decisión es aleatoria, pero todas las células que están en un dominio toman la misma… Esto también se ve en la conversión de células pigmentarias normales de rana a melanoma - la decisión de convertir es estocástica en una población de animales, pero es tomada por todos los melanocitos dentro de un cuerpo que actúa como una única unidad coherente de decisión… La capacidad de las células para unirse en dominios que ejecutan decisiones de grupo, ya sean deterministas o estocásticas, es un componente esencial de la evolución de las formas complejas y será un componente central de una propuesta de definición de un Individuo.
A partir de la cognición mínima como coordinación sensorial-motora se expande “para incluir el comportamiento de las células durante la morfogénesis como una especie de actividad sensoriomotora de un agente que genera patrones”.

Todo empieza con la bioelectricidad

Se ha sugerido que la excitabilidad de la membrana es la base ancestral de la psicología. Por lo tanto, es probable que que las capacidades cognitivas de los cerebros avanzados se encuentren y evolucionen a partir de un proceso de cálculo mucho más simple, procesos que se conservan ampliamente tanto en el ámbito funcional y niveles de mecanismo (molecular). El procesamiento de la información y la integración espacio-temporal necesaria para construir y regenerar cuerpos complejos surge de las capacidades de las células, que la evolución exaptó y escaló como repertorio de comportamientos de sistemas nerviosos complejos que subyacen a los sistemas familiares ejemplos de «Yoes». Una apreciación de estos aspectos de la biología del desarrollo difumina la distinción entre mente y cuerpo.

Las neuronas utilizan estrategias bioeléctricas computacionales que ya habían sido descubiertas y explotadas por la evolución desde las bacterias. No hay distinciones claras entre redes neuronales y redes bioeléctricas somáticas no neuronales (aunque funcionan en diferentes escalas de tiempo)… Los procesos cognitivos también se reflejan en la antigua conservación molecular de los mecanismos: los canales iónicos y las moléculas neurotransmisoras son omnipresentes a través de la árbol de la vida. La integración bioeléctrica ayudó a evolucionar las estrategias de control y el contenido cognitivo a través de un continuum desde las redes químicas hasta las mentes humanas…

Las células cancerosas

Las células cancerosas pueden explicarse en los siguientes términos: en ausencia de señales colectivas, vuelven a su pasado unicelular, cuando sus comportamientos estaban dirigidos a optimizar el futuro de una sola célula: proliferar tanto como sea posible, y viajar a cualquier lugar que ofrezca el mejor entorno local para los nutrientes y la expansión… Esto es una quiebra de la multicelularidad y pone de manifiesto que la escala en la que las células trabajan puede cambiar rápidamente - desde la cooperación hacia un sistema entero de órganos o cuerpo hasta el nivel de una sola célula.
Los cuerpos normales consisten en redes de células que trabajan juntas hacia un objetivo unificado - crear y mantener grandes estructuras. En un sentido importante, cada célula está integrada, a través de señales fisiológicas, en una inteligencia de enjambre coherente con los objetivos a nivel de sistema (anatómicos). En el cáncer, el alcance del Ser/Yo coherente de una célula se reduce desde el Ser tan grande como el límite de un cuerpo entero, hasta el de la superficie de una sola célula. El alcance del Ser - la estructura que una célula trabaja para mantener y reforzar - se encoge drásticamente de dos maneras principales.
En primer lugar, espacialmente: al estar aislado eléctricamente de sus vecinos por un cierre de sinapsis química, la célula no puede percibir eventos distantes ni comunicarse a través de distancias anatómicas con otras células y con el mundo exterior… los límites entre el Ser y el resto del mundo varían: la multicelularidad amplía los límites del Ser mientras que la carcinogénesis los reduce y altera la conducta de las células dirigiéndola hacia un modo que no es beneficioso para el organismo entero… (el aislamiento eléctrico)… vuelve a las células “miopes”, desarrollan una actividad que resultará en su muerte y en la del organismo

…el concepto evolutivo clásico de "egoísmo" (sigue valiendo)…

las células de un organismo metazoico no son menos egoístas que los organismos unicelulares o las células cancerosas. Son igualmente egoístas, trabajan sólo para el beneficio de sí mismas, pero el Ser relevante, el que defienden es mayor en términos de espacio, tiempo y complejidadlo que define a este Ser son los límites del traspaso de información entre las subunidades este cambio no es binario y puede ocurrir a niveles intermedios (diente, pelo, piel, músculo)…la mayor parte de los sistemas biológicos consisten en Seres sucesivos y múltiples…  Cada agente interno mantiene su propio Yo local sólo en la medida en que regula (restringe) el flujo de información procedente de los vecinos y establece así estados únicos que no coinciden con los del colectivo.
Estas ideas se conectan de forma natural con las visiones del egoísmo a nivel de los genes (Dawkins); si es útil pensar en los genes como agentes egoístas, es doblemente plausible ver las células y los tejidos como tales, ya que estos últimos tienen mucha más capacidad de actividad y de cálculo. En el futuro se desarrollará, en los contextos de la ontogenia y la evolución, cómo la optimización de estados de cosas específicos (búsqueda de metas - egoístas o no) ocurre simultáneamente en muchas escalas de la organización biológica.

Todo va de cooperación y competencia

… Se producen dinámicas evolutivas y de juego dentro y entre cada nivel de organización, en forma de cooperación y competencia. Mientras que la competencia entre las células de un cuerpo sólo ahora está empezando a ser caracterizada en detalle molecular, es un hecho conocido desde hace tiempo que diferentes subestructuras en un organismo, por lo demás unificado, no tienen los mismos objetivos y pueden trabajar con propósitos divergentes… La capacidad de las subunidades para entrar en una red de comunicación con escala variable de límites ya está siendo reconocida en la dinámica de los enjambres…
Lo que determina los límites de un individuo es “la extensión de la información activa”, esto es, se califican como subunidades de un SER las que permanecen comunicadas entre sí”

Qué es un individuo


La escala y los tipos de objetivos que un sistema puede perseguir define (determina) los límites y el contenido del supuesto "agente"… Desde este punto de vista, lo que define a un Ser coherente y unificado a partir de sus componentes constitutivos y el entorno que lo rodea es el conjunto de partes que operan para alcanzar estados con objetivos específicos. Como un teorema, que tiene una naturaleza holística no compartida por ninguno de los axiomas por separado, un individuo funcional es más que la suma de sus partes en el sentido de que la capacidad dirigida a la consecución de objetivos emerge sólo de la actividad integrada de todos los componentes
La capacidad de un sistema para actuar orientado hacia contrafactuales específicos (estados futuros que no son reales en este momento pero que se pueden alcanzar a través de acciones específicas) es central para definir, comprender y comunicarse con un individuo arbitrariamente constituido, que puede consistir en muchos niveles de componentes organizados…

El rasgo inicial y más primitivo de un sistema viviente son las preferencias - el hecho de que algunos estados del mundo son mejores para su bienestar que otros

Esto permite a dichos sistemas aprender de los refuerzos positivos y negativos, lo que lleva a una explosión de capacidades computacionales y de conducta. Las preferencias se transforman en objetivos a medida que el sistema crece en complejidad y poder causal y se vuelve capaz de actuar en el mundo haciendo probable que se mueva hacia las regiones preferidas de estado (inicialmente, restringido) en la simple supervivencia metabólica, pero abarcando todo el camino hacia las complejas necesidades psicológicas humanas y quizás más allá.
Es probable que cualquier forma de vida que observemos hoy (que haya pasado el filtro de la selección) tenga preferencias y sea buena optimizándolas (haciendo de este criterio una parte útil de la definición misma de la vida), pero es posible que nuestros esfuerzos iniciales en la creación de vida artificial puedan construir algunos verdaderamente primitivos, transitorios que pueden mantener un grado de coherencia en un entorno de laboratorio protegido sin un eficiente capacidad de búsqueda de objetivos.

La complejidad y la distancia

Un organismo muy simple sólo puede tener preferencias sobre lo que está ocurriendo en el momento actual, en su entorno inmediato. Un organismo más complejo, cuya estructura causal permite el aprendizaje asociativo, puede buscar o evitar los estímulos que se encuentran a varios pasos de distancia en el espacio, el tiempo y la conexión causal de lo que sea que esté eligiendo. Este tipo de aprendizaje permite asociaciones entre estímulos que inciden en sensores muy diferentes en distintas partes del organismo y conduce a preferencias de comportamiento sobre estímulos que son en sí mismos neutrales (no causan daños ni proporcionan una recompensa inmediata) pero están vinculados a futuros resultados positivos y negativos por experiencia pasada (conexiones causales indirectas que se extienden a través de distancia corporal e historia de la vida)…. El límite cognitivo de un individuo… es el conjunto de eventos más distantes (en el tiempo y el espacio) que este sistema puede medir e intentar regular a través de su actividad unificada por objetivos… La expansión del horizonte es lo que permite que la información (en el sentido de Shannon) adquiera sentido, ya que los datos se vinculan causalmente a experiencias lejanas y pasadas, y adquieren implicaciones para las expectativas futuras.
A lo largo de las escalas evolutivas, ha habido "saltos inflacionarios" - innovaciones en la estructura corporal que aumentan drásticamente el límite cognitivo de los seres viables… ¿cómo sería un ser con un límite cognitivo mucho más grande que un Homo sapiens típico? Es interesante considerar si este es el tipo de resultado previsto en las tradiciones clásicas que postulaban la evolución de la conciencia humana a un estado de "Budeidad" - una frontera cognitiva tan grande que tal individuo sería capaz de, por ejemplo, preocuparse directamente por el bienestar individual de una miríada de seres. Es probable que los esfuerzos en la vida artificial, la mejora biomédica, o la IA de ingeniería den lugar finalmente a Seres/Yos mucho más grandes, ya que es poco probable que la esfera cognitiva humana de hoy en día sea la máxima posible

¿Qué presiones evolutivas conducen a que las fronteras cognitivas se expandan, dando como resultado la variedad de agentes observados en la biosfera?

Propongo que el "átomo" de esta jerarquía cognitiva es la homeostasis. El antiguo origen de las formas de vida se basa en la capacidad de algunos sistemas simples para mantener la coherencia y distinguirse del entorno externo, contra las perturbaciones, manteniendo la integridad espacial y metabólica asegurando que ciertos parámetros se mantengan en rangos específicos.
Esta persistencia homeostática es el origen de los objetivos cognitivos - los puntos de ajuste de los circuitos bioquímicos subcelulares que reaccionan a las perturbaciones de forma que mantienen el rango de parámetros son los primeros y diminutos ejemplos de sistemas integrados de búsqueda de objetivos… La capacidad de operar en relación con una región en el espacio puede ser el origen primitivo de sistemas cognitivos complejos que pueden (contrafácticos) recordar o anticipar eventos que no están ocurriendo en este momento.
Un segundo paso para el bucle homeostático más simple es la aparición de un conjunto más rico de "capas ocultas" (en el sentido de red neuronal) - nodos bioquímicos adicionales entre los sensores y efectores de un sistema dado que permiten un grado de memoria. Introduciendo un retardo entre los estímulos y las respuestas y mediante la inclusión de bucles de retroalimentación adicionales que permiten mantener el estado después de los estímulos transitorios, se crea un potente circuito homeostático, que utiliza la memoria de los eventos pasados para anticipar, no sólo reaccionar, a los desafíos del entorno…
… la memoria puede servir como el comienzo de la modularidad porque el aprendizaje agrupa esencialmente diversos estímulos en representaciones comprimidas… la maquinaria sensorial, que incorpora las señales al agente cognitivo, es extremadamente antigua. El sentido del tacto, el gusto, la temperatura, el oído, etc. de los animales complejos está mediado por los mismos mecanismos de canales de iones que ya fueron descubiertos por las bacterias y utilizados para dar sentido a su mundo…
… Agentes escalados por la evolución de bucles homeostáticos básicos, impulsados por la inferencia activa (minimización de la sorpresa) a través de la adición de retrasos (memoria), la anticipación (inferencia), y redes (procesamiento distribuido espacialmente que permite el aprendizaje y la abstracción/generalización progresiva de los datos).

La conducta es el control de lo percibido

Esta capacidad básica de aprendizaje e inferencia es el origen primordial de la "comprensión" y la inteligencia en los cerebros avanzados, que puede definirse como el proceso de inferir patrones a partir de datos en bruto y hacer "mapas" de regularidades en las observaciones que ocupa a cada uno de los Yos, desde el más simple de los organismos hasta el científico que trabaja en la extracción de la teoría profunda de los datos
Se ha propuesto explicar el advenimiento de la multicelularidad como resultado del afán de minimizar la sorpresa: una célula sólo tiene que rodearse de su progenie para asegurarse un entorno mucho más previsible (el objeto menos sorprendente del mundo es una copia de uno mismo) (Fields y Levin, 2019). Si se mantiene a esta "infantería de primera línea" en su lugar y se le suprime la proliferación (y la diferenciación), uno obtiene inmediatamente el tipo de arreglo que se ve en toda la biología, desde los sistemas de células madre/soma hasta la dinámica de reinas/trabajadores en las colonias de insectos. El cuerpo circundante se convierte en un escudo informativo (manta de Markov) para la célula madre (Friston, 2013); la adición de capas de células epiteliales y mesenquimales permite una especie de red similar a la neuronal en la que cada capa proporciona un mayor nivel de abstracción respecto a los estímulos ambientales, permitiendo a los tejidos profundos percibir no simplemente señales en bruto, sino altamente procesadas, datos comprimidos de dimensiones reducidas que forman una especie de "conocimiento" primitivo sobre los patrones del mundo exterior.

La transición a la multicelularidad

Una forma en que los organismos unicelulares pueden minimizar la sorpresa con respecto a los insumos externos es estar rodeados de copias somáticas de sí mismos, agentes altamente predecibles que, en efecto, reducen la incertidumbre en sus microambientes… la transición a la multicelularidad puede modelarse como una transición… impulsada por las amenazas ambientales… pueden surgir cuerpos multicelulares si las células somáticas no reproductivas protegen a sus padres reproductores de la letalidad ambiental al organizarse en un pool… electroquímico e informativo, todas las células son capaces de medir y detectar eventos que ocurren dentro del mismo límite, creando un individuo más grande que emerge del colectivo. El nuevo individuo es un conjunto integrado porque sus subunidades ya no tienen exclusivamente sus propios microambientes locales y distintos (y por lo tanto modelos internos del mundo), sino que se ven obligados a compartir una realidad más grande y común debido a la difusión de la información y la influencia entre ellos. Tales individuos colectivos pueden tener una mayor capacidad de resolución de problemas que sus miembros, porque pueden soportar una arquitectura en capas con canales de comunicación dependientes de la experiencia (sinapsis, ampliamente definidas)… la complejidad morfológica y la multicelularidad son impulsadas por la infotaxis o recogida de tanta información como sea posible, desde lo más lejos (tanto en el espacio como en el tiempo) que sea posible, para minimizar la sorpresa y optimizar la predicción. Cuanto más se conecta una célula a otras células en las redes, mayor es la capacidad de procesamiento y mayor el horizonte de lo que el individuo compuesto puede potencialmente percibir, recordar y almacenar. Se sabe que la coordinación de las células hacia un solo objetivo (patrón corporal) está en parte controlada por la actividad de las redes bioeléctricas mediadas por las uniones de los huecos.
La clave es un equilibrio de intercambio selectivo de información, a través de "sinapsis"… Si se comparte demasiado poco, el resultado es un fracaso para unir las subunidades en un nuevo Yo. Si se comparte demasiado el resultado es una sopa con insuficiente diferenciación de módulos y abstracción de información a través de distintas capas

Cómo la distinción entre competencia y cooperación es cuestión de escala – perspectiva

La hipótesis de la cognición libre de escala no se basa en la cooperación per se - construye la cooperación de agentes egoístas minimizando su estrés (sorpresa) y compitiendo por la información. La codicia, a nivel de célula única, por la información (infotaxis) impulsa la cooperación, ya que cada unidad expande su límite de medición (comunicación con los vecinos) y por lo tanto, inevitablemente se convierte en parte de un yo mayor con mayores puntos de ajuste que sirven como atractores homeostáticos. Sólo parece cooperación desde una perspectiva de un nivel superior, porque el nivel superior de la organización muestra un Yo integrado que aparece, necesariamente, cooperativo.

célula > cuerpo > enjambre 

La señalización entre los animales de un ecosistema no es fundamentalmente diferente de la señalización dentro del cerebro - ambos son ejemplos de información que se propaga a través de una red de microagentes con competencia local. Otros han señalado los paralelismos entre la dinámica del cáncer y la degradación a nivel de los ecosistemas…
Esto ayuda a explicar el rompecabezas original de Darwin sobre la evolución, porque el cuerpo no es un lienzo estático o simplemente un conjunto de características que surgen de las reglas de los micro-niveles. La dirección morfogenética del objetivo es un importante engranaje evolutivo, que suaviza el paisaje de la aptitud anatómica ocultando los efectos potencialmente perturbadores de las mutaciones aleatorias.
Cuando las subunidades exhiben su propio nivel de inteligencia competente y local, no es necesario que ocurran muchas mutaciones para que una característica sea útil. Una mutación puede cambiar la forma en que algo opera, pero las otras partes pueden ser capaces de continuar persiguiendo su mismo objetivo anatómico aunque las condiciones hayan cambiado. Esta plasticidad somática es ubicua en la biología porque los agentes complejos consisten inevitablemente en microagentes que fueron seleccionados sobre la base de la competencia protocognitiva lo que hace que los rasgos complejos puedan evolucionar mucho más fácilmente.

Las mutaciones

Desde la perspectiva de las células, una mutación es sólo otro ataque de un ambiente hostil – la célula ha de seguir adelante a pesar de esta perturbación, y ajusta su actividad como lo harían a cualquier estresor externo. Desde este punto de vista, la organización de estructuras de control cibernético a diferentes niveles originadas por simples ventajas de supervivencia homeostática, son la fuente de la agencia a múltiples escalas Por lo tanto, cualquier circuito eléctrico que permita bucles de retroalimentación y memoria es suficiente para el comportamiento muy primitivo… Puede ocupar de forma estable más de un estado, y cambiarlo de un estado a otro no requiere cambiar el hardware (alterando los perfiles de las proteínas mediante cambios transcripcionales).

Un repollo no puede suicidarse

Michael Levin, The Computational Boundary of a “Self”: Developmental Bioelectricity Drives Multicellularity and Scale-Free Cognition, Frontiers in Psychology, 2019

Chris Fields & Michael Levin Somatic multicellularity as a satisficing solution to the prediction-error minimization problem, 2019

lunes, 16 de marzo de 2020

Nulidad de operación acordeón por no respetar los derechos de un accionista privilegiado



Foto: Alfonso Vila Francés

Una de las situaciones más complicadas en la vida de una sociedad se produce cuando, años después de haberse adoptado, se anulan por un juez los acuerdos sociales que modifican el capital. Es en esos casos en los que se plantea de forma más aguda la cuestión de si la anulación del acuerdo de aumento o reducción de capital debe afectar a los acuerdos posteriores.

Tal es el caso de Laminados Aller. Los socios realizaron una operación acordeón en 2014 que infringía los derechos de uno de los socios – titular de acciones privilegiadas –. La Audiencia confirmó la anulación de los acuerdos de 2014 y exigió que se respetaran los derechos del accionista privilegiado en el sentido de que el acuerdo fuera adoptado con una doble mayoría porque las nuevas acciones – las emitidas como consecuencia del aumento de capital – no respetaban los privilegios que tenían sus acciones amortizadas como consecuencia de la reducción del capital a cero.

La cuestión es que, con posterioridad a 2014, la sociedad realizó otras operaciones sobre el capital. En 2019 se procede a dar ejecución a la sentencia de la Audiencia Provincial y los socios mayoritarios pretenden hacerlo modificando, simplemente, los términos de la operación acordeón de 2014 pero sin modificar ninguno de los dos acuerdos posteriores, es decir, simplemente emitiendo acciones privilegiadas y acciones ordinarias (clase A y clase B).

La DGRN se marca un largo speech sobre la sustitución de acuerdos nulos, habla incluso de la nulidad de la fusión, reproduce la RDGRN de 30 de mayo de 2013 y concluye dando la razón a la registradora
Debe, por tanto, confirmarse el criterio de la registradora al exigir que el acuerdo de reducción de capital con simultaneo aumento del mismo cumpla con los requisitos legalmente establecidos a los que se refiere en su calificación y se regularice la situación de la sociedad respecto de otros actos y relaciones afectados, especialmente el relativo a la reducción por pérdidas y simultáneo aumento del capital social hasta la cifra de 650.500 euros (acuerdo aprobado el 30 de abril de 2015, después de los acuerdos impugnados y declarados nulos), así como la reducción del capital en 278.530 euros -por condonación de dividendos pasivos- acordada el 24 de agosto de 2017, que constan en los asientos registrales (inscripciones 23.ª y 26.ª),
en los que el socio que impugnó y consiguió que se declarara la nulidad de los acuerdos de 2014
no pudo ejercer los derechos que le habrían correspondido como consecuencia de las acciones privilegiadas que en los acuerdos que ahora se pretende inscribir se le atribuyen. De lo contrario, como afirma la registradora en su calificación se vería frustrada la tutela judicialmente concedida a la sociedad «Sadim Inversiones S.A.».
Por lo demás, esa regularización pendiente no podrá llevarse a cabo desconociendo los derechos de titulares de las acciones creadas mediante el aumento de capital anulado y el posteriormente realizado podían actuar con base en la confianza legítima de que su relación societaria estaba válidamente constituida
O sea, una tarea difícil la que tiene Laminados Aller porque, por un lado, ha de asegurar a Sadim Inversiones que su posición en la sociedad no se vea disminuida por los acuerdos anulados ni los posteriores que no aprobó y, por otro, porque – en aplicación de la doctrina de la sociedad nula – ese acuerdo posterior de aumento de capital no puede ser tratado como inexistente. 

El matrimonio como socio único (es broma)



Foto: Alfonso Vila Francés
 
Un matrimonio constituye una sociedad limitada y los dos cónyuges asumen una parte del capital. En un determinado momento acuerdan que
«el ejercicio de los derechos y obligaciones inherentes a la condición de socio (correspondientes a las participaciones asumidas como gananciales por la mujer) sea ostentada desde este momento por el otro miembro de la sociedad de gananciales» –el marido–, lo que se hace constar en el libro registro de socios; y añaden que «como consecuencia de la atribución de la condición de socio anteriormente reseñada», el citado esposo ha quedado a todos los efectos como único socio de la sociedad, la cual ha adquirido carácter unipersonal y solicitan del registrador mercantil que haga constar en el Registro esa unipersonalidad sobrevenida.
El registrador suspende la inscripción solicitada porque, a su juicio, «la designación del ejercicio de los derechos de socio no implica la unipersonalidad (Art. 126 LSC)». La respuesta es sencilla: si marido y mujer eran socios y aunque hubieran asumido ambos las acciones para la sociedad de gananciales, en cuanto ésta no es una persona jurídica, no se convierte en socio. De manera que socio será el que figura como el que ha asumido o adquirido las participaciones. Por tanto, si la mujer quiere que el marido sea el socio único, tiene que transmitirle sus participaciones. No basta con una cesión referida al ejercicio de los derechos. Otra cosa es que haya que interpretar el pacto entre marido y mujer como una cesión de las participaciones con causa suficiente para producir el efecto transmisivo. Que es, probablemente lo que querían estos cónyuges. En efecto, no tiene sentido que en un caso así, el marido le compre (pague un precio) las participaciones a la mujer si, económicamente, pertenecen al patrimonio ganancial y los cónyuges quieren que sigan siendo gananciales, pero la DGRN lo descarta. 

Es la RDGRN de 20 de diciembre de 2019

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viernes, 13 de marzo de 2020

Manuel Toscano sobre “La política como vocación” de Max Weber



Simone Martini, I Uffizi

Dice Toscano, hablando de Weber, sobre las virtudes que deben adornar al político vocacional quela conferencia de Weber
… pone en evidencia los defectos de los políticos al uso. Su exposición de esos vicios profesionales confirma el argumento sobre el nexo necesario entre convicción, responsabilidad y mesura. El más común de esos defectos es naturalmente la vanidad, que Weber considera enemiga mortal de toda entrega a una causa y también de la mesura, en este caso con respecto a uno mismo. En no pocos casos, además, vienen a coincidir la carencia de convicciones y la falta de responsabilidad. Weber se fija en el demagogo que tiene que medir siempre el efecto que causa, lo que le lleva a comportarse como un actor vanidoso, más pendiente de la impresión que produce que de las consecuencias de sus actos. Cuando el afán de poder que caracteriza al político no está al servicio de una causa, cuando se convierte en un profesional del poder sin convicciones, ahí ve Weber el pecado mayor contra la política. Así los duros pasajes que dedica a los políticos de poder, detrás de cuyas formas ostentosas detecta la perfecta vacuidad de quien carece de fines y proyectos más grandes que su propia carrera. Como afirma, siempre tiene que haber una fe; sin ella los éxitos aparentemente más sólidos llevan consigo la “maldición de la inanidad”…
Y sobre la pretendida oposición entre ética de la convicción y ética de la responsabilidad
¿Quién puede juzgar cuándo un fin bueno justifica medios moralmente dudosos o efectos colaterales indeseables? ¿O cuándo el valor ejemplar justifica un acto a pesar de que la probabilidad de éxito sea mínima? Nadie puede responder de una vez por todas a preguntas así. Por eso no podemos prescribir cuándo obrar según una u otra ética. Pero su conferencia se dirige a estudiantes, pacifistas o revolucionarios, que creen obrar movidos por sus ideales. Y pone ante sus ojos verdades incómodas: que la política es lucha por el poder; que quien aspira al poder debe contar con los hombres como son, satisfaciendo pasiones e intereses poco nobles; o la irracionalidad ética del mundo, porque del bien no siempre se sigue el bien y el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Lejos de juzgar inferior una ética de la convicción, lo que hace Weber es dudar de la solidez y consistencia de muchos de los que dicen seguirla. En cambio, le parece admirable quien, llegado a un cierto punto, sintiendo la responsabilidad por las consecuencias, dice como Lutero: “no puedo hacer otra cosa, aquí me detengo”. Entonces la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción deben contemplarse en realidad “como elementos complementarios que han de concurrir para formar al hombre auténtico, al hombre que puede tener vocación política”. Una conclusión bien lejos del cliché.

Manuel Toscano, Max Weber: la convicción y la responsabilidad, Letras Libres 2017

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