Ulbricht se aferraría a esa fe muy simple y muy clara por el resto de su vida. Cuando comenzaron los juicios de Moscú a finales de la década de 1930, apoyó fervientemente la persecución de Stalin contra los <<Trotskistas espías del fascismo nazi>>. Nunca le molestó el hecho de que tantos de sus camaradas alemanes terminaran en el Gulag, y quizás no por accidente. Ulbricht se benefició directamente de la detención de docenas de destacados comunistas -hombres con más formación y experiencia que él- ya que su desaparición facilitó su propio ascenso al poder. En 1938, tras una serie de arrestos particularmente crueles, se convirtió en el representante del partido comunista alemán ante la Comintern y se trasladó a Moscú.
Incluso después de la firma del pacto Hitler-stalin en 1939, se aferró a su apoyo a Stalin. Este pacto provocó una gran crisis entre los comunistas alemanes, la mayoría de los cuales eran apasionados y genuinos antinazis. Ulbricht fue uno de los pocos que no vaciló. Incluso después de que Stalin enviara a varios cientos de comunistas alemanes a los campos de concentración de Hitler a petición de Hitler, Ulbricht continuó clamando contra el antifascismo "primitivo", es decir, antifascismo que no permitía matices como llegar a pactos con los fascistas. Quizás fue entonces cuando se ganó la confianza del dictador soviético.
Anne Applebaum, Iron Curtain: The Crushing of Eastern Europe, 1944-1956, p 44.
“Reading and thinking. The beauty of doing it, is that if you’re good at it, you don’t have to do much else" Charlie Munger. "La cantidad de energía necesaria para refutar una gilipollez es un orden de magnitud mayor que para producirla" Paul Kedrosky «Nulla dies sine linea» Antonio Guarino. "Reading won't be obsolete till writing is, and writing won't be obsolete till thinking is" Paul Graham.
Páginas
▼
No hay comentarios:
Publicar un comentario