Estimada Marian:
Según la sección de “Transparencia y calidad” (p. 44) de la Memoria 2024, el reparto del origen de los ingresos (financiación) de HOGAR SÍ es: subvenciones públicas 61,24 %, contratos públicos 30,35 %, financiación privada 5,57 % y financiación propia 2,84 %; en conjunto, el 100 % de los ingresos. Esto significa que más del 90 % son fondos públicos, lo que se explica, por un lado, porque los impuestos y cargas sociales crecen sin cesar (lo que reduce 'las ganas' de los particulares para hacer donaciones) y, porque en España estamos privatizando la prestación de los servicios sociales. Y lo estemos haciendo porque "no hay otra": las Administraciones Públicas son incapaces de prestar estos servicios con un mínimo de eficacia. Es lo que se llama en la jerga pérdida de capacidad estatal.
Y la cuestión que me parece crecientemente preocupante es que las administraciones públicas están delegando esas tareas en ONGs, cuya eficiencia - cuando no 'limpieza' - es discutible. No me refiero a Fundaciones como HogarSí. Me refiero, por ejemplo, a la gestión de los MENAs y la asistencia a los inmigrantes irregulares (muchos de los cuales acaban durmiendo en la calle). Hemos leído que organizaciones próximas a partidos políticos y carentes de experiencia han recibido enormes subvenciones públicas en Canarias para atender a los inmigrantes irregulares, subvenciones que han acabado en los bolsillos de los que controlaban estas organizaciones y, lo que es peor, a mi juicio, han proporcionado un servicio pésimo a los beneficiarios. No tengo que recordar cómo gestionaron los poderes públicos la presencia masiva de gente sin hogar en el aeropuerto de Barajas.
Algunas noticias negativas sobre dar dinero a organizaciones sin fines de lucro sin restricciones. Las donaciones en efectivo sustanciales e imprevistos simplemente llevaron a las fundaciones a dividir el dinero entre actividades en expansión y pagar más a ejecutivos y empleados.
Creo que, igual que ha ocurrido con la sanidad privada, o la seguridad privada, o el transporte privado, o la educación privada, si la Sociedad civil se va a encargar de prestar servicios públicos ha de hacerlo dedicando a ello organizaciones empresariales de la máxima eficiencia. Y esa eficiencia sólo se puede lograr si las organizaciones que pretenden prestar esos servicios están en competencia en el 'mercado' correspondiente. Por ejemplo, yo creo que Madrid dispone de la mejor sanidad privada de España (y probablemente de Europa) porque empresas muy eficientes (con ánimo de lucro) como el grupo Quirón o los hospitales Madrid o Sanitas, Asisa, Adeslas, Mapfre o la Clínica Universitaria de Navarra proporcionan esos servicios y lo hacen en competencia. Lo mismo ocurre con el transporte aéreo o incluso con la seguridad (Prosegur, Securitas...).
Recurrir exclusivamente a organizaciones sin ánimo de lucro reduce la eficiencia en la prestación de los servicios sociales. Los costes de "agencia" pueden ser muy elevados, la profesionalidad muy escasa y las posibilidades de fraude y de apropiación de los fondos por los que controlan esas organizaciones, muy elevadas. Repito: no me refiero a HogarSí. Si lo creyera no sería socio.
Lo que me gustaría, en primer lugar, es que las fundaciones más eficientes fueran las que, compitiendo con las menos eficientes y menos honradas, recibieran todas las subvenciones. Y para "disciplinar" a estas, la proporción de sus ingresos que proceden de particulares debería ser lo más alta posible, bien en términos absolutos, bien en número de individuos que donan a la organización. Los donantes podrían 'monitorear' o supervisar lo que hacen estas organizaciones como los accionistas o los consejos de administración lo hacen con las sociedades anónimas. Los donantes podrían tener 'voz' y, sobre todo, 'salida', cambiando la organización a la que donan.
Y si creo esto es porque creo que las administraciones públicas ni siquiera son capaces de "elegir bien" a qué organización privada entregar los fondos para prestar estos servicios. No ya por corrupción, sino porque los cargos públicos que toman las decisiones no tienen la información necesaria ni los incentivos para elegir a los mejores proveedores y, aunque los tuvieran, es posible que no haya en el 'mercado español' organizaciones sin ánimo de lucro / no gubernamentales suficientemente profesionalizadas que puedan prestar esos servicios.
En segundo lugar, y para asegurarnos de que los más vulnerables están atendidos razonablemente, necesitamos que las organizaciones privadas que prestan efectivamente los servicios sociales sean de una eficiencia comparable a las empresas privadas que prestan servicios como los relacionados con la salud, la seguridad, el transporte o la educación. Y la estructura organizativa, la competencia en el mercado y los incentivos de los que prestan esos servicios lo son todo para garantizar dicha calidad.
La conclusión es que sería eficiente algún tipo de 'fusión parcial' entre organizaciones como la vuestra y compañías privadas. Estoy pensando en 'divisiones' de estas compañías privadas que se dediquen a este 'nicho' del mercado en joint ventures con organizaciones como la vuestra, divisiones que deben ser rentables. Los pobres son pobres porque no disponen de mercados que les proporcionen los bienes y servicios que desean y necesitan.
Esto cuadraría perfectamente con una 'responsabilidad social corporativa' bien entendida porque el objetivo de estas empresas privadas debería ser prestar el servicio social correspondiente con la mejor relación calidad precio posible. Para eso sirve la competencia, para descubrir quién puede producir un bien o prestar un servicio que satisface óptimamente una necesidad al menor coste posible. Por ejemplo, quizá tendría más sentido asociaros con la empresa de limpieza más eficiente del mercado que organizar una empresa de limpiadoras. Quizá tiene mucho más sentido que os asociéis con la SOCIMI de residencias más eficiente del mercado que constituir una de gestión de residencias. Lo propio respecto de la asistencia psiquiátrica o cualquiera de los servicios que prestáis a los sinhogar. ¿No sería fantástico que los individuos sinhogar fueran tratados en una clínica psiquiátrica como si fueran 'clientes' o 'pacientes' de pago?

No hay comentarios:
Publicar un comentario