Páginas

lunes, 13 de octubre de 2025

Las joint-ventures se constituyen como respuesta a resultados deficientes y mejoran estos si tienen orientación tecnológica y relaionada con las propias capacidades. La estructura de control (mayoría frente a 50/50) es decisiva.


 

En promedio, las joint ventures en las que participaron empresas neerlandesas cotizadas en el período 1987-1998 generaron valor. Es significativo que las compañías tendían a entrar en joint ventures cuando su desempeño era inferior al adecuado. Las estadísticas muestran que, en promedio, la rentabilidad de la empresa estaba por debajo de la media del mercado bursátil en los años previos al anuncio de la joint venture y explica la relación negativa entre rentabilidad y actividades de joint venture observada por Berg y Friedman (1977). Nuestros resultados demuestran que las empresas ya estaban teniendo un desempeño deficiente antes de decidir entrar en una joint venture y que las decisiones de joint venture fueron una reacción a los malos resultados, no su causa. En tiempos difíciles, cuando el valor para el accionista se deteriora, las joint ventures pueden ofrecer rayos de esperanza... 

... Las joint ventures orientadas al desarrollo tecnológico tienen un mayor impacto en el valor de mercado de la empresa que las joint ventures orientadas al desarrollo de mercados (marketing y distribución)... Cuanto menos relacionadas estén las actividades de la joint venture con las de la empresa matriz, menos entusiasta será la reacción del inversor. Para crear valor para el accionista es esencial que la empresa utilice sus capacidades centrales (core competences). A medida que la joint-venture se dedica a actividades que tienen menos que ver con aquellas, más es la desconfianza en que la joint-venture aumente el valor de la matriz. Además, hay menos potencial para que la joint venture afecte a las actividades principales y, dado que la mayor parte del valor corporativo proviene de esas actividades, una joint venture distante tiene menos probabilidades de generar un impacto significativo. Parece que existe un grado óptimo de diversificación para las joint venture. Los inversores suelen mostrarse contrarios a que las empresas utilicen joint ventures con fines de diversificación intensa. 

Cuando el socio extranjero proviene de un país con una puntuación alta en individualismo (según índices culturales como Hofstede), la reacción del mercado es positiva. Es decir, los inversores interpretan que asociarse con un socio “individualista” aporta ventajas (por ejemplo, mayor orientación a resultados, innovación, autonomía en la gestión). Además, si el socio procede de una economía fuerte (China) y su sede de negocios es atractiva, se percibe como un refuerzo estratégico. En este sentido, 

"el tamaño del socio tiene un efecto fuerte en el desempeño de una joint venture. La variable es altamente significativa y positiva para todos los criterios de rendimiento. En su estudio cualitativo, Bleeke y Ernst (1993) concluyeron que un socio más fuerte es un requisito para una joint venture exitosa. Los resultados de la regresión y las pruebas univariantes respaldan esta teoría. Los resultados de este estudio muestran que asociarse con socios relativamente grandes produce mayores efectos sobre la riqueza. Para las empresas más pequeñas, la joint venture puede subrayar el valor de su propuesta de negocio mediante la aceptación por parte de socios más grandes. El impacto inicial de asociarse con socios pequeños no parece ser muy alto. Cuando existe gran entusiasmo en torno a una joint venture con un socio pequeño, esto puede atribuirse a la promesa de tecnología o innovación.

¿50/50?

Los anuncios de joint ventures con participaciones desiguales generan mayores efectos sobre la riqueza que aquellos con participaciones iguales (50/50). A partir de los datos observados, parece que las joint ventures con una distribución igualitaria reciben una prima negativa. Las participaciones minoritarias obtienen en promedio efectos positivos sobre la riqueza, pero muestran menor significación en las pruebas de regresión multivariante. La valoración de una joint venture es especialmente positiva para las empresas que tienen una participación mayoritaria. Una participación mayoritaria otorga a la empresa una posición dominante en la colaboración, asegurando que tenga más control sobre el logro de los objetivos de la joint venture.

Si el valor que gana el socio mayoritario se extrae del minoritario, deberíamos ver que cuando la empresa analizada es minoritaria, la reacción del mercado es negativa. ¿Qué dice el trabajo? Que cuando es socio mayoritario, el efecto es positivo y significativo. Cuando es minoritario, sin embargo, no hay efectos significativos, es decir, entrar de minoritario en una JV no tiene un efecto negativo. Efecto negativo que sí aparece cuando una sociedad cotizada entra en una JV al 50 %. La conclusión sería que el riesgo de ser expropiado es menos importante que el riesgo de bloqueo (y el de maniobras estratégicas por parte de ambos socios que destruyen valor) y, por tanto, que los inversores valoran la claridad en el control 

Schut, Gertjan and van Frederikslust, Ruud A.I., Shareholders Wealth Effects of Joint Venture Strategies (June 30, 2015). Multinational Finance Journal, Vol. 8, No. 3/4, p. 211-225, 2004

No hay comentarios:

Publicar un comentario