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miércoles, 3 de diciembre de 2025

Finanzas en China entre los siglos XVII y XIX



El protagonismo de las casas de empeño que, a diferencia de las europeas, no solo daban crédito al consumo sino también crédito comercial. Los particulares empeñaban objetos personales en garantía y los comerciantes las mercancías cuya adquisición financiaban con el préstamo que les otorgaba la casa de empeños. Los autores explican que las casas de empeño "se convirtieron en la institución financiera primaria en el período tardío de la dinastía Ming (1573-1644). 
Aunque el negocio básico de las casas de empeño era proporcionar préstamos de pequeña cuantía a los residentes urbanos en ciudades comerciales. Por ejemplo, Pekín tenía miles de casas de empeño, y Linqing, un centro comercial a lo largo del Gran Canal, también contaba con cientos de casas de empeño. (también financiaban a los comerciantes)... Los comerciantes podían obtener capital circulante en las casas de empeño, usando las mercancías como garantía, Además, eran casas de cambio.
¿Cómo se aseguraban los financiadores que los prestatarios cumplían?: la responsabilidad colectiva: 
Los comerciantes de Huizhou operaban en regiones lejanas, lo que generaba riesgo para quienes, en Huizhou, les prestaban dinero o hacían negocios con ellos... Para reducir ese riesgo, existía una práctica informalsegún la cual, si un comerciante de Huizhou incumplía, las autoridades podían presionar a su familia o clan en el lugar de origen. Esto no era una norma codificada con precisión, sino una expectativa social y administrativa: la familia podía ser “involucrada” en el litigio, sufrir sanciones o verse obligada a contribuir a la solución. Para los acreedores, esto funcionaba como una garantía: el comerciante no podía simplemente desaparecer, porque su familia quedaba expuesta. Para la familia, significaba un riesgo colectivo: la reputación y los bienes familiares podían verse comprometidos... las autoridades o la comunidad podían ejercer presión sobre el grupo local relacionado con el infractor. 
Cuando un comerciante foráneo hacía negocios en una región, solía haber intermediarios locales que facilitaban la operación. Si el comerciante incumplía, los jueces tendían a imponer responsabilidad a esos intermediarios, porque eran considerados garantes implícitos. Esto protegía al comerciante no local frente a abusos, pero también generaba incentivos para que los intermediarios vigilaran la conducta del foráneo.

En Occidente, también existía la institución de la responsabilidad colectiva pero, a diferencia de China, a los que se hacía pagar no era a los parientes del comerciante moroso, sino a los de su "nación", es decir, si un genovés dejaba de pagar a un comerciante londinense en Londres, los comerciantes londinenses boicoteaban a todos los comerciantes genoveses en Londres. V., Sancionar al grupo para inducir el cumplimiento individual. Y también existió la práctica de la "amistad mercantil" que llevaba a un comerciante local a pagar las deudas de un comerciante foráneo. Cuando el crédito lo es todo, la reputación de buen pagador, también.


Sobre esta base, los autores dicen que el sector financiero, a finales de la dinastía Ming, había alcanzado el nivel superior descrito por Braudel que permite calificar a una Economía como capitalista.

Por desgracia, la prolongación de las guerras, las hambrunas y la fuerte carga fiscal derivada de la presión del gasto militar dañaron gravemente el comercio y las finanzas durante los últimos años de la dinastía Ming y los primeros de la dinastía Qing. Aunque la crisis llevó al Estado a prestar mayor atención a los recursos financieros de los comerciantes, los esfuerzos fiscales de la corte Ming no se tradujeron en éxitos militares; el efecto negativo directo de las guerras civiles y de los conflictos entre las dinastías Ming y Qing fue mucho más severo y contrario al modelo de Estado fiscal-militar prevalente en Europa en el mismo período. Sin embargo, cuando el orden social se estabilizó, el sector financiero se recuperó rápidamente y adoptó una nueva configuración en el siglo XVIII.

Los bancos locales sustituyeron a las casas de empeño en el siglo XVIII 

... Con el ascenso de la plata como principal moneda, surgieron al final de la dinastía Ming organizaciones encargadas del cambio de plata. Tras la estabilización del bimetalismo entre plata y monedas de cobre en el siglo XVIII, los bancos nativos (qián zhuāng) y las casas de plata dedicadas al cambio monetario y a la fundición de plata también prosperaron. De este modo, entraron en el ámbito de la oferta monetaria y consolidaron este papel mediante actividades financieras que incluían la emisión de diversos billetes, el establecimiento de estándares monetarios regionales y la creación de crédito....  Las casas de empeño ampliaron sus actividades en el interior del país. En las grandes ciudades, sus servicios se redujeran y quedaran limitados a préstamos para consumo ordinario.  

Los bancos de giro (piào hào, pago y crédito mediante transferencias contables) aparecen en el siglo XVIII y alcanzan su punto máximo en la primera mitad del siglo XIX. Estos bancos introdujeron las innovaciones financieras que aparecen en Occidente mucho más tempranamente (recuérdese que las ferias medievales eran los lugares donde los comerciantes compensaban y liquidaban sus deudas y créditos recíprocos lo que permitía que los intercambios tuvieran lugar a crédito).

... se formó un sistema de crédito en el que los préstamos se liquidaban según el ciclo del transporte de plata a larga distancia (biāo qī). A través de este sistema, los comerciantes operaban diariamente sus negocios a crédito. Conjuntamente y de manera periódica, saldaban sus deudas cuando la plata llegaba a puertos específicos. Este mecanismo reducía considerablemente el coste y el tiempo del transporte de plata y aumentaba la velocidad de circulación del dinero.  

El papel de los clanes 


Tras la reforma fiscal de mediados de la dinastía Ming, las obligaciones tributarias y laborales que antes se gestionaban colectivamente por el clan se transformaron en cuotas individuales en plata que debían pagar cada uno de los miembros del clan y en compensaciones monetarias para quienes estaban sometidos a la obligación fiscal en especie, es decir, tenían que trabajar gratis para el Estado (corvée). Esta “desmutualización” generó tensiones de liquidez: no todos los miembros podían aportar su parte en el momento exigido, pero eso al Estado no le importaba, ya que su deudor no era solo el individuo sino también el clan. Para resolverlo, los clanes crearon fondos comunes y mecanismos de crédito interno, mediante los cuales los miembros con excedentes —o el propio fondo del clan— adelantaban plata a quienes carecían de recursos, recuperando posteriormente el importe con interés. Este sistema convirtió el capital del clan en capital financiero y al clan en una cooperativa de crédito: los miembros del clan podían recibir crédito de éste y depositar sus fondos en el clan. 


Las casas de empeño


En este punto, el papel de las casas de empeño fue crucial. De forma semejante a los montes de piedad - y las cajas de ahorro después -, los que tenían excedentes - los ahorradores - depositaban sus fondos en una casa de empeño que lo utilizaba, como se ha visto, para dar crédito al consumo y crédito comercial. Durante el período Ming, los clanes y familias acomodadas —especialmente en regiones como Huizhou— canalizaron grandes cantidades de su riqueza hacia las casas de empeño, utilizándolas como vehículo para invertir capital y obtener rentabilidad. En la dinastía Qing, esta práctica se consolidó y se amplió con el depósito en estas casas de empeño de los fondos de instituciones públicas y benéficas. El propio Departamento de la Casa Imperial (Nèiwù Fǔ) utilizó los excedentes de plata del Estado para operar casas de empeño que concedían préstamos a comerciantes privilegiados (sal, cobre), reforzando la interdependencia entre Estado y agentes privados.


La invención de la libreta de ahorro 


Entre partes que tenían transacciones repetidas, llevar la contabilidad de esas relaciones era especialmente valioso. La innovación consistió en la libreta de ahorro (píng zhé), una libreta emitida por un comerciante (un tendero) a clientes habituales en la que se "apuntaba" - registraba cada transacción a la vez que se registraba en paralelo en la contabilidad del comerciante. Esto facilitaba la prueba de la transacción y de sus términos, evitaba redactar contratos individuales y facilitaba la compensación de las deudas recíprocas. El cliente que había entregado fondos al tendero podía cobrar intereses por el saldo a su favor reflejado en la libreta o cartilla; podía comprar bienes a crédito en la propia tienda,  sin retirar efectivo, con interés nulo o muy bajo. Y con esto se eliminaban los costes y riesgos del pago en efectivo, que en aquella época, era pago en plata, que debía ser transportada. Se vinculan, además, el crédito y el ahorro porque los depósitos del público sirven al tendero para dar crédito a los que lo necesitan. 

El desarrollo de la letra de cambio y el giro bancario 

¿Qué ocurre en Ningbo en el siglo XIX? Los bancos nativos enviaban un libro de cuentas al depositante. Para transferir fondos a otro cliente en otro banco, el depositante anotaba en su libro el nombre del banco receptor, el beneficiario y el importe, y entregaba el libro a su banco. ¿Es un endoso? Sí, funcionalmente: cuando el depositante entrega su cartilla con la anotación, está dando una orden irrevocable al banco para pagar a un tercero. Esa anotación funcionaba como orden de pago, y los bancos liquidaban todas las transferencias en una cámara de compensación nocturna. Esto reducía costes y generaba un sistema de compensación multilateral. Consecuencia: aparece el mercado interbancarioTras la compensación, los saldos netos determinaban la posición de cada banco. Los bancos deficitarios pedían préstamos a los superavitarios. Es decir, la práctica contable se convierte en infraestructura financiera. 

Pero el instrumento más importante fue la bill (letra o pagaré comercial) que tenía la ventaja de que su fácil circulación. Puede ser transmitida varias veces antes de la fecha de vencimiento y, por tanto, pago. Para reducir los riesgos de pérdida o falsificación, el emisor debía conservar registros en su contabilidad. La letra de cambio en China no surge de la imitación de la europea, sino como evolución interna de prácticas contables: primero cartillas, luego órdenes de pago anotadas (¿anotaciones en cuenta?), finalmente documentos (bills) que circulan como títulos-valor.

 Tipos de interés 

Aunque los tipos de interés chinos seguían siendo más altos que los de descuento en Inglaterra y Países Bajos, eran similares a las de EE. UU. y Japón tras la Restauración Meiji. Esto desmiente la idea de estancamiento financiero: la convergencia y descenso de tasas indican que China desarrolló un mercado de capitales funcional antes de la llegada de bancos modernos. La reducción sostenida del tipo de interés comercial y la aparición de mercados interbancarios muestran que el sector financiero chino no era “precapitalista” en el siglo XIX. Las dificultades posteriores para industrializarse no se explican por un supuesto atraso financiero, sino por factores institucionales y políticos.



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