Michelangelo Morlaiter 1766 su un finto balcone Palazzo Grassi a Venezia
En esta conferencia, Noel Malcolm, uno de los mayores
especialistas en Hobbes se pregunta si el autor del Leviatán es o no liberal. Y
responde que, en Hobbes, el papel del Estado “es proporcionar un marco de
seguridad dentro del cual los ciudadanos, individualmente, puedan buscar –
perseguir – cualquier objetivo que deseen”. Recuérdese el art. 10 CE, el art. 2.1
de la Ley Fundamental de Bonn (“libre desarrollo de la personalidad”) y el
Preámbulo de la Constitución estadounidense. Así pues, el punto de partida es
liberal. Sucede, sin embargo, que también
“el poder del estado hobbesiano puede ser total, en el sentido de que no hay áreas de la vida temporal que escapen al poder de éste si el soberano lo considera necesario. Pero Hobbes no ofrece ningún argumento para usar ese poder de una manera totalitaria, es decir, para enrolar a todos los aspectos de la vida de los ciudadanos en un proyecto político global”
Añade Malcolm que
Hobbes difiere mucho de la tradición liberal posterior, ya que el individuo sólo conserva un derecho inalienable, el de buscar su propia preservación o supervivencia. Pero aún así, el hecho es que Hobbes enseñó a la gente a pensar de una manera nueva sobre los fundamentos del poder político, por medio de una teoría que comienza con los derechos del individuo y luego utiliza un mecanismo consensual para fundar un gobierno válido.
Por lo que no puede decirse que “el propósito del estado
hobbesiano sea aplastar a la gente”. Más bien “crear un marco de orden y
justicia en el que la gente pueda prosperar y perseguir sus fines individuales”,
de lo que serían prueba los muchos pasajes en los que Hobbes advierte de la
necesidad de frenar a los poderosos y de cómo amenazan sus pretensiones y
privilegios a la paz social (“La gente común no debe ser provocada ni siquiera
por reyes; mucho menos por conciudadanos por poderosos que sean”).
La intriga sigue estando en la siguiente pregunta – dice Malcolm
– “¿cómo es posible defender a los súbditos contra el poder del soberano
"absoluto" de Hobbes?” Malcolm contesta como sigue:
La pregunta es ciertamente pertinente, pero impide ver cuán importante es, para Hobbes, que el soberano tenga suficiente poder para proteger a sus súbditos de potenciales opresores dentro del estado (así como de los que están fuera de él). El punto central aquí -que una de las funciones vitales del poder estatal es proteger a los ciudadanos individuales de grupos, instituciones o individuos opresivos dentro del Estado- es, en mi opinión, una parte importante de la tradición política liberal moderna. Los opresores pueden adoptar muchas formas: los terratenientes feudales, las organizaciones religiosas, la institución de la esclavitud, las relaciones sexuales coercitivas en la familia, etc. Como demuestran los grandes programas de reforma liberal de los siglos XIX y XX, el Estado y sólo el Estado tiene el poder necesario para proteger a las personas contra estas fuerzas opresoras, el poder de contrarrestar o eliminar su poder.
Esta reflexión de Malcolm tiene interés. En el siglo XVII, en una sociedad
policorporativa donde el individualismo es incipiente, atribuir más poder
al Estado (recuérdese cómo el Rey protege a los judíos
frente a las ciudades y a los campesinos
frente a éstas) tiene sentido por el enorme poder que todavía tienen los
grupos y las corporaciones. Cuando se afianza el absolutismo, las revoluciones
liberales tendrán como objetivo controlar el poder del Estado. La Revolución
Francesa acabó con todos los cuerpos intermedios y, como dirá Saleilles, dejó
al individuo inerme frente al Estado.
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