El Papa Clemente VII estableció en 1523 la Fabbrica di San Pietro como organización encargada de la construcción de la Basílica de San Pedro. Sigue hoy encargada de la conservación del edificio. Unos economistas han buceado en sus documentos para averiguar cuánto se pagaba, entre el siglo XVI y el XIX a los obreros que construyeron la basílica y comparar sus salarios con los de los albañiles ingleses. Su objetivo es refutar o confirmar la famosa tesis de Allen sobre las causas de la Revolución Industrial. Esta se produjo en Inglaterra – dice esta tesis – porque los elevados salarios ingleses, en comparación con los del continente europeo, estimularon la inversión en bienes de capital, esto es, en maquinaria (una de las muchas críticas, aquí y otra aquí y un resumen de las críticas aquí). Los autores encuentran que no es tal el caso en lo que a los jornales de los trabajadores de la construcción se refiere. Los salarios romanos y los ingleses – estudiados por Judy Stephenson para el siglo XVIII – eran semejantes. Pero, añaden los autores, este semejante nivel de salarios no refuta la tesis de Allen porque, en realidad, los salarios del sector de la construcción no son representativos. La razón:
El sector de la construcción en todas partes era comparativamente pequeño, muy sensible a las fluctuaciones económicas, y a menudo caracterizadas por la estacionalidad. La demanda de trabajadores de la construcción por lo tanto, variaba mucho, de año en año e incluso de día en día. Faltan estadísticas sobre la jornada laboral en términos anuales, los estudios anteriores simplemente suponían que los trabajadores de la construcción en todas partes siempre podían trabajar 250 días al año (por ejemplo, Allen 2001). Pero investigaciones recientes han cuestionado esta suposición, lo que demuestra que los trabajadores de la construcción en el siglo XVIII en Londres rara vez conseguían trabajar más que 100 días al año (Stephenson 2018b) y aún menos días en Malmö (Suecia) en la Edad Moderna. En Francia, los trabajadores de la construcción tenían que buscar trabajo en varias obras cada año y, en el caso de la mano de obra menos especializada, incluso en la agricultura, para trabajar 250 días. No es de extrañar, por tanto, que los trabajadores de la construcción de los primeros tiempos de la Edad Moderna formaran parte a menudo de un equipo que se desplazaba de ciudad en ciudad conforme los proyectos de construcción terminaban… los salarios de Stephenson ajustados a la baja en Londres combinados con el Saqueo de Roma que supuestamente elevó los salarios romanos hacen de la antigua capital del Imperio Romano un candidato potencial para desafiar la posición de Londres como la ciudad europea más costosa en mano de obra al inicio de la Revolución Industrial.
En otro estudio, este de la documentación disponible sobre los salarios pagados a los obreros y albañiles que construyeron el Palacio Real de Madrid, los autores concluyen que, en contra de lo afirmado por Hamilton – del que obtiene los datos Allen –, aunque para los trabajadores no cualificados los salarios de Hamilton son correctos,
los salarios de los albañiles del Palacio Real son notablemente más altos que los estimados por Allen -entre el 21% y el 45% por encima, dependiendo de la serie que usemos como referencia-.Mauro Rota and Jacob Weisdorf, Why was the First Industrial Revolution English? Roman Real Wages and the Little Divergence within Europe Reconsidered 2019
Mario García-Zúñiga y Ernesto López Losa, Building Workers in Madrid (1737-1805). New Wage Series and Some Methodological Issues, 2018