Mientras que es posible… que un contrato le atribuya un derecho a un tercero, no puede imponérsele una obligación o privarlo de un derecho. Por esta razón, si una persona promete a otra el hecho de un tercero, el tercero no está en modo alguno obligado si no se adhiere a tal estipulación. Obligado está el promitente, el cual deberá hacer lo que haga falta para inducir al tercero a cumplir el hecho prometido.Pero si el tercero se niega a cumplir, el promitente deberá indemnizar a la otra parte, aunque haya hecho todo lo que estaba en su mano para convencer al tercero.Por ejemplo: un mandatario desea celebrar un contrato que no entra en el ámbito del poder que ha recibido del mandante; como la otra parte duda de si celebrar o no el contrato ante el riesgo de que el principal no quede obligado, el mandatario le promete que el mandante ratificará el contrato. O por ejemplo: algunas personas, que se proponen constituir una sociedad anónima, celebran un contrato el nombre de esta y prometen a la otra parte que la sociedad anónima una vez constituida ratificada el contrato. Otro ejemplo: el vendedor de un terreno promete al comprador que el Ayuntamiento emitirá la licencia urbanística oportuna. En resumen promete resarcir el daño en el caso de que la licencia no sea otorgada
O, por ejemplo, puede añadirse, si en un pacto parasocial se incluye una cláusula de tag along, el obligado – normalmente el socio mayoritario – se está obligando frente a los socios minoritarios a lograr una conducta de un tercero (el que le compre sus acciones o participaciones): que adquiera, también, las de los otros socios.
Pietro Trimarchi, Istituzioni di Diritto Privato, 23ª edición, 2020
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