fuente: @_combarro_ Desde 2019, España es el país de este grupo cuya población total ha crecido más, gracias sobre todo a la inmigración, mientras que el Reino Unido, aunque ha aumentado menos en población total, ha registrado un incremento proporcional mayor en inmigración permanente que España. ¡Y para evitar eso votaron por el Brexit!
En breve
Richard Posner sobre las diferencias entre civil law y common law en relación con el derecho de los contratos “Los curas no se toman el incumplimiento de la palabra dada tan a la ligera como los mercaderes, pero, por otra parte, no están tan familiarizados con usos de comercio como la disponibilidad de opciones de compra o venta"; Davidson sobre la diferencia entre la "incertidumbre" keynesiana y la incertidumbre knightiana. El problema del comunismo no es solo lo de 'right theory, wrong species' de Wilson. Es que no escala bien (Carr). Solo el capitalismo escala bien (Pseudoerasmus) Si algo no escala bien, déjalo fuera del mercado (Polanyi). ¡Qué inútil este artículo!. Una prueba más de que el razonamiento sin 'barandillas' proporcionadas por el pensamiento sistemático produce cualquier disparate. Otro ejemplo del fascismo nacionalista. Un poco de humor Por qué no tener una cita romántica con un alemán (con un poquito de Derecho Europeo); Empate; No sé si funciona: Cierra tu ojo derecho durante cinco segundos después de leer un texto para aumentar tu capacidad de memorización. Correlación hay, causalidad... no sé: Cuando estás aprendiendo alguna habilidad nueva, tienes que parecer tonto (torpe, inútil, incapaz). Porque nadie nace sabiendo y la mejora es la mejor indicación de que has aprendido lo que implica que empiezas actuando como un tonto. "Un mexicano nace donde le da la rechingada gana" (Chavela Vargas, que nació en Costa Rica)
Las sociedades libres se convierten en víctimas de su propio éxito, soportando una autocrítica implacable de una forma que las sociedades no libres en gran medida evitan. Un viejo chiste soviético capta el mensaje mejor que yo: un estadounidense le dice a un ruso: "En EE.UU., tenemos libertad de expresión. Incluso podría acercarme a la Casa Blanca y gritar: '¡Ronald Reagan, vete al infierno!'" El ruso responde: "Oh, pero eso también lo tenemos — podría acercarme al Kremlin y gritar: '¡Ronald Reagan, vete al infierno!'"
Todo se está convirtiendo en televisión, Derek Thompson
Cuando todo se convierte en televisión, lo que desaparece no es la inteligencia (aunque parece que también desaparece), sino algo más... parecido a la introspección
Jorge San Miguel en Letras Libres: activismo de izquierdas y activismo de derechas ¿qué los diferencia?
La derecha está mal preparada, o lo ha estado hasta ahora, para competir en ese terreno –aunque a veces lo intente. Porque apenas tiene capilaridad, ni real ni inventada. Y porque habita, a menudo sin saberlo, los escenarios morales de la izquierda. También tiene mucho que ver con la pereza: todo es un lío y tarde o temprano sucede lo que ha de suceder. Tiene en esto, la derecha, algo de fatalismo islámico
Yo creo que ser activista de derechas está mal visto por la derecha. Es de vagos. Un activista de derechas tiene que ganarse la vida "en el mercado". El activista de izquierdas, por el contrario, vive del presupuesto público. Así que, con los activistas de derechas, al menos sabemos que hay alguien dispuesto a pagar (willigness to pay) por su "producción". Eso hace que no podamos verificar si el activismo de izquierda aumenta el bienestar social porque "no lo pagan" los que presuntamente se benefician del mismo. Lo pagamos todos los ciudadanos.
Rieff entrevistado por Gascón: lo woke
Hay tres dimensiones de lo woke. La idea clave, para empezar, es la encarnación de una subjetividad radical. De ahí el título del libro. Tus deseos van a determinar tu destino. Ni tu ADN, ni tus circunstancias materiales, ni que seas feo o guapo: eso no importa. Tienes en ti mismo la posibilidad de determinar tu identidad y tu futuro. Y, obviamente, puedes cambiar tus identidades y “tus futuros” (con un plural entre comillas). Es una versión de la subjetividad radical que empezó con el movimiento freudiano desde finales del siglo XIX. Solo que ahora se traslada a la política o al menos a la vida social.
... lo woke es una amenaza existencial a las humanidades. Unas humanidades sin universalismo es un imposible. Se ve en antropología, en sociología, etcétera. Ahora parece que todo consiste en el estudio de uno mismo. Esto es un juicio, no es un hecho, obviamente. Pero considero que lo woke constituye una amenaza existencial a la cultura. Obviamente, no amenaza al capitalismo ni a muchas otras cosas.
Musa al-Gharbi vía Rob K. Henderson
"Las personas con un fuerte sentimiento de victimización pueden ser especialmente inadecuadas para ocupar puestos de poder; el poder puede tener una influencia excepcionalmente corruptora en las personas que se ven a sí mismas como víctimas."
Los pedabobos y el aprendizaje de las matemáticas (Bloomberg Jessica Carl)
«Hay muchas razones por las que las escuelas estadounidenses están fracasando en la enseñanza de las matemáticas: aversión a los exámenes estandarizados, poderosos sindicatos de profesores, absentismo crónico e inflación de calificaciones, por nombrar algunas», escriben. Es imposible arreglar todo eso de la noche a la mañana, pero los editores creen que sería prudente empezar por lo más alto: las facultades de formación docente. Los futuros educadores están recibiendo enseñanzas basadas en “teorías pasajeras” que están a años luz de las estrategias de “me llevo una” con las que sus padres aprendieron a sumar. En su lugar, están “descomponiendo” sumandos, clasificando números en burbujas y usando juguetes sensoriales para multiplicar.
Descomponer sumandos (decomposing addends) es una estrategia para enseñar la suma desglosando los números en partes más pequeñas. Por ejemplo, para sumar 47 + 36, se enseña a dividirlos en decenas y unidades: 47 = 40 + 7 y 36 = 30 + 6. Luego se suman las decenas (40 + 30 = 70) y las unidades (7 + 6 = 13), y finalmente se combinan (70 + 13 = 83). La idea es que los alumnos comprendan la estructura del número, pero se critica porque puede ser más lento y confuso que el método tradicional.
Clasificar números en burbujas (sorting numbers into bubbles). Es una técnica visual que consiste en agrupar números en círculos o “burbujas” para mostrar relaciones o pasos intermedios en operaciones. Por ejemplo, en una suma con varios términos, cada número se coloca en una burbuja y se conectan con líneas para representar cómo se combinan. Se usa para fomentar el pensamiento visual, pero puede distraer y complicar cálculos simples.
Usar juguetes sensoriales para multiplicar (using fidget pop toys) se refiere a emplear juguetes tipo “pop-it” (placas de silicona con burbujas que se presionan) como herramienta para enseñar multiplicación. Cada burbuja representa una unidad, y los alumnos cuentan filas y columnas para entender la multiplicación como suma repetida. Por ejemplo, para 3 × 4, se presionan 3 filas de 4 burbujas. Es un método manipulativo, pensado para niños pequeños, pero se critica porque no desarrolla la automatización ni la abstracción necesarias para cálculos más complejos.
«Los estados deberían trabajar con las agencias acreditadoras para garantizar que los programas de estas escuelas sean rigurosos, se basen en pruebas reales y aseguren que los graduados sean ellos mismos competentes en matemáticas», escriben los editores. «Los estudiantes nunca aprenderán si sus profesores no lo han hecho antes». A juzgar por este nuevo informe de la Universidad de California en San Diego, hay mucho por recuperar:
Entre 2020 y 2025, el número de estudiantes de primer año cuyos resultados en el examen de nivelación de matemáticas indican que no cumplen los estándares de secundaria se multiplicó casi por treinta… En la clase que ingresará en 2025, este grupo constituye aproximadamente una octava parte de toda la cohorte.
El problema en UCSD es tan grave que la universidad ofrece no una, sino dos clases de matemáticas de refuerzo. En el curso “Math 2”, que enseña aritmética básica a estudiantes de primer año, se les dio 45 minutos para completar una prueba de diagnóstico destinada a identificar lagunas de conocimiento. Aquí tienes una muestra de lo que se preguntó:
7 + 2 = ? + 6
Redondea 374.518 al centenar más cercano
3/4 – 1/3 = ?
Sorprendentemente, el 25 % de los estudiantes no pudo responder correctamente la primera pregunta; el 61 % no pudo redondear al centenar más cercano. Y el 37 % no fue capaz de restar fracciones. ¿Nos ha arruinado por completo el uso de calculadoras —o, más bien, la app de calculadora—? Sin duda, pero también porque los educadores en matemáticas han restado importancia a los hechos y eliminado los exámenes cronometrados “estresantes”. Abby McCloskey afirma que enfoques similares “centrados en el estudiante” también afectan a los departamentos de Lengua y Literatura. «Gran parte del abandono de los exámenes de ortografía y la memorización mecánica parece haber sido impulsado por el ya desacreditado movimiento de lectura de “lenguaje integral”, que enfatizaba el entusiasmo y la intuición… pero esto parece haber salido mal», escribe: «Las puntuaciones de alfabetización de los estudiantes estadounidenses son trágicas».
El llamado “lenguaje integral” (whole language) fue un método de enseñanza de la lectura que se popularizó en EE. UU. en los años 80 y 90. Partía de la idea de que los niños aprenden a leer igual que aprenden a hablar, por lo que se priorizaba la exposición a textos completos y el entusiasmo por la lectura, en lugar de la instrucción sistemática de fonética, ortografía y memorización. Se animaba a los alumnos a adivinar palabras por el contexto y se evitaban ejercicios mecánicos como dictados o listas de palabras. Este enfoque, hoy desacreditado, redujo la competencia lectora porque muchos estudiantes no adquirieron las habilidades básicas para decodificar palabras.
Termino con esta anécdota en redes sociales de un profesor universitario de matemáticas, que resume bastante bien lo grave que es la situación tanto para estudiantes de inglés como de matemáticas:
«Hoy estaba haciendo una revisión y hablábamos sobre crear contraseñas. Dije que el primer carácter tenía que ser una letra. Les pregunté: si pueden elegir cualquier letra, ¿cuántas opciones tienen? Recibí muchas caras en blanco, hasta que finalmente alguien dijo 26. Les respondí que sí, que hay 26 letras en el alfabeto, y entonces un estudiante gritó enfadado: “¡¿Cómo se supone que vamos a saber eso para el examen?!”. Tuve que aceptar que en la hoja de fórmulas para el examen incluiré que hay 26 letras en el alfabeto. ¡Me muero!.» Fuente @callanable via X
Wegmann Stockebrand: el derecho romano clásico nunca llegó a formarse una idea unitaria de contractus
Nunc transeamus ad obligationes. Quarum summa divisio in duas species diducitur: omnis enim obligatio vel ex contractu nascitur vel ex delicto/ Pasemos ahora a las obligaciones, cuya suprema división establece dos especies: toda obligación nace de un contrato o de un delito. Gayo, Instituciones
La idea de contrato precedentemente expuesta, esto es, la identificación del contractus sin más con todo hecho lícito que genera obligaciones (un “no-delito”), sin que sea necesario que medie un acuerdo de voluntades, encuentra aplicación en otros pasajes de las instituciones de Gayo, los que a su vez se ven refrendados en fragmentos de la jurisprudencia tardo-clásica, en concreto, de Paulo y Ulpiano (siglo iii d.c.), que tratan, respectivamente, sobre las mismas figuras. Así ocurre, en primer lugar, con la tutela (tutela). en Gai 4,182 se incluye una lista incompleta de acciones infamantes; en ella, el jurista menciona las actiones emanadas de hurto (furti), rapiña (vi bonorum raptorum) e injuria o daño en las personas (iniuriarum), por una parte, y las actiones pro socio, fiduciae, tutelae, mandati y depositi, por la otra. Luego, y aquí está lo relevante, Gayo agrega que no es lo mismo ser deudor –vale decir, estar obligado (en el sentido propio del término)– por contrato que por delito: utrum ex delicto aliquis an ex contractu debitor sit. Las primeras tres acciones son tratadas como delictuales, a fin de explicar un rasgo procesal común relacionado con la transacción. en este contexto, las demás acciones mencionadas no pueden sino formar parte del otro elemento de la dicotomía, vale decir, los casos en los cuales una persona es deudora (se obliga) en virtud de un contrato; de lo contrario, la distinción expuesta por Gayo en el fragmento no tendría sentido... la relación obligatoria a que da lugar la tutela entre pupilo y tutor –y que se encuentra protegida por una acción in ius concepta ex fide bona, a la que hace alusión el texto– necesariamente debe ser incluida entre las obligationes ex contractu, puesto que el jurista no nos ofrece, ni aquí ni en Gai. 4,2, una tercera posibilidad: la obligación –o acción personal– que no es delictual solo puede ser contractual... . es por todo lo anterior que von Lübtow afirma acertadamente que para los clási cos –esto es, no solo para Gayo– el contrato representaba más bien la relación obligatoria no delictual (nichtdeliktisches Obligationsverhältnis), el acto negocial vinculante (rechtsgeschäftlicher Bindungsakt)74. en el mismo sentido, Kaser sos tiene que contrato, para los romanos, habría sido todo acto lícito que genera una obligación sin más (literalmente, que da lugar a responsabilidad: jeder erlaubter haftungsbegründender Vorgang)... asimismo, cabe hacer presente que nos parece excesivo interpretar la expre sión sufficit consensisse contenida en Gai. 3,136[77] en el sentido de que toda obli gación contractual estaría fundada en el consentimiento de las partes, aunque alguien pudiera sentirse tentado a hacerlo78. mediante la frase sed sufficit eos, qui negotium gerunt, consensisse, Gayo pretendió dejar en claro la suficiencia del con senso y, consiguientemente, la irrelevancia de otros requisitos (neque verborum neque scripturae ulla proprietas desideratur), para hacer nacer una obligatio consensu contracta (categoría limitada a la compraventa, el arrendamiento, la sociedad y el mandato)79. es en este contexto específico que Gayo expone dicho principio, no habiendo en la fuente indicio alguno de que el jurista haya querido extenderlo a otras clases de contratos, de modo tal que no cabe extraer conclusiones generales sobre el consensus como fundamento de todas las obligationes ex contractu
Tortella en The Objective
Madame de Staël que vivió la Revolución francesa y escribió sobre ella páginas brillantísimas, lo expresó muy claramente: «El sortilegio más poderoso utilizado por Bonaparte para establecer su poder fue el terror que inspiraba el nombre mismo del jacobinismo». El ala extrema de los jacobinos había impuesto el terror para mantenerse en el poder por medio de la guillotina, y el recuerdo de ese terror permitió que, años más tarde, se aceptara con alivio la dictadura bonapartista.
¿Una IA consciente? Scott Alexander
El artículo distingue tres enfoques teóricos sobre la conciencia: físico (dependencia de la sustancia), sobrenatural (dependencia de factores extrafísicos) y computacional (dependencia del tipo de procesamiento). El trabajo se centra en este último por ser el único investigable. Entre las teorías computacionales analizadas figuran la Recurrent Processing Theory (conciencia ligada a bucles de retroalimentación entre representaciones de alto y bajo nivel), la Global Workspace Theory (conciencia como integración de información en un “espacio global” accesible a distintos módulos) y la Higher Order Theory (conciencia como monitoreo de los propios estados mentales). Todas comparten la idea de “algo de feedback”, aunque con diferencias en alcance y estructura. Los autores concluyen que ningún sistema actual cumple plenamente estos criterios, ya que arquitecturas dominantes como los transformadores son esencialmente feedforward, aunque simulen cierta retroalimentación mediante el análisis de su propio flujo de salida. Sin embargo, no existen barreras técnicas para construir IA que satisfaga estos indicadores en el futuro. Esto abre la posibilidad de que sistemas venideros puedan ser considerados conscientes según estas teorías. El texto subraya la diferencia entre conciencia de acceso (capacidad de reportar y usar información sobre estados internos) y conciencia fenomenal (experiencia subjetiva, el “qué se siente” ser algo). La primera es más fácil de operacionalizar y ya hay indicios en IA (p.ej., experimentos de Anthropic sobre introspección mediante manipulación de neuronas virtuales), pero la segunda sigue siendo el “problema duro”: no hay consenso sobre cómo surge ni sobre si puede darse en sistemas artificiales. Las teorías computacionales, interpretadas como explicaciones de conciencia fenomenal, generan paradojas (¿sería “consciente” una empresa que intercambia correos en un bucle informativo?, ¿un micrófono con feedback?). Esto muestra la fragilidad conceptual del intento de trasladar criterios funcionales a experiencias internas.
Por qué no se grava más la propiedad inmueble. Brian Albrecht
El texto parte de la paradoja entre la teoría económica y la percepción popular: los economistas consideran los impuestos sobre la tierra (land value taxes, LVT) como altamente eficientes porque gravan un recurso fijo en oferta, no distorsionan decisiones y son difíciles de evadir, mientras que los votantes los detestan, percibiéndolos como “pagar renta al gobierno por algo que ya poseen”. Esta tensión se extiende a otros impuestos: los economistas prefieren impuestos al consumo frente a los ingresos y rechazan impuestos corporativos, mientras que los votantes tienden a lo contrario. La eficiencia del LVT se basa en que la tierra no puede producirse ni destruirse en respuesta al impuesto, por lo que no genera pérdida irrecuperable (deadweight loss). Sin embargo, en la práctica predominan impuestos a la propiedad que incluyen mejoras (edificios, renovaciones), lo que sí distorsiona decisiones y reduce eficiencia. El fracaso histórico del movimiento de Henry George por el “Single Tax” ilustra la dificultad política de implantar LVT. El artículo introduce dos modelos para explicar por qué los sistemas reales favorecen impuestos “ineficientes”: Modelo de Becker y Mulligan: impuestos con alta pérdida irrecuperable generan dolor visible, lo que moviliza a los contribuyentes contra subidas de tasas. En cambio, impuestos eficientes, al ser poco costosos marginalmente, reducen la vigilancia y permiten que el Estado aumente su recaudación sin resistencia. Así, los impuestos eficientes tienden a crecer y los ineficientes a mantenerse bajos. Desde la perspectiva del votante, un impuesto ineficiente puede ser preferible si el efecto de contención política supera el coste económico. Modelo inspirado en Friedman: aplicado desde la teoría del castigo, sostiene que sanciones eficientes incentivan abusos por parte de los ejecutores. Trasladado a impuestos, los tributos fáciles de recaudar (como los inmobiliarios) hacen rentable la aplicación agresiva, fomentando sobrevaloraciones y presión sobre el contribuyente. Los impuestos difíciles de recaudar (como los corporativos) reducen incentivos para una fiscalización intensa, limitando el poder estatal. Ambos modelos coinciden en que la ineficiencia actúa como freno al Leviatán: el coste adicional es el precio de mantener al Estado bajo control. Esto explica por qué economías prósperas combinan impuestos moderadamente eficientes (como el IRPF) con otros más costosos, evitando sistemas “óptimos” que podrían derivar en expansión fiscal desmedida. El texto concluye que la recomendación estándar de los economistas —migrar hacia impuestos más eficientes, como LVT, consumo y accionistas— ignora la dimensión política. Los votantes no son completamente irracionales al desconfiar de impuestos eficientes: protegen su autonomía frente a un Estado que, sin frenos, tendería a maximizar la extracción. La ineficiencia, en este sentido, funciona como un mecanismo de equilibrio institucional.
Los EE.UU. alimentarán la IA a base de quemar gas
El artículo describe cómo los centros de datos recurren a generación directa con turbinas de gas (simple ciclo para despliegues rápidos y combinado para eficiencia) o indirectamente a través de la red, para garantizar suministro estable y evitar interrupciones que costarían millones. Esta tendencia se suma a la sustitución histórica del carbón por gas en la generación eléctrica, que redujo emisiones en EE. UU. en más de mil millones de toneladas de CO₂ desde 2008. El problema es que EE. UU. ya ha comprometido enormes inversiones (cerca de 500 mil millones de dólares) en infraestructura para exportar LNG, con planes para triplicar capacidad en las próximas décadas. Si se materializan todos los proyectos, las exportaciones podrían absorber hasta el 40 % de la producción hacia finales de los años 2030. La irrupción de la IA altera este equilibrio: la demanda interna, que se preveía plana o en declive según la EIA, ahora crece con fuerza, lo que puede tensionar el mercado y cuestionar la viabilidad de los planes de exportación. El autor sugiere que, llegado el caso, EE. UU. priorizará el uso doméstico para IA sobre las exportaciones, dado el valor estratégico de la computación.




