foto: @juancla
If it were granted that anti-religious propaganda were finally to destroy all traces of
Christianity in the soul of the Russian people, and annihilate all religious feeling, then the actual realization of communism would become impossible, for no one would be willing to
make sacrifices, no one would interpret life as service of a higher purpose, and the final
victory would remain with the self-seeking type who thinks only of his own interests. This
last type of person, even now, already plays no small part, and the growth of the bourgeois
spirit is due to him."
Berdyaev (1937, p. 170),
El catolicismo es la más jurídica de las religiones y promovió desde bien temprano, el individualismo, la familia nuclear y los intercambios voluntarios vinculantes jurídicamente
El catolicismo, la rama occidental del cristianismo, estaba relacionado con el Papado y el Sacro Imperio Romano, y heredó el carácter individualista, jurídico y racionalista de la antigüedad romana. Los católicos han considerado que la relación entre el Hombre y Dios es jurídica, en la cual los creyentes siguen las reglas establecidas por Dios, y cualquier mala conducta requiere penitencia (y justicia) supervisada o impartida por la Iglesia. En contraste, la ortodoxia oriental ha sido influenciada por tradiciones helénicas que se han centrado en la introspección y en el espíritu comunitario. En lugar de resaltar las obligaciones jurídicas recíprocas entre el Hombre y Dios, la teología ortodoxa enfatiza intercambios basados en el amor y la devoción ...
A finales del siglo VI, el papa Gregorio I alentaba la virginidad, prohibió el matrimonio entre parientes cercanos o con viudas de parientes cercanos y la adopción de niños. Como resultado, la riqueza de la Iglesia aumentó considerablemente: en Francia, un tercio de la tierra productiva pertenecía a la Iglesia a fines del siglo VII. La riqueza eclesiástica incitó al Papa Gregorio VII no solo a separarse del Estado, sino también a impulsar la adopción de instituciones legales. Junto con el surgimiento de las familias nucleares y el individualismo, estos desarrollos llevaron al crecimiento económico en Occidente
El imperio romano occidental se derrumbó como resultado de las invasiones germánicas, y la Iglesia adquirió una independencia institucional que condujo a una relación recíproca con el estado ... En el este, Bizancio prosperó, pero la Iglesia permaneció subordinada al estado, en parte porque no podía para adquirir la misma cantidad de riqueza que su homóloga católica. Se dió por supuesto que los gobernantes de los países de religión ortodoxa lo eran por la gracia de Dios, de manera que no se requería su consagración o sacralización de su autoridad por parte de la Iglesia. Ya en el siglo IV, los monarcas bizantinos… decidían sobre asuntos eclesiásticos e incluso legislaban sobre quién era hereje y quién cismático. En los últimos quinientos años del imperio bizantino, decretos imperiales destituyeron a casi un tercio de los patriarcas ortodoxos
La sombra de la religión es alargada
“diferencias teológicas profundamente arraigadas entre los ortodoxos y las otras dos confesiones cristianas son responsables de las diferencias en las actitudes actuales. El cristianismo occidental (que dio origen al catolicismo y al protestantismo) hizo hincapié en el racionalismo, la exploración lógica, el individualismo y el cuestionamiento de las autoridades establecidas. El cristianismo oriental (del que se originó la religión ortodoxa) se asoció con fenómenos místicos y vivenciales, fue más emocional y comunitarista, y puso menos énfasis en la ley, la razón y en cuestionar la autoridad. ... el énfasis más débil en la innovación en la ortodoxia puede haber sido responsable de la falta de una revolución científica de tipo occidental… La religión ortodoxa atribuye menor relevancia al Derecho y a los vínculos jurídicos...
Sorprendentemente, estas diferencias en las actitudes sobrevivieron a casi cincuenta años de comunismo… particularmente dadas las estrictas políticas antirreligiosas adoptadas por las élites comunistas. Una parte de la explicación es que las diferencias y creencias religiosas son particularmente resistentes y resistieron no solo cincuenta años de represión comunista, sino también muchos siglos de agitación política y económica en las épocas precedentes. Además, aunque los gobiernos totalitarios suprimieron las actividades religiosas, conservaron aquellos aspectos de la religión ortodoxa, como la tradición y el comunitarismo, que eran útiles para el avance de la doctrina comunista.
Los fieles ortodoxos serían más fácilmente convertidos al comunismo
Lenin decía que el cristianismo ortodoxo, que era más prevalente entre la población campesina y la clase trabajadora, debía ser erradicado por completo para que la lucha de clases tuviera éxito. En contraste, Berdyaev (1933, 1937) argumentó que el comunismo tuvo éxito precisamente en aquellos países con una fuerte tradición ortodoxa. En sus propias palabras, "el mejor tipo de comunista, es decir, el hombre que está completamente al servicio de una idea y capaz de enormes sacrificios y entusiasmo desinteresado, sólo puede resultar de la formación cristiano-ortodoxa del espíritu humano, de la reconstrucción de la naturaleza humana por el espíritu cristiano [ortodoxo]” ... los gobiernos comunistas mantuvieron esos aspectos de la teología ortodoxa, incluido el énfasis en la tradición y el comunitarismo, que fueron útiles para difundir y solidificar las ideas comunistas… Como señala Janos, el comunismo se desarrolló más fácilmente en las sociedades ortodoxas paternalistas y comunitarias del sudeste de Europa que en los países más basados en el Derecho y en los contratos del noroeste de Europa ... Las políticas e instituciones comunistas -colectivización de la agricultura, organizaciones socialistas juveniles, un poderoso servicio secreto y el control de la movilidad interna y externa- eran altamente compatibles con las normas ortodoxas preexistentes, como el comunitarismo, la menor confianza en los intercambios articulados jurídicamente y un mayor respeto por la autoridad. En muchos aspectos, el comunismo se puede ver como la segunda venida de la religión ortodoxa…
Los ortodoxos son más desgraciados, menos individualistas, menos confiados y más dependientes del Estado que los protestantes o los católicos
… los católicos y los protestantes son más felices en relación con los no creyentes… (y)… curiosamente, la satisfacción vital de los que profesan religión ortodoxa oriental es semejante a la del grupo de los que no tienen religión. Estos resultados son coherentes con los demás obtenidos, así, que en relación con los que pertenecen a la religión católica o protestante y con los no creyentes, los ortodoxos orientales tienen menos hijos, menos capital social y son más aversos al riesgo. También prefieren las ideas antiguas frente a las nuevas y trabajos seguros. Los creyentes ortodoxos tienen más orientaciones políticas de izquierda y están más convencidos de que los gobiernos (y no los individuos) son responsables de asegurar el bienestar de la gente. Además, en comparación con los no creyentes, es menos probable que católicos y protestantes acepten como algo bueno la propiedad pública que los ortodoxos y están en mayor medida de acuerdo (que los protestantes) con la idea de que alguien sólo puede hacerse rico a costa de los demás. En estos dos aspectos, los creyentes ortodoxos no son diferentes de los no religiosos
Simeon Djankov / Elena Nikolova, Communism as the Unhappy Coming, 2018
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