Uno de los trabajos más celebrados de Raj Chetty (con otros) es el que señala las enormes diferencias geográficas existentes en los Estados Unidos en relación con la desigualdad, esto es, con los efectos que sobre los ingresos de adultos tiene la desigualdad económica de los hogares donde un niño se cría. En un país meritocrático, lo pobre o rica que sea tu familia no debería afectar al nivel de ingresos del niño o la niña que se cría en su seno cuando esos niños se hacen adultos. Sólo la capacidad y laboriosidad del individuo deberían determinar los ingresos. Lo que Chetty y sus coautores descubrieron es que la desigualdad de ingresos de adulto dependía mucho (a igualdad de ingresos familiares) del lugar donde el individuo se hubiera criado. Así, que tu familia fuera más rica o más pobre era casi irrelevante para tus ingresos de adulto en Salt Lake City pero se proyectaba en muchos más o muchos menos ingresos de adulto en Los Ángeles.
¿Se deben estas diferencias al sistema educativo? En otros términos, ¿el sistema escolar en Salt Lake City compensa en mayor medida esas diferencias de riqueza que el sistema escolar de Los Ángeles? El autor explora esta cuestión preguntándose si la explicación de las diferencias en los ingresos de adulto se deben a la “acumulación de capital humano” debida a la escolarización o a la educación recibida de los padres, de modo que la variación en la calidad de las escuelas se correspondería con la variación en la “transmisión intergeneracional de ingresos”, esto es, explicaría los resultados de Chetty.
“Cabría esperar que las áreas en las que hay una alta transmisión de los ingresos (si tu padre era rico, tú serás rico) sean también áreas en las que la diferencia en resultados académicos entre niños de familias con altos ingresos y niños de familias con bajos ingresos es amplia. Por otra parte, si los ingresos de los padres favorecen a los hijos, por ejemplo, proporcionándoles acceso a mejores contactos en el mercado laboral, en tal caso, las áreas donde los niños pobres obtienen buenos resultados en términos de ingresos cuando llegan a adultos no serán, en general, áreas donde les vaya bien en la escuela”.
Y la conclusión es que, aunque hay zonas mucho mejores que otras en el sentido de que no hay grandes diferencias en las calificaciones escolares y en los resultados de los exámenes entre niños pobres y ricos, las zonas en las que estas diferencias son pequeñas – zonas más igualitarias – no se corresponden con las zonas en las que las diferencias de ingresos de adultos de los niños pobres y ricos son las más pequeñas. En otros términos
“las diferencias en el acceso a escuelas de primaria y secundaria de más calidad no es el canal clave que explica la fortaleza de la asociación entre los ingresos de los padres y los ingresos de sus hijos cuando se hacen adultos”
En otros términos, que un niño pobre vaya a una buena escuela no compensa la desigualdad de ingresos y riqueza del hogar donde se ha criado. La escuela no es un factor relevante de movilidad social.
(Mi análisis)… me permite distribuir la variación en la transmisión de ingresos en cuatro componentes: acumulación de capital humano, rentas del mayor capital humano, el componente residual que se explica por el ingreso de los padres condicionado por el capital y componentes no relacionados con los ingresos de familiares de la familia (incluidas las ganancias del cónyuge del niño cuando es adulto y los ingresos procedentes de fuentes distintas del trabajo). Este último componente (ingresos del cónyuge e ingresos no derivados del trabajo) representa dos quintos de la ventaja relativa de los niños de familias de altos ingresos en las zonas geográficas en las que hay una alta transmisión del nivel de ingresos de padres a hijos (poca movilidad). Esto refleja las diferencias en la probabilidad de contraer matrimonio o en la edad a la que se contrae matrimonio más que emparejamiento selectivo (o sea, que los ricos eligen a otros ricos para casarse) o patrimonio heredado n lugar de coincidencias selectivas o herencias. Otro tercio opera a través de las ganancias residuales de los niños. La acumulación de habilidades o capacidades y los rendimientos de tales habilidades representan, cada uno, solo una novena parte del total
… mis resultados indican que el capital humano juega un papel relativamente pequeño en la variación geográfica en la transmisión intergeneracional del ingreso. Gran parte de esta variación parece reflejar diferencias en las ganancias de adultos de niños con habilidades similares, tal vez debido a las instituciones del mercado laboral… o diferencias en el acceso a buenos empleos (debido, tal vez, a los mejores contactos laborales o a que el mercado laboral esté estratificado socialmente). Un componente aún mayor se debe al componente familiar de las ganancias, esto es, a los ingresos de la unidad familiar y no del individuo, pero este resultado puede ser espurio, ya que las diferencias en la probabilidad de que el cónyuge obtenga ingresos puede deberse a la variación en la edad en que se contrae matrimonio en unas y otras zonas geográficas o para unos u otros niveles de ingresos en lugar de a las diferencias de oportunidades y pueden no ser indicativas del éxito económico de los niños.
Es posible aumentar las oportunidades a través de intervenciones educativas a pesar de que la educación no sea un canal principal que explique las diferencias de oportunidades. Sin embargo, mis resultados sugieren que… las políticas relacionadas con las oportunidades y los resultados del mercado laboral pueden ser más importantes y merecen al menos tanta atención como las políticas promotoras de la igualdad a través de la educación.
Jesse Rothstein, Inequality of Educational Opportunity? Schools as Mediators of the Intergenerational Transmission of Income, April 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario