martes, 27 de febrero de 2024

La conjura contra España (LVIII): a los progresistas españoles les gusta la pobreza siempre que sea pobreza progresista

El país más pobre de Europa en 2030: las ratas abandonan el barco socialista y los periodistas empiezan a dejar de hacerse el tonto. Dense prisa y no se queden para el final, que no habrá sitio en los salvavidas. Y Europa será más pobre y la culpa es de los progresistas y de von der Leyen: la solución está en más libertad para ganarse la vida honradamente

En esta columna publicada en el FT Yann Coatanlem da en el clavo: 

Hoy en día, la inversión en investigación y desarrollo tecnológico en Europa es solo una quinta parte de lo que es en Estados Unidos, y la mitad de lo que es en China. La inversión en Inteligencia Artificial es alrededor de 50 veces mayor en Estados Unidos que en Europa. La tecnología europea se está quedando atrás de sus competidores a un ritmo alarmante. 

La Economía norteamericana es mucho más flexible que la europea: Coatanlem pone algunos ejemplos de cómo las tecnológicas americanas han podido contratar y despedir a decenas de miles de empleados rápidamente y reasignar los recursos a la misma velocidad. ¿Alguien se acuerda del Metaverso? Meta tampoco se acuerda y ha reorientado sus inversiones a la Inteligencia Artificial. Por no hablar de Microsoft o de Google. En Europa, esas reorientaciones de las inversiones son imposibles porque la regulación laboral lo impide. Y cuando se trata de sectores donde la inversión es muy arriesgada ("no es raro ver tasas de fracaso del 80 %") la rapidez en la reorientación de ésta es esencial. Coatanlem pone el ejemplo de Volkswagen que lleva años tratando de reducir su plantilla. El "consenso" está muy bien cuando el entorno es cierto. Pero en períodos de disrupción, incertidumbre, el que se adapta más rápido, sobrevive. 

A Europa le quedan las  GRANOLAS (GSK, Roche, ASML, Nestlé, Novartis, Novo Nordisk, L’Oreal, LVMH, Astrazeneca, SAP y Sanofi). ¿No les recuerda a Juanolas? Nos vamos a quedar para fabricar bolsos de Louis Vuitton o Prada y pastillas para adelgazar (porque las mujeres se han metido a saco en la investigación farmacéutica). Y España no está ni siquiera en esos ámbitos. 

Sumar y el PSOE se han propuesto convertirnos rápidamente en el país más pobre de Europa. No sólo promueven en Europa las normas más restrictivas de la libertad para ganarse la vida honradamente sino que lo hacen todavía más difícil con normas nacionales todavía más restrictivas. Y suben los impuestos y el gasto público consuntivo (una economía dopada dicen algunos) mientras nadie invierte en capacidad productiva. Porque nadie tiene confianza en un gobierno que ha poblado todo el sector público de muertos-de-hambre sin conocimientos, capacidad o experiencia. Y, ahora, al parecer, corruptos. 

Los jóvenes con talento ya trabajan fuera de España y aquí nos quedaremos con el turismo y los servicios residenciales (jardineros, reparaciones... Lo de la ciudad de Sevilla es impresionante). Todo gracias a los perfectos progresistas españoles. Mientras tanto, sólo se habla de nacionalismo catalán y vasco y de normas progresistas (asegurar derechos). Repasen la sección de opinión de cualquiera de los principales periódicos de España en el último año. ¿Cuántos artículos sobre cómo hacer de España un país más próspero encuentran?

Coatanlem propone una solución drástica, fácil de aplicar, sin elevados costes y probablemente efectiva: extender la aplicación de la regulación del contrato de alta dirección - entre nosotros - a todos los trabajadores que ganen más, digamos, de 50.000 euros al año. Predigo que si se hiciera, los trabajadores empezarían a pedir que dejara de aplicárseles el Estatuto de los Trabajadores y que se les aplicara el RD 1382/1985 como ha ocurrido con los trabajadores de Glovo que prefieren un contrato como autónomo a uno laboral que les condena al salario mínimo. Los salarios subirían en España como la espuma porque la competencia entre empleadores por los mejores trabajadores se intensificaría y tendrían que ofrecer mejores salarios. La seguridad jurídica (certidumbre respecto de la posibilidad de terminarlo a un coste previsible) que proporciona esa regulación (basada en el pacta sunt servanda) unida a una simplificación drástica de la negociación colectiva (que no debería poder regular más que salarios) y una reducción drástica también de las cargas que pesan sobre los salarios dinamizaría la Economía española. 

Pero para todo eso, hace falta convencer a los españoles de tres cosas: 

1. Los nacionalistas quieren destruirnos y hay que destruirlos antes de que eso ocurra.

2. No puedes poner a cualquiera en las Cortes y en el Gobierno: has de seleccionar a los mejores y una carrera Mickey Mouse debería ser un 'no-no'. 

3. Sólo la libertad, la competencia y el mercado traen la prosperidad y acaban con la pobreza. 

Y, como colofón: voten popperianamente.

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