He empezado a leer el libro de Jon Elster sobre Tocqueville y, en la página 3, dice Elster "Consider... vagueness of language. Tocqueville is sometimes guilty of one of the most frustrating defects in a writer, that of not being clear enough to be wrong". Esto deberían apuntárselo los juristas que se ofenden cuando alguien critica sus trabajos quejándose de que el crítico no les ha hecho justicia y ha interpretado erróneamente sus planteamientos. Hay que ser claro hasta la exageración.
Pero si la vaguedad de los planteamientos es un grave defecto de cualquier escritor, la vaguedad de las propuestas es el peor pecado de una política de reformas. El Gobierno ha publicado sus PROPUESTAS PARA UN PACTO SOCIAL Y POLÍTICO POR LA EDUCACIÓN. (v., la entrada de Fernández-Villaverde en "Nada es gratis" titulada "Gabilondo canta el Kumbayá").
Al margen de la cursilería ("promover la cultura de paz y no violencia en los centros" no puedo evitar pensar en La vida de Brian, no sé por qué) y de la abducción de Gabilondo por los pedagogos (objetivos, propuestas etc) las propuestas sobre la Universidad son la expresión pluscuamperfecta de este defecto: ¿se puede estar en desacuerdo con alguna de ellas? ¿puede uno querer que no se fomente "la aplicación del conocimiento generado en las Universidades a la resolución de los grandes problemas sociales, desarrollando la misión social de las Universidades". (¿y a la resolución de los pequeños problemas sociales?) ¿puede uno estar en contra de que se fomente la equidad en el acceso a la enseñanza superior, o en las becas, o la movilidad estudiantil o la formación del profesorado?
La propuesta es completamente inútil porque la gente no discrepa en cuanto a los objetivos, sobre todo, los formulados en forma tan vaga (enseñanza de calidad, reducir la tasa de abandono, que se respete al profesor, cuanta más escolarización mejor, universidades que estén entre las mejores del mundo, internacionalización, que los niños hablen idiomas extranjeros...). Discrepa sobre (o no sabe) cómo alcanzarlos. ¿Cómo vamos a discutir?
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