Me gusta creer que el hecho histórico de mayor importancia para la Historia Económica de España fue el Plan de Estabilización de 1959. Cuando el general Franco se enteró de que no había divisas para pagar la gasolina de los coches del Parque Móvil, encargó a los técnicos que hicieran lo que les pareciera y a los técnicos les pareció que había que poner en marcha el mayor proceso de liberalización de la economía desde la caída del Antiguo Régimen. Daniel Davies, un economista que escribe ahora también sobre viajes, narra el que hizo (durante meses) por Nueva Zelanda y explica que el acontecimiento más notable de la historia económica de Nueva Zelanda fue ¡la entrada de Gran Bretaña en la entonces Comunidad Económica Europea en 1972!
“Para ser sincero, no se me había ocurrido, pero si lo piensas, es bastante evidente que debió de ser un cataclismo: el Reino Unido representaba el 80 % de las exportaciones de Nueva Zelanda en valor en aquel momento y Gran Bretaña les dijo que les avisaban, con cinco años de antelación, para que fueran buscando mercados y clientes alternativos donde colocar sus productos agrícolas porque el sistema arancelario vigente entre los países de la Commonwealth iba a ser desmantelado y el Reino Unido pasaría a formar parte de Europa, la tierra de los lagos de leche y montañas de cereales. Nueva Zelanda, gracias una diplomacia desesperada pero efectiva, logró un período transitorio en condiciones generosas pero… comprendió que el reloj se había puesto en marcha y que tenía que buscarse un futuro genuinamente independiente y alejado de Inglaterra.
La necesidad de buscarse la vida tras el acceso de GB a la CEE fue la que llevó a Nueva Zelanda a convertirse en un gran promotor de los tratados internacionales de libre comercio… proporcionando a la OMC su primer secretario general. Consiguieron mucho de lo que pretendía – los demás países aceptaban con ganas comer kiwis y, siendo un país pequeño y remoto, no tenía muchas oportunidades de hacerse enemigos en otros sectores discutidos en esos tratados. También debió de ayudar que era una cuestión de vida o muerte para la economía neozelandesa mientras que no era relevante para el resto. En todo caso, Nueva Zelanda puso a sus mejores diplomáticos a trabajar en las negociaciones mientras que, para los demás países, este tipo de tratado se encarga a funcionarios de segundo nivel. Para Nueva Zelanda, el puesto era el más importante imaginable puesto que la tarea era mantener al país dentro del mundo desarrollado.
Como puede imaginarse, la historia acabó bien gracias a que Nueva Zelanda orientó su producción hacia los mercados asiáticos para sustituir al británico y el país acabó convertido en la Arabia Saudi de la leche. Tanto éxito tuvo que enormes extensiones de terrenos e incluso de terrenos forestales fueron convertidos en prados para pasto… la caída estrepitosa del precio de la leche en los mercados mundiales empezó a preocupara la gente. Pero no es probable que Nueva Zelanda pierda cuota de mercado…
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