viernes, 25 de noviembre de 2016

Intuición, deliberación y eficiencia social

Los individuos con un estilo cognitivo más intuitivo tienden a elegir distribuciones que igualen la retribución que ellos reciben y la que reciben los demás (elección igualitaria) o que maximicen la parte del pastel que ellos reciben en relación con la de los demás (elecciones malvadas). Por el contrario, un estilo cognitivo más deliberativo aparece en las elecciones que aumentan la parte del pastel que se lleva la contraparte a un coste muy bajo para el que toma la decisión con lo que se promueve la eficiencia social.
En experimentos del tipo concurso, los individuos más intuitivos parecen estar más dispuestos a superar la puja, a mala leche, es decir, solo para superar a sus rivales. Sobre la base de estos estudios, planteamos como hipótesis que cuando los individuos se enfrentan a la necesidad de adoptar decisiones sobre cómo distribuir socialmente los recursos, su primer impulso es preocuparse por la porción individual del pastel que les tocará a ellos (por razones igualitarias o por maldad) mientras que la deliberación ayuda a superar esta tendencia y preserva la eficiencia social. Nuestra hipótesis es, pues, que las decisiones que se basan en la intuición son decisiones movidas, más frecuentemente, por la consideración de la porción que uno recibe de los bienes en juego en comparación con la que reciben los demás y menos por razones basadas en la eficiencia para el conjunto. Por el contrario, las elecciones que son producto de una decisión deliberada producen, más a menudo, resultados eficientes socialmente y no tienen en cuenta la porción relativa de cada uno de los participantes.
En nuestro estudio realizado en dos países diferentes… hemos encontrado indicios fuertes de que… la intuición promueve la preocupación en los individuos por la distribución individual del producto común y que la deliberación, por el contrario, promueve la preocupación de los individuos por la eficiencia social… al permitir a los individuos contrarrestar su tendencia intuitiva a actuar sobre la base de las consecuencias distributivas (para él) de la elección).
Se me ocurren dos cosas (no dos críticas, ojo, no sé de estos experimentos lo bastante como para hacer crítica alguna)

1. Tal vez habría que distinguir los casos en los que los individuos intercambian bienes o servicios – entornos de mercado – donde los precios de mercado hacen irrelevante la cuestión de la distribución de la ganancia generada por el intercambio de los entornos de adopción de decisiones colectivas, esto es, por un grupo. En estas segundas puede, o no, haber precios de mercado que orienten la decisión del grupo.

2. Las decisiones intuitivas en el seno de un grupo pueden conducir a la eficiencia si la división igualitaria de las ganancias de lo producido en común es la regla supletoria y “evidente” para los miembros del grupo. En este caso, los miembros del grupo no necesitan preocuparse por las consecuencias distributivas en lo que al reparto se refiere, aunque sí en lo que a su aportación al grupo se refiere. Por eso, cuando la aportación al grupo es igualitaria (porque no hay especialización y división del trabajo), la distribución es también igualitaria y se pueden alcanzar elevados niveles de cooperación social con individuos que se comportan racionalmente en el sentido de que se preocupan por obtener la porción del pastel común para ellos mayor posible.

Capraro, Valerio and Corgnet, Brice and Espín, Antonio M. and Hernan Gonzalez, Roberto, Deliberation Favours Social Efficiency by Making People Disregard Their Relative Shares: Evidence from US and India (November 25, 2016

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy curioso este estudio sociológico, antropológico, económico, sociológico behaviouriorista...

Para mí que hay dos formas de decidir muy diferentes en las personas inteligentes que conozco:

Los intuitivos: llegan a la conclusión correcta sin consciente valoración o verbalización de opciones, con mucha rapidez, y con un acierto asombroso.

Los racionales: consideran todas las opciones imaginables, y descartan las menos probables o menos convenientes, y entre las dudosas deciden la que consideran mejor por los argumentos que más les convencen, y también aciertan.

Tanto unos como otros, según me parece haber comprobado, pueden actuar en propio interés o en interés general o pensando en los demás. La intuición también puede servir para obtener provecho propio..


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