viernes, 1 de diciembre de 2017

Canción del viernes y nuevas entradas en el Almacén de Derecho: elbow - 'Lippy Kids'





Importaciones paralelas en el Derecho de la Competencia 

Excesos de la Comisión Europea en la persecución de las restricciones privadas al comercio Por Jesús Alfaro Águila-Real La Comisión Europea ha enviado el pliego de cargos a AB InBev por conductas de esta empresa dirigidas a limitar el “comercio paralelo” de sus dos... leer más

Gestión del riesgo y responsabilidad de los ejecutivos bancarios 
Por Andreas Engert Por qué no es una buena idea utilizar la responsabilidad de los administradores para reducir la asunción de riesgos en los bancos Introducción: responsabilidad objetiva y responsabilidad por culpa El argumento genérico del análisis económico del... leer más

Reputación, cumplimiento normativo y big data

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Elena Alfaro (la otra Elena que no es mi hermana), jefa de Datos del BBVA ha publicado un artículo en el último número de ICE en el que explica qué empresas han sabido utilizar los datos de la mejor manera para colocarse en una situación ventajosa competitivamente. Los ejemplos están bien elegidos y – debe de ser la querencia de la autora – se concentran en mejorar la experiencia de compra del cliente. Amazon, Netflix utilizan los datos que extraen de la actividad de sus clientes para mejorar las subsiguientes interacciones del cliente con la empresa. Si en el mundo tradicional recurrimos a otros individuos para que nos aconsejen sobre qué comprar (recuerden, la gente no quiere información, la gente quiere buenos consejos), “adivinar” a quién recurriríamos para recibir consejo puede potenciarse extraordinariamente a través de la gestión de los datos. El algoritmo tiene que “adivinar” a quién recurriría yo para que me recomendasen una serie en Netflix, un libro en Amazon o un fondo de inversión en BBVA. Twitter, por ejemplo, lo hace bastante mal, al menos a juzgar por la “evidencia anecdótica” personal que se deduce de las recomendaciones de “a quién seguir”. Lo más interesante para el que suscribe del artículo de Alfaro es lo que dice sobre el uso responsable de los big data por parte de las empresas. Recuerden, muchas de las tecnológicas son “adolescentes” y no han crecido lo suficiente en este aspecto que, sin embargo, es mucho más importante de lo que podría imaginarse porque puede llevar a la ruina a la empresa más “excelente” desde el punto de vista de la eficiencia en el tratamiento y gestión de los datos de sus clientes de los que dispone. Como habrá podido imaginar el lector, lo que dice Alfaro tiene mucho que ver con el cumplimiento normativo. Reproduzco los párrafos correspondientes. Además, Alfaro se refiere a los efectos que puede tener el big data sobre la desigualdad social pero esta es una cuestión que no corresponde resolver a las empresas sino a los legisladores y, por tanto, que no entra en el cumplimiento normativo en el sentido en el que yo prefiero utilizar la expresión.

La propuesta del PP para reformar el art. 348 bis LSC

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foto: @thefromthetree


El texto de la propuesta es el siguiente (gracias @anavmor)

Uno. El artículo 348 bis, Derecho de separación en caso de falta de distribución de dividendos, queda redactada de la siguiente forma:

«1. Transcurrido el quinto ejercicio contado desde la inscripción en el Registro Mercantil de la sociedad, el socio que hubiera hecho constar en el acta su protesta por la insuficiencia de los dividendos reconocidos o su ausencia tendrá derecho de separación en el caso de que la junta general no acordara la distribución como dividendo de, al menos, una cuarta parte de los beneficios obtenidos durante el ejercicio anterior que sean legalmente repartibles, siempre que se hayan obtenido beneficios durante los tres ejercicios anteriores y el total de los dividendos distribuidos durante los últimos cinco años sea inferior a la cuarta parte de los beneficios totales registrados en dicho periodo.

Lo dispuesto en el párrafo anterior se entenderá sin perjuicio del ejercicio de las acciones de impugnación de acuerdos sociales y de responsabilidad que pudieran corresponder y salvo disposición contraria de los estatutos.

2. Para la supresión o modificación de la causa de separación a que se refiere el apartado anterior, será necesario el consentimiento de todos los socios, salvo que se reconozca el derecho a separarse de la sociedad al socio que no hubiera votado a favor de tal acuerdo.

3. El plazo para el ejercicio del derecho de separación será de un mes a contar desde la fecha en que se hubiera celebrado la junta general ordinaria de socios.

4. Lo dispuesto en este artículo no será de aplicación en los siguientes supuestos:

a) Cuando se trate de sociedades cotizadas o sociedades cuyas acciones estén admitidas a negociación en un sistema multilateral de negociación.

b) Cuando la sociedad se encuentre en concurso.

c) Cuando, al amparo de la legislación concursal, la sociedad haya puesto en conocimiento del juzgado competente para la declaración de su concurso la iniciación de negociaciones para alcanzar un acuerdo de refinanciación o para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio, o cuando se haya comunicado a dicho juzgado la apertura de negociaciones para alcanzar un acuerdo extrajudicial de pagos.

d) Cuando la sociedad haya alcanzado un acuerdo de refinanciación que satisfaga las condiciones de irrescindibilidad fijadas en la legislación concursal.»

Los adolescentes como emprendedores morales y las empresas tecnológicas

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Matt Levine sobre la penúltima historia de Uber


Levine ha escrito una de esas columnas en las que brilla especialmente. En el caso, sobre Uber. Narra que Uber habría utilizado “mensajería cifrada y efímera” y teléfonos anónimos para no dejar rastro que pudiera ser empleado en un proceso judicial contra la empresa (lo que, dadas las reglas sobre discovery o aportación de pruebas del sistema jurídico norteamericano es siempre un riesgo de gran magnitud). El caso es que la información correspondiente ha sido puesta a disposición de los jueces por un empleado de Uber que había escrito un memo de 37 páginas dirigido al secretario general adjunto de Uber y que ha acabado en manos del demandante en el pleito que Google tiene contra Uber por robo de secretos industriales relativos al coche eléctrico.

Dice Levine que Uber es una “empresa de evasión regulatoria”, categoría que estaría un nivel por encima del “arbitraje jurídico” que las multinacionales emplean generalizadamente. Como hemos explicado muchas veces, las multinacionales minimizan la carga impositiva mediante estructuras internacionales de asignación de beneficios y hacen forum shopping y aprovechan la competencia entre ordenamientos en casi todos los ámbitos de su actividad, como eligen la sede más barata para distribuir sus actividades (fabrican en China, centralizan la distribución en Zaragoza o diseñan en Silicon Valley). Pero lo de configurar tu modelo de negocio para saltarte la regulación es algo distinto: Uber es un artista de incumplir la regulación del transporte urbano de personas y se ha encontrado con sanciones y demandas privadas en buena parte de los países donde se ha instalado. Dice Levine que esta forma de “emprendimiento” significa que “primero se infringen las reglas y luego se dice a los legisladores y reguladores que le persigan”.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Validez del sometimiento a arbitraje en un swap

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foto: Salamanca “mañanita de niebla, tarde de paseo” Alberto Vázquez @vazquezperfecto

Es la Sentencia del Tribunal Supremo de 24 de noviembre de 2017. ALR interpuso una demanda contra BBVA en la que solicitó la declaración de nulidad del contrato de swap
que las partes concertaron el 1 de abril de 2008, la restitución de los cargos realizados en ejecución de dicho contrato y la indemnización de daños y perjuicios.
BBVA interpuso una declinatoria por falta de jurisdicción al estar sometida la cuestión litigiosa a arbitraje, por la existencia de una cláusula compromisoria de sumisión a arbitraje de Derecho, en el contrato concertado por las partes.  El Juzgado de Primera Instancia desestimó la declinatoria, y también desestimó el recurso de reposición que BBVA interpuso contra el auto de desestimación de la declinatoria. Posteriormente, dictó sentencia en la que estimó parcialmente la demanda, declaró la nulidad del contrato de swap por error vicio y condenó a BBVA a la restitución de las cantidades percibidas en su ejecución. 4.- BBVA recurrió en apelación la sentencia del Juzgado de Primera Instancia, y en dicho recurso volvió a plantear la falta de jurisdicción de los tribunales por existir una cláusula compromisoria. 
La Audiencia Provincial estimó el recurso de apelación y acordó que «con estimación de la declinatoria planteada por la referida entidad, declaramos la incompetencia de la jurisdicción civil para el conocimiento de la cuestión planteada en la demanda promovida por ALR, por encontrarse tal cuestión sometida a arbitraje». 
.. BBVA ha planteado en su escrito de oposición al recurso (de casación)… que la sentencia de la Audiencia Provincial no es recurrible en casación porque no es una sentencia de segunda instancia, esto es, una sentencia que decida la cuestión objeto del debate. No lo sería porque pone fin al proceso mediante la estimación de una cuestión incidental, resuelta en primera instancia mediante auto. Esta cuestión habría sido resuelta por la Audiencia Provincial no por sentencia, sino mediante auto, no susceptible de recurso de casación, si el sentido de la resolución del Juzgado de Primera Instancia hubiera sido estimatorio de la declinatoria. 
… La infracción relativa a la falta de jurisdicción, por sumisión a arbitraje, ha de ser planteada a través del recurso extraordinario por infracción procesal… Este recurso de casación se ha planteado por el cauce del art. 477.2.3º de la Ley de Enjuiciamiento Civil (interés casacional), razón por la cual no era posible interponer contra la sentencia exclusivamente un recurso extraordinario por infracción procesal ( reglas segunda y quinta, párrafo segundo, del apartado primero de la disposición adicional decimosexta de la Ley de Enjuiciamiento Civil ). 
Este tribunal ha declarado en resoluciones tales como el auto de 10 de junio de 2015, recurso 1340/2014 , que cuando el recurso de casación se interpone al amparo del ordinal 3º del artículo 477.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y se citan como normas infringidas el artículo 9 de la Ley de Arbitraje y alguno de los artículos del Código Civil o de la Ley 7/1998, de 13 de abril, de condiciones generales de la contratación, relativos a la interpretación contractual (pues lo cuestionado es la interpretación de la cláusula arbitral), las cuestiones planteadas no van referidas a la infracción de norma sustantiva aplicable a la cuestión objeto del proceso. 
Aunque la recurrente cite como infringidas normas sustantivas relativas a la interpretación contractual, lo que en realidad está planteando es una cuestión de índole procesal ajena al recurso de casación y propia del recurso extraordinario por infracción procesal, como es la competencia o no de la jurisdicción por existir un pacto de sumisión a arbitraje. 
El hecho de que la Audiencia haya considerado que las partes habían sometido a arbitraje sus discrepancias sobre el contrato de swap, incluida la relativa a su nulidad, le ha llevado a dictar una resolución eminentemente procesal, que no resuelve la cuestión objeto del proceso. Esto hace inviable el recurso de casación interpuesto ya que, como tiene declarado este tribunal, el objeto del proceso al que alude el art. 477.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ha de entenderse referido a pretensiones materiales deducidas por las partes, relativas al «crédito civil o mercantil y a las situaciones personales o familiares», como expresa el preámbulo de la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil. El recurso de casación está limitado a la «revisión de infracciones de Derecho sustantivo». 
Pese a que el estudio del problema orgánico procesal (incompetencia de jurisdicción por existencia de sumisión a arbitraje) requiera aplicar normas de interpretación de la cláusula compromisoria como cuestión previa que condiciona y, en su caso, impide la resolución de la cuestión objeto del proceso, la impugnación de la sentencia de la Audiencia Provincial no puede realizarse mediante el recurso de casación, pues dicho examen no se refiere al «objeto del proceso» que menciona el art. 477.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil , sino que es un examen anticipado que se realiza a los únicos efectos de decidir si puede resolverse la cuestión procesal. No sólo la incompetencia de jurisdicción, sino la cosa juzgada, la litispendencia, el litisconsorcio o la inadecuación del procedimiento, requieren una ponderación y tratamiento de aspectos materiales, lo que no obsta para que deban resolverse con carácter previo a la cuestión litigiosa que constituye el fondo del asunto y que la impugnación de la decisión que sobre tal cuestión haya adoptado la Audiencia Provincial deba realizarse por el cauce del recurso extraordinario por infracción procesal, no del recurso de casación.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

La informática no te salva


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Manuscrito medieval


El Registrador te ayuda lo justito, ni un poquito más

La recurrente entiende que presentadas las cuentas para su depósito por medios telemáticos el programa no ha generado error alguno por lo que no debe existir problema para su depósito. El argumento no puede ser amparado por esta Dirección General por cuanto no pueden confundirse aquellos supuestos en los que se entiende que el error o falta de información obligatoria debe impedir la generación de los ficheros informáticos para la presentación telemática (de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 2 y 3 de la orden y cuya definición viene contemplada en el Anexo III), con el cumplimiento y formalización de los requisitos legalmente exigibles que necesariamente deben constar cumplimentados en los modelos normalizados cualquiera que sea la forma en que se presenten a depósito. Tampoco es aceptable la afirmación contenida en el escrito de recurso que, reconociendo la falta de cumplimentación de las casillas correspondientes a la cuenta de pérdidas y ganancias y aplicación de resultado, afirma que es irrelevante al constar dichas cantidades en el certificado presentado junto a las cuentas del que resulta la aprobación por la junta general.

Como resulta de la exposición normativa hecha más arriba, el argumento es insostenible porque pretende trasladar al registrador la cumplimentación de una obligación que corresponde a la sociedad. Además, es insostenible porque confunde la documentación que debe acompañar a las cuentas anuales para su depósito (artículo 366.1 del Reglamento del Registro Mercantil), con la información que necesariamente debe constar en el formato normalizado que es el que permite su tratamiento homogéneo y su publicidad (artículos 35.7 del Código de Comercio y 254.3 de la Ley de Sociedades de Capital).

Es la RDGRN de 2 de noviembre de 2017

Distinguir los negocios jurídicos de los efectos jurídicos

alvarolario

foto: Oporto, @alvarolario

El Registrador comete un error muy frecuente entre los estudiantes de Derecho: el de confundir los efectos con el negocio jurídico idóneo para producir tales efectos. Los alumnos de Derecho caen en este error, sobre todo, en relación con la transmisión de la propiedad. Así, en el lenguaje vulgar se dice indistintamente que Antonio ha vendido una casa a Petronila o que Antonio ha transmitido la casa a Petronila. Pero un jurista avezado entiende perfectamente que la transmisión de la propiedad es un efecto de “ciertos contratos seguidos de la tradición” como dicen los artículos 609 y 1095 CC. Pues bien, algo semejante ocurre con la extinción o pago de las obligaciones. Los negocios jurídicos – o actos – que pueden generar el efecto extintivo son muy variados (el Código civil, correctamente, los agrupa bajo el título “del pago o cumplimiento de las obligaciones”). En el caso, los socios de una sociedad habían disuelto y liquidado ésta asumiendo personalmente parte de las obligaciones pendientes de la sociedad, para lograr así la extinción de todos los créditos y todas las obligaciones de la sociedad poniéndose en lugar de ésta en lo que a las obligaciones se refería. Dado que no había más acreedores que los propios socios, el efecto extintivo de tales obligaciones societarias se producía ipso facto con la declaración de los socios de asunción de esas deudas. Se producía el efecto por confusión (los socios devenían simultáneamente acreedores y deudores de los créditos correspondientes). Por tanto, no hacía falta, en absoluto, una declaración solemne por parte de los socios condonando sus créditos a la sociedad. El Registrador parece remontarse al Derecho Romano y al carácter formal de la producción de efectos jurídicos, un mundo en el que cada efecto jurídico requería de la utilización de una declaración formal, exclusiva y excluyente. La DGRN, en la Resolución de 6 de noviembre de 2017, corrige el error del registrador

Por el presente recurso -que se ciñe al único de los defectos expresados en la calificación que es impugnado- se pretende la inscripción de una escritura de disolución y liquidación de una sociedad de responsabilidad en la que se expresa que no existen deudas pendientes salvo con los socios, en proporción a sus respectivas participaciones; y se hace constar que no existe activo repartible alguno, por lo que no hay reparto de dinero a los socios, adjudicándose a éstos la deuda existente en proporción a sus participaciones, de modo que se extingue por confusión.

El registrador suspende la inscripción solicitada por entender que, «al no haber activo alguno a repartir, los socios –únicos acreedores de la sociedad según así se manifiesta en la certificación y en la escritura– deben proceder a condonar la deuda que figura en el balance».

… a efectos de la constancia de extinción de la sociedad y cancelación de sus asientos registrales, ningún obstáculo puede oponerse a la manifestación que el liquidador realiza sobre el hecho de que, con consentimiento de todos los socios las deudas pendientes con ellos han quedado extinguidas por confusión por haber sido «adjudicadas» a los mismos en proporción a sus respectivas participaciones, expresión que puede entenderse como renuncia a su exigibilidad, o incluso como imposibilidad de su cobro ante la inexistencia de activo social (algo que, como manifiesta el recurrente, no comporta ánimo de liberalidad).

Precisamente, las normas de la Ley de Sociedades de Capital y del Reglamento del Registro Mercantil antes transcritas presuponen necesariamente la existencia de bienes con los que se pueda pagar la cuota de liquidación a los socios, previa satisfacción de los acreedores (vid., por todas, las Resoluciones de 1 y 22 de agosto de 2016). Esta Dirección General ha acordado estimar el recurso y revocar la calificación impugnada.

martes, 28 de noviembre de 2017

Los consumidores prefieren la tarifa plana

frances giles 1895

Frances Giles 1895


“Hay tres razones que explican la preferencia del consumidor por la tarifa plana. La primera, el efecto asegurador (aunque el uso sea escaso ahora, podría tener que usar intensamente el producto por cualquier cambio en las circunstancias que ahora no puedo prever). El segundo es que los consumidores sobreestiman el uso esperado con lo que las tarifas planas parecen más baratas. Y el tercero es… lo que Szabo llama <<costes de transacción mentales>>, esto es, la molestia que supone evaluar las distintas ofertas con precios diferentes en términos de esfuerzo mental”

Además, dicen estos autores, si el consumidor puede aumentar la intensidad de uso a voluntad y puede sustituir el uso de otros bienes o servicios por aquél en el que disfruta de tarifa plana, ésta parecerá todavía más barata a los ojos del consumidor. Odlyzko presenta algunos ejemplos que indicarían que cuando se pasa de pagar por uso a pagar una tarifa plana, “se incrementa el uso entre un 50 y un 200 %, lo que es indeseable en algunos casos pero no en otros.

En cuanto al proveedor del servicio, tiene incentivos para incrementar el uso cuando dispone de capacidad sobrante. Esto es muy frecuente en las comunicaciones y ocurre también en el transporte. Piénsese en la utilidad de vender abonos mensuales o anuales para incrementar el uso del transporte público. El coste marginal de un viaje más es, para el empresario del transporte, cero (hasta que se sobresature el uso de los autobuses o los vagones), lo que incrementará el uso. Para el operador, el beneficio se encuentra en la certidumbre de los ingresos lo que le permite una mejor gestión financiera a la vez que reduce sus costes de cobro. En relación con los peajes en las autopistas, Suiza se ahorra los costes de cobrar los peajes imponiendo un peaje anual que pagan todos los que quieran usar alguna vez una de las autopistas de peaje.

El coste marginal de cada llamada telefónica (cuando intervenía una “operadora” para conectar) era elevado y eso llevó a que en todo el mundo se pagara el teléfono según el número de llamadas excepto en USA, cuyo mercado era competitivo y la competencia llevó a las empresas a adaptarse a los deseos de los consumidores. En internet, la tarifa plana llevó a la congestión por el aumento de uso por parte de los suscriptores de AOL. Que internet tuviera tarifa plana desde el principio generó un aumento de su utilización enorme. En definitiva, para el oferente, la tarifa plana es una forma vender varios productos como una unidad y aprovechar así las diferencias en las preferencias lo que permite al oferente cobrar más por unidad de producto al que consume menos unidades aprovechándose de las querencias de los consumidores.

En el trabajo que resumimos aquí, los autores estudian estos dos problemas. El de los costes de medir el uso y el de los costes implícitos que el cobro por uso impone al consumidor.El ámbito en el que el problema se refleja más claramente es el de

lunes, 27 de noviembre de 2017

2º Congreso Nacional de Derecho de Sociedades: 1-2 de febrero de 2018 en Málaga

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El programa aquí

y más información, aquí

Eficiencia de los pactos de no competencia postcontractual en los contratos de trabajo de los altos directivos

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El análisis de los pactos de no competencia postcontractuales incluidos en contratos de trabajo de directivos ha sido objeto de profundos análisis porque se sospecha, con razón, que tienen efectos importantes sobre la competencia en los mercados a través de las restricciones a la movilidad de los trabajadores (su “asignación” a la empresa que más valora la prestación del trabajador) que tales cláusulas imponen. Desde hace tiempo se ha entendido correctamente que, en realidad, estos pactos son relevantes cuando el trabajador recibe una oferta de una empresa competidora que, para captar al trabajador, deberá ofrecerle una mejora salarial suficiente para que el trabajador pueda “pagar” a su antiguo empleador por quedar liberado de la prohibición de competencia. De esta forma, el empleador que incluye la cláusula de no competencia eleva las barreras de entrada a nuevos competidores para acceder a un recurso – el capital humano – que tiene creciente valor en las empresas modernas.

De otro lado, sin embargo, la introducción de una cláusula de prohibición de competencia postcontractual es eficiente en cuanto induce al actual empleador a invertir en la formación del empleado. En efecto, sabiendo que si el empleado se despide y pasa a trabajar para un competidor, se podrá recuperar la inversión realizada en la formación del trabajador, los empleadores estarán más dispuestos a realizar esas inversiones, inversiones que son “específicas” a la relación con el trabajador puesto que se pierden – para el empleador – si el trabajador se despide. En el trabajo de Jeffers se establece que existe un trade off entre estos dos efectos: los pactos de no competencia aumentan la inversión por parte de las empresas - grandes - instaladas en el mercado pero elevan las barreras de entrada al mercado para las nuevas empresas.

Aportación en globo de bienes muebles a una sociedad limitada

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foto: @thefromthetree

Es la RDGRN e 27 de octubre de 2017

Mediante la escritura cuya calificación ha motivado el presente recurso se constituye una sociedad de responsabilidad limitada, cuyo capital social es desembolsado con aportaciones no dinerarias que se indican en un inventario incorporado a la escritura, manifestando el socio fundador «que ninguno de los bienes aportados es matriculable ni registrable».

En el referido inventario figura el valor que se ha dado a los bienes y las participaciones asignadas por ellos, individualmente en muchos casos y por lotes respecto de otros. El objeto social es la «reparación de toda clase de vehículos a motor, la comercialización de éstos, así como de piezas y componentes de los mismos».

La registradora suspende la inscripción solicitada porque, a su juicio, «(…) algunos de los bienes aportados, en tanto que son bienes registrables. (Compresor, Pistola neumática, generador de aire caliente, ordenador, pantalla, adaptador, equilibradora y elevadores), tienen que describirse con su marca, modelo y número de serie o fabricación, faltando en los citados casos algunas de esas reseñas». Y añade que «En el caso de los compresores, generadores de aire caliente, adaptadores helper, equilibradoras y elevadores, al ser bienes individuales unos de otros, tiene que constar individualizada la numeración de las participaciones asignadas por cada uno de ellos».

What is the tragedy of the commons? - Nicholas Amendolare

domingo, 26 de noviembre de 2017

Las corridas en mercados financieros (de derivados, de deuda o incluso de acciones) pueden ser peores que las corridas bancarias: la crisis de las cajas en España

Mercado de Santa Caterina

Mercado de Santa Caterina, Barcelona

The exposure to international, wholesale, financial markets was poised to determine the timing of the different episodes and force the hand of the authorities at different turns.

The restructuring (en 2010) was not accompanied by a credible loss discovery exercise and.. the governance problems the cajas had not been convincingly addressed… The decision was taken to neither overcapitalize the cajas sector as a margin of safety against model misspecification nor to grow the balance sheet of the FROB to meet unforeseen contingencies

Tano Santos ha publicado un largo trabajo sobre la crisis bancaria española. Lo más interesante puede resumirse diciendo que las Cajas tenían dos problemas:

uno de gobierno corporativo,

que permitió que fueran saqueadas por las élites políticas locales y que desarrollaran inversiones desacertadas, expandieran sus balances de forma desaforada

"Las cajas tenían un sistema de gobierno corporativo que imitaba al de los bancos, pero, naturalmente, la forma no sustituye a la sustancia… cada reforma de este régimen se orientó a aumentar el control que los políticos regionales y locales ejercían sobre ellas… es difícil de entender cómo pudo España entrar en la crisis con unos sistemas de gobierno corporativo tan ineficientes y tan inidoneos para abordar los problemas que surgieron con la crisis... Que las cajas ya no existan es uno de los resultados positivos de la crisis ... los gobiernos se dieron cuenta rápidamente que el costo político del reconocimiento de pérdidas iba a ser realmente enorme y que un examen a fondo del escandaloso comportamiento de las cajas iba a tener un impacto adverso en el control que los principales partidos políticos ejercían sobre todos los gobiernos regionales importantes. lo que les llevó a intentar <<jugar> a resucitar al gato muerto con las cajas insolventes… A diferencia del caso de EE. UU. O Irlanda, el problema no era que los gestores de los bancos tuvieran incentivos para asumir riesgos excesivos debido a la estructura de su remuneración, sino la interferencia de la clase política local en la actividad crediticia y de financiación de las cajas. La misma clase política que determinaba la política de crédito de las diferentes cajas controlaba también su regulación jurídica, una combinación letal que resultó en malos criterios de otorgamiento de préstamos y abusos generalizados”

viernes, 24 de noviembre de 2017

Canción del viernes y nuevas entradas en Almacén de Derecho. NK-67 Consistency


No hay pecado sin castigo: los derechos subjetivos y el quórum de la primera convocatoria

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foto: @thefromthetree

Es la RDGRN de 24 de octubre de 2017 (BOE de 24-11). (vía el Blog de Jorge Miquel)

«Recepción y Control de Alarmas, S.A.» acuerda transformarse en SL, en junta general a la que asiste el 95% y en la que todos los presentes adoptan el acuerdo de manera unánime.  El registrador deniega la inscripción solicitada porque, según expresa en la calificación, no se cumplen las exigencias estatutarias, toda vez que para determinados asuntos, entre los que se encuentra la transformación de la sociedad, los estatutos sociales establecen un quórum del 100% del capital social en primera convocatoria.

Decían los estatutos sociales:

«para que la Junta pueda acordar la emisión de obligaciones, el aumento o reducción de capital social, la transformación… y en general cualquier modificación de estatutos sociales, será precisa en primera convocatoria la concurrencia del cien por cien del capital suscrito con derecho a voto…»

La DGRN desestima el recurso de la sociedad

Frente a los razonamientos anteriores no cabe alegar, como hace la recurrente, que la cláusula cuestionada introduce, de facto, un derecho de veto a favor de cada uno de los socios que dificultaría el funcionamiento de la junta general, pues frente a la actitud obstruccionista de alguno de los socios cabría la celebración de la junta general en segunda convocatoria (para la que los estatutos exigen que asistan socios que representen, al menos el 75% del capital suscrito con derecho de voto). Y, además, la mera eventualidad de un ejercicio abusivo de una facultad o derecho del socio no es causa por sí solo para su rechazo. Los socios, dentro del expansivo marco de autonomía de la voluntad que inspira nuestro ordenamiento jurídico privado (en el que las limitaciones han de ser expresas y de interpretación restrictiva) son los que tienen la facultad y la responsabilidad de componer los instrumentos jurídicos adecuados para el mejor logro de sus fines sociales lícitos, conjurando, como tengan a bien, los riesgos de la pluralidad de intereses que suelen concurrir en la base del sustrato societario.

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