Cuando me he enterado de que repetir las elecciones nos cuesta 192.000.000 euros, ha crecido mi indignación con respecto a Rajoy y al PP. Según su tesis, el responsable de que se repitan las elecciones son Sánchez y el PSOE por negarse a la gran coalición con el PP y seguir tonteando con Podemos para que le permita gobernar sobre la base del acuerdo con Ciudadanos.
Aceptémoslo. Sánchez es un irresponsable al que sólo hay que agradecerle que pusiera en marcha el reloj para la disolución del Parlamento. Con 90 diputados no se puede aspirar a dirigir ningún cambio, sobre todo, cuando el siguiente de los grupos con el que te quieres coaligar tiene 69 y quiere acabar con la soberanía del pueblo español. Por favor, dejen de repetir que el PSOE y Podemos se han podido poner de acuerdo en gobiernos autonómicos y locales: ¡no es lo mismo!
Pero Rajoy es el segundo responsable de que se repitan las elecciones y no ha hecho todo lo que estaba en su mano para evitarlas sin tener que dar el gobierno a una coalición de izquierdas separatistas. Para comprobarlo, basta recordar la estrategia de Sánchez: llega a un acuerdo de contenidos con Ciudadanos y se presenta ante Podemos con 130 diputados en lugar de 90. Confiando en que Podemos prefiere tener al PSOE en el Gobierno a que siga el PP, la presión sobre Podemos aumenta. Podemos se ha zafado de ella como ha podido – mal –. Las encuestas lo reflejan así.
¿No podría haber hecho lo mismo el PP? Si el PP quería presionar a Sánchez – o al que le sustituya al frente del PSOE – para que permita un gobierno del PP, ¿no hubiera sido exigible al PP que llegara a un acuerdo con Ciudadanos y se presentara al PSOE con un programa apoyado por 163 diputados? ¿no habría sido mayor la presión sobre el PSOE para permitir ese gobierno que la que puede ejercer el PP pidiéndole que se sume a una gran coalición sin incluir necesariamente a Ciudadanos?
Aceptemos que, para poner en marcha esa estrategia, el PP tenía que esperar a que el PSOE se estrellara en su autoengaño respecto de la posibilidad de que Podemos aceptara gobernar con Ciudadanos y renunciara al referéndum regional y demás gaitas alocadas incluidas en su programa. Pero y ¿ahora? ¿Por qué el PP no negocia con Ciudadanos y Rajoy se presenta a la investidura con 163 votos? ¿Por qué no lo intenta? La presión sobre el PSOE sería enorme y Sánchez quedaría como el responsable de que se repitan las elecciones, sobre todo si el programa acordado por el PP con Ciudadanos se asemeja lo suficiente al firmado entre el PSOE y Ciudadanos. ¿Cómo justificaría Sánchez no abstenerse en ese caso? ¿Cómo justificaría que haya reprochado a Podemos su falta de cooperación cuando el PP le pida la misma cooperación que Sánchez pide a Podemos?
¿Simplemente diciendo que con el PP ni a ganar dinero? Sánchez no tiene ningún argumento moral para rechazar al PP. Lo de la política económica no se lo cree ni él. Si el gobierno de España en 2012 hubiera sido del PSOE, el PSOE habría hecho lo mismo que el PP, como se demostró en 2010 durante el último gobierno de Zapatero. Y en cuanto a la corrupción, el PSOE es un partido tan corrupto como el PP, aunque su corrupción sea distinta. El PSOE es responsable del mayor despilfarro de fondos públicos de la historia de España. El PSOE es responsable de que el atraso histórico de Andalucía no se haya corregido. El PSOE es responsable del disparate de insolidaridad y deslealtad en que se ha convertido el Estado autonómico. El PSOE es responsable de la pérdida de influencia exterior de España y de las regulaciones más intervencionistas e ineficientes de nuestro sistema económico. Y es responsable del déficit público desbocado. ¿Qué le va a reprochar al PP que no pueda el PP decir: ¡pues anda que tú! ¿Que sus dirigentes actuales no se han enriquecido en la política? ¡Claro! porque son nuevos. Pero los antiguos en CCAA y ayuntamientos son tan chorizos o poco chorizos como los del PP y solo los han sacado de los puestos orgánicos y políticos “con calzador” (Zarrías, por poner un solo ejemplo).
Rajoy es cada vez más el obstáculo a la formación de un gobierno. Si de verdad quiere formar un gobierno, tiene que acordar un programa con Ciudadanos y presentárselo al PSOE para que explique a los ciudadanos – el PSOE – que está en contra. Y debe decirle al PSOE que, o eso, o gran coalición. Es un second best. El first best es que ese gobierno lo dirigiera Soraya Sáenz de Santamaría y Rajoy se fuera a su casa antes de que acabe ocurriendo lo inevitable: que se demuestre, una vez más, que nadie puede estar durante 20 años al frente de un partido tan corrupto sin enterarse ni beneficiarse de nada.
La gran coalición no es ni siquiera el second best. El PSOE debe quedarse en la oposición. Es imprescindible para España que tengamos un partido de recambio si ocurre alguna catástrofe y el PP tuviera que dejar el gobierno. O sea, el PSOE está legitimado para no gobernar en gran coalición con el PP y es lo que más conviene a España.
Una vez se le escapó a Celia Villalobos, en su carácter de consorte, que las encuestas no valen nada hasta que falta poco para las elecciones. Nada desearía más que las encuestas que se realicen en las próximas semanas muestren una caída importante del PP y del PSOE. Quizá sólo entonces, la gente inteligente y decente que queda en ambos partidos se dé cuenta de que con líderes como los actuales, el PP y el PSOE están consiguiendo acabar con el bipartidismo a pesar de los tremendos errores que está cometiendo Podemos.
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