lunes, 2 de octubre de 2023

Citas: el robo nacionalista vasco, el fraude científico, la vestimenta de los diputados y la importancia del invento del libro





Fraude científico y empujoncitos: Francesca Gino y Dan Ariely

Al final del post inédito de Simmons, escribe: "Una parte influyente de nuestra literatura es efectivamente una historia inventada de criaturas parecidas a los humanos que son tan maleables que prácticamente cualquier intervención administrada en un momento dado puede cambiar drásticamente su comportamiento". Añade que un "campo pretendidamente científico no puede recompensar el descubrimiento de la verdad si sus métodos no le permiten averiguarla, de modo que, en lugar de la verdad, recompensa otras cosas: el interés, la novedad, la rapidez, el impacto, la imaginación. Y castiga duramente lo contrario: los hallazgos que no son contraintuitivos, el progreso incremental, el trabajo cuidadoso, la curiosidad, la comprobación".

Gideon Lewis-Kraus, They Studied Dishonesty. Was Their Work a Lie?, The New Yorker, 2023


Por qué los diputados deberían vestir como adultos

Demuestra respeto por los colegas. Implica que les ves empeñados en asuntos muy serios, los problemas nacionales y tú formas parte de ese equipo.

Es una muestra de respeto por la institución. "Daniel Webster anduvo por esos pasillos". Y Henry Clay, "Fighting Bob" La Follette, Arthur Vandenberg y Robert Taft. El Senado de EE.UU. se tiene por el órgano corporativo más importante del mundo.

Demuestra madurez en la aceptación de tu papel, lo que sugiere que has interiorizado la idea de servicio. Eres un servidor público; los servidores públicos, por definición, hacen sacrificios.

Refleja una disciplina interior. No siempre es fácil o cómodo vestirse como un adulto. Tienes que llevar el traje a la tintorería, los zapatos al zapatero. El esfuerzo significa que te has molestado, que te has tomado tu tiempo, que te has tomado la molestia.

Peggy Noonan WSJ septiembre 2023


Del papiro al pergamino

La literatura de griegos y romanos (y del resto de la antigua Edad de Hierro mediterránea) se escribía en gran parte en papel de papiro, ordenado en rollos. El problema es que el papiro es muy vulnerable a la humedad y la descomposición; en las condiciones imperantes en gran parte de Europa, el papiro sólo podía durar unas décadas. En realidad, los papiros antiguos sólo sobreviven hasta nuestros días en zonas de duro desierto (como Egipto, convenientemente), pero incluso en la Antigüedad, los libros escritos en papiro se habrían desgastado constantemente y habrían necesitado ser reemplazados.Por consiguiente, no era necesario que nadie destruyera los libros para que se rompiera la cadena de transmisión: bastaba con que se dejara de copiar, aunque fuera brevemente.

Afortunadamente para todos, la Antigüedad tardía trajo consigo un nuevo material de escritura, el pergamino, y una nueva forma de reunirlo, el códice o libro. La transición del papiro al pergamino comienza en el siglo IV, pero en el siglo VII todavía se producen algunos libros en papiro, sobre todo en el Mediterráneo oriental. Mientras que el papiro es un papel hecho de tallos de papiro prensados juntos, el pergamino es esencialmente una forma de cuero, limpiado, empapado en lejía de calcio y raspado muy fino. La buena noticia es que, como resultado, el pergamino perdura: he leído sin dificultad libros de 1.200 años escritos en pergamino (a través de microfilm) y he hojeado libros de 600 años con mis propias manos. Como para fabricarlo se necesitaba piel de animal, el pergamino era muy caro (y sigue siéndolo), pero su durabilidad es una gran ayuda para nosotros, porque significa que las obras que se copiaron en pergamino durante la Alta Edad Media a menudo sobreviven en ese pergamino hasta nuestros días.

Las obras que llegaron al pergamino sobrevivieron en gran medida hasta nuestros días, mientras que las que no se copiaron en ese periodo tan reducido (que abarca la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media) se perdieron para siempre...

En este contexto, lo llamativo desde el punto de vista histórico no es que los pueblos de la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media perdieran algunos libros -siempre se habían perdido libros, desde que comenzó la escritura-, sino que salvaron algunos libros. Nunca antes se había salvado una tradición literaria de esta manera. Por supuesto, estos primeros copistas no siempre copiaron lo que a nosotros nos gustaría.

Como era de esperar, los monjes cristianos que copiaban libros solían copiar muchos más textos religiosos (tanto escrituras como textos patrísticos). Además, las obras que se consideraban importantes para la enseñanza de un buen latín (Cicerón, Virgilio, etc.) también solían copiarse más, aunque esto no es nada nuevo; el papel de la Ilíada y la Odisea en la enseñanza del griego es probablemente la razón por la que sus tradiciones manuscritas son tan increíblemente robustas. En cualquier caso, lejos de destruir la literatura de la Antigüedad clásica, fue la propia Iglesia medieval la institución más comprometida en su conservación.

Bret Devereaux, Collections: Rome: Decline and Fall? Part I: Words, 2022.


Por qué hay que destruir el nacionalismo vasco y catalán (i)

Si nuestra Transición a la democracia tuvo éxito es porque todos los actores que participaron en ella hicieron grandes renuncias. El PCE aceptó la Monarquía y la democracia liberal; los socialistas renunciaron al marxismo y, posteriormente, aceptaron la OTAN; los militares aceptaron la legalización del PCE; los sindicatos de clase, la economía de mercado; los empresarios, una economía social; y la Iglesia, la aconfesionalidad del Estado. Sin embargo, aunque los nacionalistas renunciaron a la autodeterminación apoyando una Constitución que proclamaba, a la vez, la unidad de la nación y su descentralización, no lo hicieron todos, y tampoco de forma sincera ni completa.

Imaginen ahora que la formación de Gobierno en España dependiera de que un partido de 14 escaños y 854.000 votos (lo que suman Junts y ERC) estuviera exigiendo la confesionalidad del Estado, la ilegalización de otros partidos políticos, la nacionalización de las principales empresas del país, la salida de la OTAN, la proclamación de la república o la supresión de la educación, de la sanidad o de las pensiones públicas.

José Ignacio Torreblanca, Los héroes que Cataluña no tiene, El Mundo, octubre 2023


Por qué hay que destruir el nacionalismo vasco y catalán (ii)

La investidura fallida de Feijóo mostró la nueva fase soberanista que vivimos: se trata de mantener cohesionadas a Euskadi y Cataluña, fomentando la división en el resto de España. Para ello es necesario el concurso de la izquierda, cuyo mayor pecado no es dar a los nacionalistas todo lo que piden, o no solo, sino haber prestigiado la chatarra discursiva que proponen. Ojalá me equivoque, pero la amnistía segura y la consulta posible no van a servir para integrar a los independentistas, sino para desintegrar el sentimiento constitucional de muchos españoles que no quieren vivir en un país donde Aitor Esteban da clases de igualdad y Oskar Matute de derechos humanos desde la tribuna del Congreso. Tampoco están dispuestos a aceptar, me temo, que en 2017 el Estado no adoptara ninguna medida penal, por mínima que fuera, para defender su propia continuidad.

Es imposible cuantificar las energías que este país, necesitado de reformas impostergables, pierde en afrontar las alucinaciones de nacionalistas que tienen tiempo y dinero para dar la matraca infinita hasta agotarnos a todos. Un nuevo fantasma recorre España: se llama heterodeterminación, y significa que una parte creciente de la ciudadanía puede estar dispuesta a secesionarse pacíficamente de vascos y catalanes sin renunciar a un país más pobre y modesto, pero en el que no se sigan pervirtiendo palabras como democracia, pluralismo o igualdad

Josu de Miguel, Un nuevo fantasma recorre España, El mundo, octubre 2023


Por qué hay que destruir el nacionalismo vasco, en particular (iii): los vascos nos roban a los demás españoles cuatro mil millones de euros al año

… sucede nada menos que los ciudadanos de una de las regiones con mayor renta per cápita de ese Estado no contribuyen para nada a mejorar las rentas de los habitantes de las menos ricas, es decir, no aportan prácticamente nada a la solidaridad interterritorial. Dicho en los términos que popularizó el procés catalán: su balanza fiscal es positiva y las transferencias fluyen en la dirección inversa a la que rige actualmente en este planeta. Piénsese que, por poner un ejemplo, una región como Madrid, de similar renta per cápita, aporta a la solidaridad territorial nada menos que el 26% de sus ingresos fiscales. En cambio, Euskadi no aporta prácticamente nada de los suyos… no existe… contribución (de los vascos a la solidaridad entre españoles).

Por otro lado, las cuentas de la Seguridad Social son implacables: las pensiones vascas… presentan un déficit anual de varios miles de millones de euros que sólo el sistema de caja única estatal permite soportar.

… a igualdad de competencias y esfuerzo fiscal, las comunidades forales obtengan una financiación que hoy es ya de más del doble por habitante que la media del resto de comunidades (De la Fuente).

José María Ruiz Soroa, La estación pragmática del nacionalismo vasco, El Mundo, octubre 2023

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