1. ¿Hay un camino intermedio entre abandonar el euro (y poder devaluar la moneda) y permanecer en él (y tener que ajustar la Economía vía reducción de salarios, ingresos, quebrar, reformas estructurales…) para países como Grecia y demás? La duda asalta porque partimos del hecho de que en un país moderno solo circula una moneda. Pero ¿y si circularan dos? Grecia podría resucitar el dracma, manteniendo las deudas y créditos actualmente existentes en euros. El Estado griego empezaría a pagar los salarios y pensiones en dracmas fijando una relación de cambio inicial respecto del euro y dejando flotar al dracma. Muchos vendedores estarían dispuestos a aceptar el dracma si la alternativa es no vender. Los argentinos hicieron algo de eso con los “patacones” y en muchos países en vías de desarrollo conviven la moneda nacional y el dólar o el euro que la población utiliza para ahorrar. Que circulasen varias monedas en un territorio era la regla en todo el mundo hasta hace relativamente poco. Ya sé que esto es como una rebaja de salarios y pensiones por otra vía.
2. Banca Civica ha conseguido casi 500 millones de euros de “capital”. No se conocen los detalles. Solo se ha firmado un acuerdo de intenciones porque hay que hacer una due diligence para – supongo – saber cuánto vale Banca Civica y qué porcentaje de ese valor representan estos 500 millones.
El límite superior es el 50 % (solo el 50 % del patrimonio de una Caja puede estar representado por cuotas participativas), a salvo de que se permita que Flowers se quede con todo el capital del banco que las Cajas acabarán sacando a Bolsa. La duda es la siguiente. Lo que han acordado es la suscripción por Flowers de obligaciones convertibles (¿en acciones del futuro banco o en cuotas participativas con derecho de voto?) que generarán un interés de. 7,5 % en tanto no se conviertan. Un 7,5 % de interés es mucho (aunque sea menos de lo que “cobra” el FROB). A los demás acreedores de Banca Civica, sin embargo, les da igual, porque es deuda subordinada – supongo – de manera que todos ellos cobran antes que Flowers en su caso. Si Banca Cívica fuera una sociedad anónima con accionistas “normales” (si el SIP fuese una sociedad anónima normal en el que sus accionistas no fueran Cajas de Ahorro), los demás accionistas estarían muy preocupados porque garantizar un 7,5 % podría suponer que Banca Civica tendría que destinar todos sus beneficios a pagar a Flowers, de modo que los demás accionistas – los únicos que cobran “después” de Flowers – no verían un duro de beneficios en muchos años (35 millones de euros anuales grosso modo contra unos beneficios en 2009 de las Cajas que han formado Banca Cívica de 200 millones. Si las Cajas vienen dedicando un 25 % de sus beneficios a la obra social y mantienen en el futuro ese porcentaje dedicando el 75 % restante a reforzar su capital, quedarían 15 millones para la Obra Social. No sabemos qué derechos tiene Flowers al realizar la conversión). El problema aquí es que los demás accionistas son Cajas que no tienen accionistas. En definitiva, el riesgo de que los gestores de las Cajas hagan prevalecer sus intereses sobre los de la sociedad española en la recapitalización son muy elevados. Mi duda es si no sería preferible una recapitalización vía FROB con posterior privatización mediante subasta.
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