miércoles, 24 de diciembre de 2025

Citas: mercados incompletos de seguro, teletrabajo, bárbaro especialista, leyes justas, salarios menguantes, autoaprobación, impugnación de acuerdos, Palomera-solo-digo-sandeces-sobre-vivienda


Foto: Pedro Fraile

Paul Graham cita a @pablogguz_

Este gráfico de @pablogguz_ de las contribuciones fiscales españolas por edad demuestra un hecho importante. Las personas de 40 y 50 años sostienen tanto a sus hijos como a sus padres. Y no solo económicamente. Por eso es difícil ser de mediana edad.

 

 George Yeo sobre Ucrania: Ucrania sufrirá una partición 

Y la estabilidad en Europa sólo se alcanzará si ambas partes saben cuándo tienen que parar. 



¿Por qué no hay seguros completos para viviendas en los EE.UU?

En este estudio se analiza por qué los seguros de propiedad en EE. UU. no ofrecen una cobertura completa frente a desastres, a pesar de ser un mercado avanzado. El problema central es el equilibrio entre incentivos y riesgo compartido. Si las aseguradoras cubrieran el 100 % de las pérdidas, los asegurados podrían comportarse de forma menos cuidadosa (moral hazard). Para evitarlo, los contratos incluyen deducibles y límites, lo que reduce ese riesgo, pero deja a los hogares expuestos a aproximadamente 29 % de las pérdidas esperadas. Esta exposición es mayor en familias con menor solvencia y en propiedades con riesgos extremos. 
 
¿Por qué no simplemente suben las primas para cubrir todo el riesgo? Porque eso haría que muchos hogares renunciaran a asegurarse y que muchas aseguradoras salieran del mercado. 
 
Además, los desastres naturales (incendios en California, por ejemplo) generan pérdidas simultáneas muy grandes (riesgos catastróficos), difíciles de asumir incluso con primas más altas. Por eso, el mercado opta por contratos “incompletos” en lugar de seguros perfectos. 
 
Hyeyoon Jung and Jaehoon (Kyle) Jung, Economics of Property Insurance Federal Reserve Bank of New York Staff Reports, no. 1171 November 2025 

 

los individuos que destacan muy pronto no suelen ser los mismos que alcanzan niveles de élite mundial más adelante. Esto se basa en una revisión analítica de Güllich y colaboradores, que examinó estudios en ciencia, música, ajedrez y deportes. Los hallazgos muestran dos patrones: niños prodigio: Quienes son excepcionales desde muy jóvenes tienden a alcanzar su máximo rendimiento rápidamente, pero lo hacen en un ámbito muy específico. Por ejemplo, un atleta que se especializa en un solo deporte desde la infancia. Este enfoque temprano y exclusivo les permite brillar pronto, pero limita la amplitud de sus habilidades. Adultos prodigio: Aquellos que llegan a ser sobresalientes en la adultez suelen hacerlo de manera gradual, tras una práctica más amplia y multidisciplinar. Es decir, antes de especializarse, exploran diferentes deportes, disciplinas académicas o instrumentos musicales. Esta diversidad parece contribuir a un desarrollo más sólido y flexible, que les permite alcanzar niveles de élite más tarde. 

En síntesis, la educación debería pasar de un modelo de “detección y especialización temprana” a uno de “exploración amplia y especialización tardía”, porque esto parece correlacionarse con logros más duraderos y con mayor capacidad de innovación.

El texto también señala una paradoja: los programas de formación de élite están diseñados para detectar y potenciar el talento joven, cuando la evidencia sugiere que el talento que perdura y alcanza la cima mundial suele surgir de trayectorias más amplias y menos especializadas en la infancia

 
descubriendo que en 60 contratos públicos revisados, los funcionarios encargados de tramitarlos no comprobaron si existía conflicto de interés entre los adjudicantes (la inefable Francina Armengol) y los adjudicatarios (la trama Abalos-Koldo-Aldama). El resultado de la ausencia de comprobación alguna sobre conflictos de interés fue que la indescriptible presidenta de Baleares regaló millones de euros públicos a una trama criminal. 

En la universidad se enseñan sandeces a punta de pala, especialmente a maestros, periodistas y politólogos, pero no se explica la lección más importante de todas las ciencias sociales: que la gente antepone el interés propio o de los de su tribu sobre el interés ajeno y que eso es garantía de corrupción cuando el agente debe actuar en interés general de todo el grupo. 

Nada cambiará en España hasta que no votemos popperianamente

Ramiro de Maeztu (Las leyes justas, ABC, 31 de mayo de 1936) predijo a Yolanda Díaz

.. . Es verdad que esta luz de la razón natural la poseemos todos 1os hombres cuerdos, como todos podemos decir si tenemos salud o estamos enfermos; pero ello no decide de si las leyes deben hacerlas los legistas o los profanos en Derecho, aunque parece cosa clara que la función legisladora a los legistas corresponde.. . " ... Es seguro que en materia de leyes se equivoquen menos los legistas que los que no lo sean y no está bien que en vista de que los jurisconsultos no sean infalibles se llame a legislar a los limpiabotas ..." ... ¿No nos dicen la inteligencia y el buen sentido que para desarrollar una ciencia o un arte hay que dedicarse a su cultivo? Pues no nos digamos que los juristas se equivocan en Derecho, por que más se equivocaran los profanos

El salario neto de los trabajadores descontada la inflación es el único apartado del coste laboral (CLT) que no ha crecido desde que Pedro Sánchez accedió al poder. 

En el segundo trimestre de 2018, el sueldo medio era de 22.842 euros y hoy lo es de 22.181, es decir un 1,4% menos. Sin embargo, el resto de aspectos de los que se compone el CLT ha aumentado. Las cotizaciones que corresponden a la empresa han crecido un 6,8% y las que paga el trabajador sumadas a los impuestos aumentan el 16%. Esta cifra sube tanto porque el Gobierno se ha negado a deflactar del IRPF la inflación, la famosa progresividad en frío. En conclusión, para una empresa cada vez es más caro el coste de un empleado, pero el salario real de éste cada vez es menor porque el Estado incrementa su bocado.

Desde 2020, se observa un aumento neto de personas que se mudan fuera de grandes centros urbanos a las periferias de las ciudades y localidades más pequeñas. Este movimiento lo impulsaron sobre todo individuos de altos ingresos, que tenían más facilidad para trabajar en remoto y mudarse. Las regiones que recibieron más migrantes experimentaron subidas significativas en los precios de la vivienda. También hubo cambios en la demanda de servicios y en el empleo local. El estudio concluye que la migración redujo la carga del coste de vivienda tanto para grupos de ingresos altos como bajos, con mayor beneficio para los de ingresos bajos. Sin embargo, la dispersión del crecimiento del empleo (al salir de las grandes ciudades) limitó la mejora en accesibilidad a empleos, sobre todo para los de ingresos altos. Al considerar cómo la migración afecta costes de vivienda y accesibilidad laboral, el aumento de la desigualdad de bienestar atribuida al teletrabajo se modera de forma significativa.

Cómo EE. UU. se convirtió en “tierra de oportunidades” 

El factor decisivo fue la expansión pionera de la educación en masa, más que otros elementos. A diferencia de estudios previos que solo analizaban la correlación de ingresos entre padre e hijo, este trabajo incorpora a ambos progenitores en una nueva medida de movilidad intergeneracional, considerando múltiples insumos, especialmente el capital humano (educación) de madre y padre. Dada la falta de datos históricos completos, desarrollan un método de variable latente y construyen un panel representativo que incluye mujeres, lo que permite medir movilidad con mayor precisión. El método de variable latente es una técnica estadística utilizada cuando el fenómeno que queremos medir no se observa directamente, sino que se infiere a partir de indicadores observables. La “variable latente” (como capital humano, habilidades cognitivas, nivel socioeconómico) se estima a partir de datos relacionados de los que sí se dispone. Se parte de varios indicadores observables (por ejemplo, años de escolarización, ocupación, ingresos). Se construye un modelo probabilístico que relaciona esos indicadores con la variable latente. El método estima la distribución y valores de esa variable oculta, permitiendo análisis más precisos cuando los datos son incompletos o indirectos. 

Los resultados del estudio son que la capacidad de las personas para mejorar su nivel educativo respecto al de sus padres aumentó significativamente entre 1850 y 1950. En otras palabras, la educación dejó de depender tanto del origen familiar y se volvió más accesible, lo que permitió que hijos de familias con menor capital humano (menos educación) alcanzaran niveles educativos mucho más altos que sus padres. Este incremento se debió a la reducción de la dependencia del capital humano materno, que antes era el factor más determinante en el éxito de los hijos. La escolarización masiva debilitó esa dependencia, elevando la movilidad tanto en educación como en ingresos.

La doble motivación en Adam Smith según Amartya Sen (Miguel Ruiz): la moralidad de la ambición

Frente a la descontaminación moral de lo económico, presidido por el interés propio, como según parece nos viene de Adam Smith, y así lo entiende una gran parte de la economía moderna, Amartya Sen intenta hacer ver que el pensador escocés, en La Teoría de los sentimientos morales, pone cierto énfasis en el poder de las reglas establecidas de comportamiento, que no estarían confinadas a seguir necesariamente los dictados del amor (interés) propio, sino que reciben la influencia implícita de los argumentos morales. O dicho de otro modo, que a veces la conducta moral tiende a adoptar la forma del simple acatamiento de las convenciones establecidas. El pasaje smithiano de referencia es el siguiente:  

«Muchas personas se han comportado de modo sumamente decente y durante toda su vida han evitado cualquier grado apreciable de culpa, y sin embargo quizá no han experimentado nunca el sentimiento sobre cuya corrección nosotros fundamos nuestra aprobación de su conducta sino que actuaron siguiendo meramente lo que detectaron que eran las reglas de comportamiento establecidas.»

De aquí parece que se deduce por Amartya Sen que Smith no descarta la existencia de otras motivaciones distintas al interés propio en las acciones humanas, incluidas las acciones económicas. Hay que aclarar, primero, que de lo que estamos hablando es de las reglas generales de conducta, que se adquieren por la experiencia, y que según Smith constituyen el sentido del deber: un principio de sobresaliente importancia en la vida humana y el único principio por el cual la mayoría de la humanidad puede orientar sus acciones.

O sea, la internalización de las normas sociales por los miembros de una Sociedad. Smith 

 precisa con cierto detalle cuándo (en qué casos) el sentido del deber ha de ser el único principio de nuestra conducta y cuándo (en qué casos) han de concurrir también otras motivaciones. Y nos dice aquí que la cuestión, si bien no puede resolverse con mucha precisión, depende de dos circunstancias, una, de lo agradable o desagradable del sentimiento o afecto que nos alejaría de las reglas de carácter general y, otra, de la precisión y exactitud o de la imprecisión e inexactitud de las reglas mismas.  

Pues bien, respecto a lo primero, y en particular cuando se trata de las pasiones egoístas, esto es, del propio interés, hay que distinguir entre los casos en los que el interés propio es mínimo o insignificante (i) y aquellos otros en los que es relevante o extraordinario (ii): i) En los casos normales, pequeños y vulgares, deben primar las reglas generales más que ninguna pasión por los objetivos mismos. Nos pone como ejemplo Smith que el anhelar o urdir tramas para conseguir o ahorrar un solo chelín degradaría al empresario más vulgar a los ojos de todos sus vecinos. En estos casos, por muy miserables que sean sus circunstancias, no debe aparecer en su conducta ninguna atención a tan insignificantes asuntos por los asuntos mismos, sino que deberá respetar la regla general y por tanto el estilo de comportamiento propio de todas las personas de su profesión. ii) Por el contrario, en ocasiones más relevantes y extraordinarias seríamos torpes, insípidos e indecorosos si los objetivos mismos, esto es, el propio interés, no nos animarán con un grado de pasión notable. Una persona parecerá mezquina si no los persigue con algún ahínco por ellos mismos. Y entre los ejemplos que pone está de nuevo la figura de un empresario que será considerado poca cosa por sus colegas si no se afana por conseguir lo que ellos llaman un trabajo extraordinario, o un beneficio fuera de lo común. Porque ese espíritu animoso constituye la diferencia entre un hombre emprendedor y un hombre de sosa mediocridad: «Las grandes metas del propio interés, cuya pérdida o adquisición modifica bastante el rango de la persona, son los objetivos de la pasión propiamente denominada ambición, una pasión que cuando se mantiene dentro de las fronteras de la prudencia y la justicia es siempre admirada en el mundo

En cuanto a lo segundo, de la precisión y exactitud o de la imprecisión e inexactitud de las reglas mismas,  el grado en que nuestra conducta ha de proceder por entero de un respeto a las reglas generales dependerá en parte de la precisión y exactitud o de la imprecisión e inexactitud de las reglas mismas Las pautas generales de todas las virtudes, nos dice Smith, son flexibles e imprecisas, abiertas a numerosas excepciones, quizá con la salvedad de la gratitud, pero especialmente con la salvedad de la justicia. Pues bien, es a causa de esta falta de precisión por lo que se generan situaciones de falsa conciencia, que dan lugar a seguir un erróneo sentido del deber. En estos casos puede ser que aparezca el sentido de humanidad, la compasión, que corrigen en parte el error, pero a pesar de todo, estos comportamientos no merecen el aplauso que le hubiese correspondido en el caso de una completa autoaprobación. Porque como termina diciendo Smith: «Ninguna acción puede con propiedad ser denominada virtuosa si no está acompañada por el sentimiento de la autoaprobación.» De todo lo anterior, frente a la postura de A. Sen, a nuestro juicio se puede deducir que para Adam Smith los verdaderos asuntos económicos pueden y deben estar desprovistos de otras consideraciones que no sean el objeto mismo del propio interés, porque es la manera de poder alcanzarlos, si bien siempre dentro de las fronteras de la prudencia y de la justicia. Y por otro lado, que la moralidad de los actos, sólo es plena, cuando está guiada por el sentido del deber y cuenta con nuestra total autoaprobación, y no, como luego reiterará Kant, cuando está impulsada por otros motivos de inclinación.  

En definitiva... si como vemos que A. Smith se limitó a apuntarlo, y se puede decir, a nuestro juicio, que incluso en cierto modo se anticipó al imperativo categórico kantiano mediante la figura del espectador imparcial y de la simpatía; Kant, por su parte, va mucho más lejos y lo afirma con rotundidad en su camino hacia ese imperativo categórico [Actúa sólo conforme a aquella máxima de la que a la vez puedas querer que se convierta en una ley universal], hacia un deber moral incondicional, que se universaliza y que por esta misma razón pospone los intereses propios a los de los demás.


Pero no creo que eso exija calificar de "contrato" los estatutos de una corporación. Es decir, el derecho de contratos se aplica analógicamente a la "constitución" de una corporación cuando, como es el caso, exista identidad de razón

 

Barcelona y Madrid representan no solo políticas diferentes, sino futuros distintos. En toda Europa, el sector financiero ha hecho subir los precios de la vivienda. Es una bomba de relojería política. Una construye bajo normas de interés público, que exige que parte de los nuevos desarrollos permanezcan permanentemente asequibles, y combina esto con controles de alquileres y medidas fiscales que buscan frenar la especulación. El otro construye bajo el lema de la "abundancia" y el aumento de la oferta, relajando la regulación de la tierra, acelerando los permisos y reduciendo impuestos para los promotores. Es pronto para decir qué modelo prevalecerá, pero la experiencia y la investigación demuestran que simplemente construir más y dejar la vivienda al mercado no hace que los precios bajen. La historia del Barcelona demuestra que el reglamento importa, pero no es suficiente. Sin una aplicación estricta de la ley, y sin abordar los incentivos que recompensan el uso de la vivienda como activo financiero, incluso las reformas más bien intencionadas no lo logran. Estas dos ciudades ofrecen una elección entre dos caminos: uno donde la vivienda sigue siendo una fuente de beneficios ilimitados, y otro que intenta —aunque hasta ahora de forma inconsistente— reconstruirla como un bien social. Porque, en esencia, esto no se trata solo de vivienda. Se trata de si detenemos la espiral de desigualdad que enriquece a unos pocos mientras erosiona el nivel de vida de una mayoría creciente y el futuro de las ciudades en las que vivimos. 

Y un tuitero llamado Sam Dimitriu, Head of Policy (@BritainRemade). Adviser (@TenThinkTank) le ha replicado

España está realizando un experimento. Madrid está intentando abaratar la vivienda incrementando la oferta de vivienda privada. Barcelona está intentando conseguirlo poniendo límites a los Airbnb y controlando los alquileres. Mi predicción: Madrid tendrá viviendas más baratas, pero el autor de este artículo se quejará de que las reformas de Barcelona fracasaron porque no fueron lo suficientemente lejos. 

Y a uno se le ocurre: ¿Qué incentivos tiene Jaime Palomera para rectificar o simplemente mejorar su análisis del mercado de la vivienda? 

Ninguno. Aunque en su fuero interno (v., supra lo que decía Adam Smith sobre obtener la "autoaprobación" y lo que eso significa respecto a considerar que alguien actúa con "buena fe subjetiva") Palomera sepa que está equivocado y sepa que Barcelona está fracasando como han fracasado todas las políticas de vivienda basadas en controlar las rentas y elevar los costes de alquilar, Palomera no tiene incentivos para cambiar de opinión porque si lo hace, será, simplemente uno más entre los millones que piensan que la política correcta es la de Madrid, no la de Barcelona y, en consecuencia, los muy progresistas-posmodernos-woke editores de The Guardian no le ofrecerán sus páginas para que publique periódicamente sus sandeces. 


La pública y la privada son complementarias. La privada está cerca del mundo empresarial, forma a los alumnos para el trabajo y responde a las necesidades de la sociedad. Todo está cambiando mucho, no sabemos cuáles serán las profesiones del futuro y hay que preparar a los alumnos para el aquí y el ahora... La universidad pública está más lejos del mundo empresarial. Sus profesores fomentan dar pocas horas de clase y se centran en investigar, mientras la privada es más ágil detectando nuevos grados y se pone como objetivo que el alumno logre empleo. Nosotros tenemos un departamento de 20 personas dedicado en exclusiva a buscar trabajo a los alumnos: el 95% de nuestros graduados lo consigue. Además, la privada ofrece una atención más personalizada y acompaña al alumno desde el principio. Estoy de acuerdo en que una universidad tiene que tener unos estándares, pero los requisitos que se han puesto en el decreto no aseguran una mejor calidad ni inciden en los temas nucleares, que son mejorar la enseñanza y la empleabilidad. Nos ha sorprendido la injerencia del Gobierno en una tarea que está delegada en las CCAA. Sin presuponer malas intenciones sobre si el Gobierno va contra la privada, creo que necesitamos pensar en el futuro de los alumnos.

 

Vapor, Acero y Mentes Infinitas

Mi cofundador Simon era lo que llamamos un programador del 10×, pero hoy en día rara vez escribe código. Pasa por su escritorio y le verás orquestando tres o cuatro agentes de codificación de IA a la vez, y no solo escriben más rápido, piensan, lo que en conjunto lo convierte en un ingeniero del 30-40×. Encarga tareas a las máquinas antes de comer o dormir, y las deja trabajando mientras él está fuera. Se ha convertido en un gestor de mentes infinitas.  

Las empresas son una invención reciente. Se degradan a medida que escalan y alcanzan su límite. La corporación moderna... evolucionó con las compañías ferroviarias, que fueron las primeras empresas que necesitaban coordinar a miles de personas a lo largo de grandes distancias. Hace unos cientos de años, la mayoría de las empresas eran talleres de una docena de personas. Ahora tenemos multinacionales con cientos de miles. La infraestructura de comunicación (cerebros humanos conectados por reuniones y mensajes) se dobló bajo una carga exponencial. Intentamos resolver esto con jerarquía, procesos y documentación. Pero hemos estado resolviendo un problema a escala industrial con herramientas a escala humana, como construir un rascacielos con madera. Dos metáforas históricas muestran cómo las futuras organizaciones pueden verse de forma diferente con nuevos materiales milagrosos. 

La primera es el acero. Antes del acero, los edificios del siglo XIX tenían un límite de seis o siete plantas. El hierro era fuerte pero frágil y pesado; Si se añadieron más plantas, la estructura se derrumbó bajo su propio peso. El acero lo cambió todo. Es fuerte pero maleable. Los marcos podían ser más ligeros, las paredes más finas y, de repente, los edificios podían elevarse docenas de plantas. Se hicieron posibles nuevos tipos de edificios.  

La IA es acero para las organizaciones. Tiene el potencial de mantener el contexto entre flujos de trabajo y decisiones superficiales cuando sea necesario, sin el ruido. La comunicación humana ya no tiene que ser el muro de carga. La reunión semanal de coordinación de dos horas se convierte en una revisión asíncrona de cinco minutos. La decisión de arriba que requería tres niveles de aprobación se resuelve en minutos. Las empresas pueden escalar, realmente escalar, sin la degradación que hemos aceptado como inevitable. 

No hemos reimaginado cómo serán las organizaciones cuando las viejas limitaciones se disuelvan y tu empresa pueda funcionar con mentes infinitas que trabajan mientras duermes.

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