Foto: Antonello Dellanotte @Adellanotte
Los bebés, desde los 12 meses, son capaces de interpretar como conductas diferentes – con un significado diferente – las de dar o entregar y las de coger, tomar o apoderarse de una cosa. Lo primero se interpreta como una relación entre dos individuos, esto es, como una interacción social que, por tanto, tiene un significado más allá del cambio de manos de la cosa dada o entregada, lo segundo como una relación entre un individuo y una cosa.
… la ubicuidad de la transferencia activa de recursos en las sociedades humanas, especialmente si se compara con su rareza excepcional en otras especies de primates filogenéticamente cercanas, refleja el importante papel que jugó la entrega de beneficios materiales en nuestra historia evolutiva al proporcionar una nueva vía para el establecimiento y el mantenimiento de las relaciones sociales aptitud-revelación (Baumard, André, y Sperber, 2013; McCullough, Kimeldorf, y Cohen, 2008). Esta conjetura evolutiva fundamenta la hipótesis de que los humanos pueden poseer un sistema de conocimiento especializado para comprender y participar en interacciones basadas en la transferencia de recursos.
Consistentemente con esta hipótesis, mostramos que los bebés humanos de 12 meses son capaces de distinguir entre acciones de transferencia de objetos funcionalmente diferentes (dar y tomar) estableciendo dos representaciones estructuralmente distintas:
DAR como una interacción social basada en la transferencia, TOMAR como una acción dirigida a un objeto.
Esta asimetría… refleja el diferente efecto y función que las dos acciones tienen en términos de interacción humana (Newman, 1995). La proclividad selectiva de los bebés para interpretar el dar en términos interactivos es, en otras palabras, un testimonio de la específica función de favorecer la cooperación que tuvo y tiene la prestación activa de beneficios en nuestras relaciones sociales.
La afirmación según la cual los humanos poseen un conocimiento conceptual desarrollado tempranamente de los objetivos sociales de las conductas (por ejemplo, ayudar: Kuhlmeier, 2013; Wynn, 2008) debe extenderse e incluir interacciones sociales básicas basadas en DAR, cuya identificación puede constituir otra ruta a través de la cual los niños pueden organizar e interpretar las relaciones sociales entre terceros, es decir, incluso cuando no están participando en ellas (cf. Mascaro & Csibra, 2012).
Denis Tatone, Alessandra Geraci, and Gergely Csibra, Giving and taking: Representational building blocks of active resource-transfer events in human infants Cognition. 2015 April ; 137: 47–62.
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