miércoles, 7 de diciembre de 2022

Walter Bigiavi sobre las recensiones

 

 "Aunque la indulgencia es una virtud en la vida cotidiana, está mal practicarla en asuntos científicos, que son, o deberían ser, una materia indisponible"

 

He hecho muchas, muchas recensiones en mi vida... y siempre he procurado dar a cada una lo suyo, para bien o para mal. Por supuesto, sabía que este trabajo mío, aunque extraordinariamente laborioso y delicado, me traería muchos problemas. ¿No advirtió ya Goethe... que, cuando uno encuentra malos libros, no debe decirlo si no quiere correr el riesgo de enemistarse con todo el mundo?

He afrontado este riesgo desde mi juventud, y no me arrepiento de ello, aunque, para asumir y mantener esta actitud de independencia, haya tenido que renunciar a muchos "reconocimientos" materiales y morales. Que digan lo que quieran quienes he tenido que criticar (mientras que, por razones de reciprocidad, me habrían elevado a mí y a mis escritos a los altares si los hubiera alabado), pero mi juicio escrito debe ser la fiel expresión de mi convencimiento. Sobre todo, me parece un imperativo moral reseñar también los libros malos, y así hablar mal de ellos... sin recurrir a la coartada -conveniente pero no valiente- de archivarlos y no recensionarlos (desgraciadamente, he de reconocer que, desde que he bajado el ritmo de mis recensiones... algunos libros malos -aunque firmados por relevantes autores - que deberían haber sido machacados sin piedad no han lo han sido).

A este respecto, me gusta repetir las palabras de un ilustre erudito, Omodeo, quien, al reseñar un breve estudio sobre Tocqueville (la reseña se volvió a publicar en el volumen titulado Difesa del Risorgimento, Turín, Einaudi, 1951, del que cito textualmente), escribió: 'De lo que se discute es de la creciente obcecación crítica en el ámbito de los estudios. Esta insistencia nuestra en las críticas duras no es, como podría creerse, una furia maligna: es, por el contrario, un esfuerzo doloroso por sacudirnos este entumecimiento mental, del mismo modo que en la montaña uno sacude a los compañeros agotados que se quedarían dormidos para siempre en la nieve". 

 "Si, por si acaso, nuestro Provinciali hiciera una crítica desfavorable de un libro de Tito Bavà o de una obra de Mario Ghidini, nadie invalidaría su juicio por no ser quién para hacerlo. Si, por el contrario... elogiara una obra de Antonio Scialoja, entonces... cabría preguntarle de quién obtiene los títulos necesarios para emitir alabanzas sobre una obra y un hombre tan superiores a él. 

... Cada cual juzga como le parece, para bien o para mal, según su criterio... No es serio... ni científicamente honesto pronunciar y publicar sólo reseñas laudatorias.  

... Así que tengamos clara esta verdad, ...: el derecho se aprende por lo general en los libros ... Y los libros hay que leerlos con espíritu crítico, lápiz en mano, anotando y registrando escrupulosamente los problemas, las soluciones y las novedades. 

continuación, Bigiavi explica que escribir sólo recensiones elogiosas y no prestar atención a los libros 'malos' no es honesto intelectualmente y pone un ejemplo extraordinario. Provinciali, un colega que recrimina a Bigiavi que se sienta en situación - posición de criticar a cualquiera, había publicado una nota elogiando la decisión de un tribunal de Milán de nombrar administrador concursal en un concurso a un catedrático de Derecho Procesal que, curiosamente, pocos meses después, presidiría la comisión en la que Provinciali obtuvo la cátedra. 

Walter Bigiavi, Scritti quasi-giuridici in onore di me stesso compiendosi il mio cinquantesimo anno, Riv. trim.dir.proc.civ., 1954, p 186

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