lunes, 28 de octubre de 2013

El lanzamiento de enanos



"El lanzamiento de enanos es una actividad en la que una persona grande lanza una persona pequeña y se realiza en un sitio donde, a menudo, se sirve alcohol. La actividad sirve de sustento para los enanos. Mientras el lanzamiento de enanos está permitido en algunos países, en otros está prohibido por la Ley. 
"La prohibición no se basa en el objetivo de proteger la salud laboral o la seguridad física de la persona lanzada. Si fuera así, se podría regular la actividad, simplemente y no prohibirla (exigiendo el uso de cascos y rodilleras por ejemplo). En Ontario, una ley de 2003 prohibió el lanzamiento de enanos…. Y en Fancia, el asunto llegó al Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas después de que el Ministerio del Interior, en 1991 emitiera un comunicado diciendo que el lanzamiento de enanos era contrario al art. 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. La prohibición fue hecha valer en algunos municipios y un enano francés presentó una demanda para que se revocara la prohibición. Con éxito inicial aunque, finalmente, el Consejo de Estado dictaminó que “el lanzamiento de enanos ofende a la dignidad humana”. El enano llevó su demanda a las Naciones Unidas alegando que había sufrido una discriminación por parte de Francia en su derecho al trabajo. Un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ( 2002 ) apoyó esta alegación señalando que no había trabajo para los enanos en Francia y que su trabajo no constituye una afrenta a la dignidad humana ya que la dignidad consiste en tener un trabajo " Sin embargo, el comité de la ONU se pronunció en favor de Francia: Es decir, el comité de la ONU , al igual que el Consejo de Estado, llegó a la conclusión de que el lanzamiento de enanos era tan repugnante que imponía una externalidad negativa al reducir el valor de la dignidad humana, un bien público".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi opinión lo repugnante es que a un "tio" que ni le va ni le viene decida en contra de la voluntad de una persona para trabajar libre y dignamente dando espectáculo. Igual es más repugnante el trabajo del que prohíbe por diversión y por la sensación de estar al poder.

Anónimo dijo...

El hecho de que el enanito se deje lanzar voluntariamente a cambio de un sueldo no justifica necesariamente ese trabajo como digno. La voluntariedad no santifica el contrato.
Pienso por ejemplo en un caso aún más extremo; que una persona a cambio de dinero para él o sus herederos, se deje comer un brazo o la pierna por Aníbal Lecter...

Spanish fly dijo...

También la mayoría de las prostitutas, los chaperos y gigolos alquilan/venden sus cuerpos voluntariamente, y sigue siendo ilegal la prostitución...
aunque todo hay que decirlo, dentro de tal "oficio" suelen autolimitarse, y el cliente no tiene derecho a hacerle de todo a las mujeres u hombres (hay un acuerdo previo a la "faena" pagada.
El tema de la dignidad laboral es muy interesante de tratar.

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