Ya estamos viviendo “tiempos interesantes” para nuestra desgracia. Lo mejor que nos puede pasar es que volvamos al período de entreguerras. Lo peor es que se desate una guerra internacional. Trump va a debilitar el Estado de Derecho en los EE.UU. Y el Brexit prestará una gran contribución a que las cosas vayan peor para todos. Para los británicos y para el resto de los europeos. Para corregir los excesos de la globalización y la desregulación iniciada en los años ochenta estamos dispuestos a tirar al niño (la mayor creación de riqueza y reducción de la pobreza de la historia de la Humanidad) con el agua sucia de la bañera (el incremento de la desigualdad – en los países anglosajones especialmente – y el crecimiento desaforado del sector financiero que se ha apropiado de los beneficios de la cooperación sin crear y distribuir riqueza que es el resultado esperado de la mano invisible). En lugar de ajustar los mecanismos que se han desajustado, vamos a cargarnos la libertad de todos los que no son de nuestra tribu y negar el pan y la sal a los que no marchen, prietas las filas, de acuerdo con las indicaciones del líder.
La primera regla de la acción política debe ser “no hacer daño”. ¿Qué cálculo coste-beneficio puede justificar el Brexit? Tras la sentencia del Tribunal Supremo británico, está claro que el referendum era consultivo y que la última palabra, tanto respecto del an como del quando del Brexit la tiene el Parlamento. Los británicos parecen haber perdido su sentido práctico. ¿Por qué no puede aplazar May la notificación del art. 50 TUE un par de años hasta que se compruebe si los objetivos expuestos por May pueden lograrse en mayor medida permaneciendo en la UE? ¿Por qué no puede convocar un referéndum de “ratificación” en el que se expongan al electorado, ahora con más información, las consecuencias más probables de ejecutar el Brexit a la vista de los planteamientos de la Unión Europea (qué tipo de tratado está dispuesta a ofrecer al Reino Unido) y de las restantes grandes potencias (qué tipo de acuerdos de libre comercio puede conseguir razonablemente el Reino Unido).
2 comentarios:
Jesús: “A lo hecho, pecho”. A estas alturas, los europeos no podemos estar a expensas de los intereses británicos. Lo que hagan deben hacerlo rápido, para despejar incertidumbres. Sobre todo para no hacerle juego al señor Trump, que les dice que les irá fantástico si se separan de Europa.
Veremos como acaba todo...
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