Foto: Jason Thompson
Que los homínidos inventaran el cocinado de los alimentos – gracias al dominio del fuego – es una innovación cultural que hoy se reconoce generalizadamente como enormemente importante para la evolución de la especie, esto es, para la evolución genética de la especie humana y, como se verá, para la organización “política” de los grupos humanos. Los autores que se citan abajo cuentan que en una especie que vive en grupo – como vivían los homínidos – procesar los alimentos mediante el fuego “favorece la existencia de una ubicación central a la que se transportan las piezas capturadas” (se verá que nuestros ancestros no eran propiamente cazadores sino más bien carroñeros). Eso supone que el reparto de lo capturado no se hace “competitivamente” («you eat what you kill» o «comes lo que puedas arrebatar a otros») sino de forma coordinada, conforme a reglas aceptadas por todo el grupo. Con el reparto de la comida – o, más bien, de un parte de la comida – nace la moralidad humana. (“es probable que el control del fuego y la práctica de la cocina fueran una condición previa importante para el surgimiento de un orden moral humano”)
Recuérdese con Pablo Malo, que
“cuando se proclamó que Dios había muerto muchos pensaron que iba a desaparecer la moral y que el mundo se iba a convertir en una Sodoma y Gomorra a gran escala. Se pensaba entonces que la religión era el origen de la moral y que sin la religión la moral iba a desaparecer. Creo que la evolución que han seguido las cosas indica claramente que es la moral la causa de la religión y no al revés. El ser humano no puede evitar producir normas morales sin parar. Nuestro cerebro produce religiones como el hígado produce bilis”
¿Por qué los hominidos dieron este paso “sociopsicológico”? Según estos autores, el origen último estaría en “la adopción de alguna forma de cría de los infantes y caza cooperativa” surgida con el Homo erectus.
El acceso a alimentos cocinados provocó modificaciones físicas en los antecesores del homo sapiens como un tubo digestivo más corto, un colon menor y sobre todo, menos tiempo dedicado a comer. Un orangután se pasa 11 horas al día comiendo:
“Con un intestino más pequeño, menos necesidad de masticar y una digestión más rápida, los homínidos se liberaron para desarrollar su capacidad aeróbica y perfeccionar su capacidad de correr…
Una dieta basada significativamente en la carne y la médula ósea de los animales grandes proporcionó un nicho para los homínidos emergentes muy distinto del de otros primates y, por lo tanto, seleccionado por los rasgos que más distinguen a los humanos de los simios. De hecho, ahora parece que los primeros homínidos… eran más probablemente carroñeros que cazadores-recolectores… pruebas más recientes sugieren la prevalencia de la carroña "competitiva" o "de poder", en la que grupos organizados de seres humanos que portaban armas primitivas perseguían a los animales que habían cazado la presa y se apropiaban de los cadáveres casi intactos.
¿Cómo podían hacerlo estos homínidos? Con una combinación de coordinación – acción colectiva – y armas letales suficientes para ahuyentar a otros depredadores. Naturalmente, lo que sirve para ahuyentar sirve también para matar. Se produciría así, el paso desde arrebatar las piezas de caza a otros a la caza propiamente dicha aunque, para grandes piezas, los homínidos tuvieron que inventar primero “las lanzas y las flechas envenenadas con punta de piedra”. Lo interesante, para la organización social de estos homínidos es que
La carroña... de animales grandes requiere la participación de un grupo y una cooperación coordinada de manera eficiente, tanto para organizar un ataque contra los depredadores que se alimentan de una presa grande, como para protegerse de los depredadores mientras se procesa y consume el cadáver… A diferencia de las armas de madera, podrían amontonar cuidadosamente piedras en lugares estratégicos dentro de una gran zona de carroñeros, de modo que cuando un grupo de exploradores localizara un objeto alimenticio apropiado para carroñear, podría llamar a otros para que transportaran las piedras al lugar del cadáver, como una operación estratégica que precediera a su apropiación. Estas podrían haber sido las primeras armas letales, pero llevar lanzas o palos de madera habría servido igual
¿Cómo influyó la invención de armas letales en la aparición de la moralidad humana y, por tanto, en la organización social de los homínidos de forma diferente – no jerarquías de dominación – a la organización social de otros primates? Las armas inventadas para cazar o carroñear, pueden utilizarse contra grupos rivales o incluso contra miembros del propio grupo. De manera que un individuo más débil físicamente o un grupo menos numeroso podía infligir bajas al grupo con individuos más fuertes o más grande en número, lo que hacía los ataques recíprocos mucho más peligrosos que en otras especies. Además, las armas letales convertían también la transgresión de las reglas del grupo en una actividad que se podía pagar en casos extremos – con la muerte, “reduciendo así radicalmente el coste de castigar a los transgresores” y por tanto el nivel de cumplimiento de las reglas morales y de las normas sociales del grupo. Curiosamente, hay establecida una conexión entre
“la maquinaria neural para los movimientos rápidos manuales-braquiales que permite lanzar piedras con precisión y que sienta las bases para el desarrollo del lenguaje, que como el lanzamiento preciso depende de la capacidad del cerebro para orquestar una serie de movimientos musculares que cambian rápidamente... El Homo erectus había desarrollado esta capacidad para lanzar con precisión por encima de la cabeza, y trabajos recientes sugieren que los orígenes del lenguaje humano son también mucho más antiguos de lo que comúnmente se supone originándose con toda probabilidad hace más de 700.000 años
Y dejo para otra entrada explicar cómo esta “igualación” de los homínidos gracias a las armas letales impidió que la organización social predominante en todos los demás primates – la existencia de una jerarquía de dominación – fuera sustituida en el caso del homo sapiens por grupos igualitarios y jerarquías productivas o de persuasión.
Herbert Gintis, Carel van Schaik and Christopher Boehm, Zoon Politikon: The Evolutionary Origins of HumanSocio-political Systems, 2018
1 comentario:
Existe, sin embargo, un fallo de temporalidad.
La caza por agotamiento, o shock térmico, se realiza desde hace millones de años, y eso es lo que nos ha hecho como somos, corredores durante horas.
El arco y flechas son descubrimientos tardíos 500K-600K
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