domingo, 14 de agosto de 2016

Tweet largo: ¿dejamos endeudadas a las próximas generaciones?

Los libertarios repiten que estamos endeudando a nuestros nietos. Que toda la deuda – especialmente la pública – que estamos acumulando la tendrá que pagar alguien y ese alguien seremos nosotros mismos –los contribuyentes – en un futuro más o menos próximo o nuestros hijos o nietos. Y lo propio con las pensiones en un sistema de reparto. El principio que parece latir tras estas afirmaciones es que estamos siendo “injustos” con las próximas generaciones.

Pero tengo la impresión de que toda esa forma de razonar es una estupidez. Nuestros hijos o nietos “heredarán la tierra” porque no podemos llevárnosla con nosotros cuando morimos. Les dejamos, generación tras generación, un mundo más rico. Billones o trillones de nueva riqueza, creada durante el tiempo que nos ha tocado pasar sobre la tierra. El único inconveniente es que no pueden aceptar, colectivamente, la herencia a beneficio de inventario. Tienen que aceptarla pura y simplemente. Pero, individualmente, pueden aceptarla a beneficio de inventario. Basta con irse a vivir a otro país, a otra sociedad entre las miles de sociedades que habitan la tierra.

Puede que algunas generaciones se hayan “comido” una parte de la herencia que les dejaron las generaciones anteriores. A cambio, otras generaciones han dejado muy aumentada la que recibieron de sus propios padres. Es la vida. Y, por suerte, vivimos suficiente tiempo y con la suficiente incertidumbre respecto del momento en que moriremos como para, mientras estamos vivos, pensemos en el largo plazo y en no cargarnos la herencia recibida, sino aumentarla.

Y las deudas se extinguen. Por pago, por prescripción o por jubileo. Todas las deudas se extinguen. También las colectivas.

5 comentarios:

Manuel Álvarez dijo...

Estimado Jesús:

Yo sí estoy muy preocupado por el tema de la deuda, el déficit, y las pensiones. El sistema debe ser sostenible y poder afrontar situaciones complicadas con ciertas garantías de éxito, y sobre todo, sin que el cambio sea muy rápido y destruya lo que se ha hecho hasta entonces.

El último párrafo de tu entrada da a entender que no pasa nada por endeudarse, porque al final todo se paga. Pero hay pruebas de que si un país no paga le cuesta volver a recuperarse y que de nuevo confíen en él.

Saludos.

Manuel.

Joaquin Barquero dijo...

Mi opinión es similar a la de Manuel; cierto que en su conjunto "heredarán", pero la estructura del sistema de reparto y el monto de deuda les forzará a soportar una carga impositiva brutal....la solución de que se vaya el que paga está bien (es base del federalismo fiscal) pero ciertamente como país no se puede perseguir eso casi sin alternativas creíbles...

Investigamas Detectives dijo...

Artículo muy realista. Felicitarte por el mismo y por el blog.

Anónimo dijo...

Es una estupidez, pero es verdad, y la única solución es marcharse a otro país.

Creo que debes darle otra vuelta a este asunto.

Anónimo dijo...

Una de sus peores entradas profesor. Parece que la hubiera escrito de resaca sin haberla meditado.

¿Si la deuda ha financiado gasto improductivo? ¿Qué heredan las próximas generaciones?

Está bien heredar aeropuertos fantasma, carreteras que no llevan a ningún lado, y un largo etcétera de ejemplos de despilfarro que dejan 0 en el activo y millones en el pasivo para las futuras generaciones.

Pero claro, la solución a nacer hipotecado es irse del país, muy fácil. Un argumento simplón que vale para rebatir cualquier discusión: Si no te gusta, vete.

Con todos los respetos Profesor, esta vez, la estupidez la dice usted.

Un saludo.

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