Un intermediario financiero es una persona que media entre la oferta y la demanda de capital. Es decir, pone en contacto a quienes tienen excedentes financieros (por ejemplo, al asalariado que ahorra una cantidad determinada de dinero) con quienes reclaman dinero para llevar a cabo proyectos de inversión (por ejemplo, una empresa que desea ampliar la fábrica donde produce o un médico que decide abrir una consulta). Como dijo Schumpeter, los intermediarios financieros son los que deciden qué empresas reciben el dinero que le sobra a una sociedad.
Lo que hacen, pues, los intermediarios financieros es transformar pasivos financieros (el dinero depositado por los que tienen excedentes) en activos financieros (el dinero proporcionado al que tiene un proyecto para cuya realización necesita capital).
Una explicación más exacta de cómo crean dinero los bancos es la siguiente
Michael McLeay, Amar Radia and Ryland Thomas, Money creation in the modern economy“La gran mayoría del dinero que tiene la gente toma la forma de depósitos bancarios. Pero la procedencia de los depósitos bancarios se explica, a menudo, incorrectamente. Un error bastante común es el de afirmar que los bancos actúan simplemente como intermediarios, prestando los depósitos de los ahorradores. De acuerdo con esta concepción, los depósitos se crean típicamente porque los hogares deciden ahorrar y los bancos prestan estos depósitos a los prestatarios, por ejemplo, a empresas que quieren financiar una determinada inversión o a los particulares que quieren comprarse una casa. En realidad, cuando los hogares deciden ahorrar dinero y ponerlo en el banco, estos depósitos se forman simplemente a expensas de lo que las familias habrían podido consumir, esto es, esas cantidades habrían ido, en otro caso, a las empresas en forma de pagos por bienes y servicios (consumo). De modo que el ahorro no incrementa, por sí mismo, el volumen de depósitos o <<fondos disponibles>> por los bancos que pueden prestarlos. Más bien, ver a los bancos como simples intermediarios implica ignorar el hecho de que, en realidad, los bancos comerciales en una economía moderna son los que crean el dinero de los depósitos. Los bancos crean los depósitos cuando otorgan préstamos (y “entregan” el dinero a los prestatarios en forma de disponibilidad de fondos en una cuenta bancaria). Justo lo contrario de lo que dicen típicamente los manuales de microeconomía”… Los bancos… deciden cuánto prestarán dependiendo de las oportunidades para hacerlo con un beneficio que perciben en el mercado, lo que depende crucialmente del tipo de interés que fija el Banco Central. Son estas decisiones de otorgar préstamos las que determinan la cantidad de depósitos bancarios que se crean. La cuantía de los depósitos bancarios influencia, a su vez, el volumen de reservas que el Banco Central exige a los bancos para que éstos puedan hacer frente a las retiradas de fondos por parte del público, para hacer pagos a otros bancos o para cubrir los requisitos de liquidez que la regulación impone, y que, en tiempos normales, es suministrado a demanda por el Banco Central”
vía Stumbling & Mumbling quienes señalan que la crisis financiera la causó, pues, la defectuosa gestión de los bancos. Es un fallo organizativo – como ha ocurrido con las Cajas – el que llevó a que los bancos dieran demasiado crédito (emitieran demasiado pocas acciones – capital – ) en proporción a su capital y los accionistas fueron incapaces de controlar a los gestores de los bancos y obligarles a aumentar la proporción de capital respecto del crédito concedido. O sea, costes de agencia. Bien puede concluirse que la crisis financiera la causó, pues, un colosal fallo del gobierno corporativo de los bancos.
La cuestión es si el gobierno corporativo de los bancos podía haber controlado a los gestores de éstos o los incentivos de los accionistas estaban en línea con los de unos gestores que querían aumentar el balance – los préstamos – sin tasa. El hecho de que, en España, fueran las Cajas – que no tienen accionistas – las que contribuyeran más a la burbuja financiera y a la sobreexpansión del crédito al sector inmobiliario indica que los accionistas tienen incentivos para controlar el volumen de crédito que otorgan los gestores de los bancos si aprecian que pueden acabar con la quiebra del banco. Del mismo modo, los gestores de los bancos, que tienen todo su capital humano invertido en éste, tienen igualmente incentivos para limitar el volumen de crédito si no estuvieran más o menos seguros de que serán rescatados por el Estado. Pero si el rescate bancario nunca alcanza a los accionistas de los bancos, se explicaría por qué los bancos con forma mutualista – como las Cajas – son los más proclives a generar una burbuja de crédito. Crearon dinero en enormes cantidades porque dejaron de utilizar el volumen de depósitos como indicador del volumen que podían prestar. Para comprender mejor estas cuestiones, en relación con el nivel de capitalización de los bancos v., Admati, Anat R. and
Hellwig, Martin F., The Parade of the Bankers’ New Clothes Continues: 23 Flawed
Claims Debunked (Junio, 2013). Disponible en http://ssrn.com/abstract=2292229 como dicen estos autores, hemos de crear los incentivos adecuados en los accionistas de los bancos para que controlen - como hacen los accionistas de cualquier empresa manufacturera - a los administradores. La doctrina según la cual los acreedores son los que están mejor posicionados para controlar a los gestores de los bancos no resulta plausible ya que no se entiende por qué no habría de ser aplicable a cualquier empresa y no solo a los bancos.
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