Por qué las propuestas de la “nueva” izquierda son inmorales
Modern democratic politics is an opportunistic compromise between the talents of man the reasoner and user of symbolic knowledge and man the emotional loyalist of the hunter-gatherer band
Paul Seabright
Seguramente somos el país más anticapitalista de Europa porque la herencia genética de los cazadores-recolectores pesa más sobre los españoles que sobre otros pueblos europeos. Quizá tiene que ver con ser un país de emigración que concentra a los menos arriesgados y emprendedores porque los que emigran son, normalmente, los más dispuestos a hacer algo por su cuenta en lugar de esperar que los problemas se resuelvan o nos los resuelvan. Un nuevo amigo, Alfredo Bullard nos dio una charla titulada “el gen Marx” en la que resume los estudios que indican que nuestro cerebro se formó cuando éramos cazadores-recolectores y que las sociedades correspondientes (pequeños grupos extraordinariamente igualitarios y cooperadores) incentivaban el comportamiento conforme con el grupo y la distribución igualitaria de los bienes. Esta tendencia parece fácilmente explicable: los grupos de cazadores-recolectores más exitosos eran los que conseguían cazar más ya que la caza proporcionaba proteínas en mayor cantidad que la alternativa (comer hierbas). Por tanto, los grupos más exitosos en la caza florecían. La caza en grupo era más eficiente que la caza individual, ergo, los grupos más cooperativos florecían. El entorno era muy incierto y arriesgado, ergo, los individuos aislados tenían más posibilidades de morir mientras que los miembros de grupos cooperativos podían defenderse recíprocamente frente a esos peligros (ahuyentar a un tigre, establecer turnos de vigilancia,…) por no hablar de que la interacción entre los miembros de un grupo debe ser más que directamente proporcional a su capacidad para innovar y resolver problemas.