jueves, 9 de mayo de 2019

La pérdida de ingresos de las madres


Está absolutamente probada la pérdida de ingresos que sufren las mujeres cuando son madres. Después de la maternidad, sus ingresos bajan y no se vuelven a recuperar, esto es, no recuperan la progresión que tenían antes de la maternidad. La explicación de por qué sucede así no se encuentra en que las empresas discriminen a las madres. Se encuentra, según dicen los estudios, en que muchas mujeres dejan de trabajar cuando son madres – abandonan el mercado de trabajo – otras reducen el número de horas que trabajan – cogen una dedicación a tiempo parcial – y otras, en fin, pasan a desempeñar tareas peor remuneradas. En el último estudio publicado entre nosotros se concluye que en España "Al cabo de cinco años, la brecha de género que se abre con respecto al año de partida es del 17%".

Pues bien, en un estudio que compara resultados al respecto en bastantes países europeos, resulta que esas diferencias entre ingresos de padres y de madres son mayores, incluso mucho mayores. Los países que se incluyen en esta comparación son los nórdicos, los anglosajones y los del centro-norte de Europa. Pues bien, el “gap” es especialmente elevado en Alemania y en España sería semejante al de los países nórdicos, donde la diferencia es la más pequeña de todos los examinados.
Los países escandinavos tienen brechas de larga duración del 21-26%, los países anglófonos del 31-44%, mientras que los países de habla alemana tienen brechas de hasta el 51-61%. 
¿Por qué se produce esta reducción de ingresos? Es decir ¿qué lleva a las mujeres, al hacerse madres a trabajar menos o a no trabajar fuera de casa o a desempeñar otras tareas peor remuneradas? En uno de los estudios que comento – gracias a Francisco Brham – se concluye que la explicación se encuentra en una mezcla de las preferencias de las mujeres (los hijos como “bienes de consumo” que les lleva a preferir estar con ellos que trabajando) y las normas sociales (es decir, cómo se vea socialmente y qué se espera en el entorno de la mujer que haga al ser madre). Así, en Alemania, es una opinión social muy extendida que los niños han de ser cuidados por su madre y que una madre debe quedarse en casa cuidando a sus hijos (véase el gráfico que se acompaña a esta entrada). También coinciden los estudios en que las políticas sociales influyen muy poco en el tamaño de la brecha.

La conclusión – intuitiva – es que estos datos confirman lo que dicen los demás estudios sobre el nivel de igualdad sexual en España: también en este ámbito, España es uno de los países más igualitarios del mundo.

Henrik Kleven et al. Child Penalties Across Countries: Evidence and Explanations, March 2019

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ocurre que:
1) Esta evidencia no interesa a la política ni a la Administración porque deben respetar las libertades, y con esa premisa no tienen legitimación para intervenir en la conducta social. La consecuencia es que el reconocimiento daría al traste con sus planes de dominación totalitaria e ideológica y con el manejo del correspondiente presupuesto, nacional, autonómico, europeo o mundial.
2) Precisamente, una de las acepciones del feminismo -para algunos la más sana- es la de reivindicar los valores encarnados histórica y socioculturalmente por las mujeres en la familia y su realización como madres, y es uno de los "frentes" contra teorías totalitarias y falsos supuestos de odio.

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