En The Economist, se lee que el estonio era una lengua “invadida” en tanta medida como el territorio a lo largo de la Historia, de manera que un tal Aavik empezó a inventarse palabras que sonaran a estonias (muchas tomándolas del finés) y consiguió que la gente las usara cuando llegó la independencia en 1918. Que Ataturk hizo algo parecido con el turco obligando a sus ciudadanos a estudiar durante años para poder leer el “nuevo” idioma impuesto por el padre de la patria que lo había "purificado" de cualquier influencia árabe. En Noruega, el nacionalismo llevó a inventar un nuevo noruego distinto del danés y en la India, aunque el indi y el urdu son considerados, por algunos, como un solo idioma, desde la independencia, los indios toman préstamos de cualquier otro idioma que no sea el urdu y el urdu de cualquiera que no sea el indi
No tengo que evocar ejemplos más cercanos. Lo triste es que los casos que narra The Economist son de hace cien o doscientos años pero en España sólo tienen unas pocas décadas. Lo único que queda en España del siglo XIX son los nacionalismos periféricos.
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