the North would not let the South’s slaveholders leave because they threatened to take with them much of the customs revenues that had financed the Federal Government up to then.
The revival of Southern slaveholders’ fortunes should therefore be understood as part of the worldwide surge of a ‘second slavery’ in response to the renewed globalisation that followed the Napoleonic Wars
La esclavitud fue necesaria para el auge del algodón en los EEUU a principios del siglo XIX porque no era un cultivo lo suficientemente rentable como para atraer mano de obra libre. La contribución del algodón al desarrollo de Estados Unidos se explica por su papel en las finanzas públicas. Como principal producto de exportación del país, el algodón equilibraba la balanza comercial y hacía posible las importaciones que el Gobierno Federal gravaba para obtener la mayor parte de sus ingresos (aranceles).
Estos ingresos se utilizaron para promover la expansión hacia el Oeste de dos maneras. En primer lugar, se usaron para pagar el precio de compra y derechos de conquista de nuevas tierras. En segundo lugar, se utilizaron para repagar la deuda pública federal, lo que aportó liquidez a los incipientes mercados de capitales del país y mejoró su reputación entre los inversores extranjeros. Los gobiernos estatales, por su parte, emitieron deuda que estos mercados incipientes pudieron suscribir y, con los fondos correspondientes pudieron construir las infraestructuras de transporte que conectaban las nuevas tierras del Oeste con los mercados del Norte.
En el Norte, una agricultura próspera favoreció la demanda de bienes y servicios por parte de una creciente red de pueblos y ciudades, lo que condujo a la industrialización. En el Sur, por el contrario, la densidad de población estaba limitada por la pobreza del suelo y el clima, lo que llevó a una agricultura de barbecho en la que grandes cantidades de tierra no se cultivaban, lo que impidió el crecimiento urbano. La producción de algodón a base de mano de obra esclava contribuyó, por tanto, a la expansión de la economía del Norte, mientras que el Sur se quedaba atrás debido a sus limitaciones ecológicas. El cambio resultante en el equilibrio de poder del Sur al Norte amenazó la institución de la esclavitud, lo que finalmente condujo a la secesión y a la guerra civil
Lo interesante del análisis es que encuentra una explicación para la persistencia de la esclavitud sin necesidad de poner en el centro de la economía norteamericana del siglo XIX la producción de algodón
"El algodón representó la mitad de las exportaciones de productos básicos desde la década de 1820 hasta la de 1850, pero las exportaciones en sí mismas contribuyeron relativamente poco al crecimiento en este período... las exportaciones de algodón se dispararon, pasando de 6 millones de libras en 1796 a 1.800 millones en 1860. Los Estados Unidos se convirtieron en el principal proveedor de algodón para el floreciente sector textil de la Revolución Industrial británica... La explosiva demanda británica de algodón en bruto permitió que la esclavitud estadounidense persistiera durante varias décadas más de lo que habría hecho en otro caso"
lo que condicionaba los ingresos públicos federales que dependían en gran medida de lo que el gobierno federal podía recaudar como aranceles sobre las importaciones. Sin las exportaciones de algodón, las importaciones no habrían podido financiarse y, en consecuencia, gravarse con aranceles con lo que los ingresos federales habrían sido menores o provenir de otras fuentes.
El riesgo era que la rebaja de los aranceles por parte de la Confederación (respecto de lo que cobraba el Gobierno federal) hiciera que las importaciones se redirigieran a los puertos del Sur, lo que podría privar a los puertos del Noreste de su papel de entrepôts para el Medio Oeste, al tiempo que amenazaba la solvencia del Gobierno Federal. Los ingresos aduaneros se convirtieron rápidamente en la cuestión más importante en los debates del Norte sobre cómo responder a la secesión, entre otras cosas porque el valor de los bonos del Gobierno Federal cayó al temer los inversores por el futuro de las finanzas públicas
A lo anterior se añade el importante hecho de que la producción, con mano de obra libre, no hubiera sido posible dado el coste de ésta y los precios del algodón. Esta observación tiene que ver con la situación específica del mercado laboral de los EE.UU. en el siglo XIX, caracterizado por una escasez brutal de mano de obra lo que impediría que los salarios en cualquier actividad se redujesen a niveles de subsistencia. El coste de la mano de obra esclava podría fijarse, precisamente, en el nivel de subsistencia física. Eso quiere decir que si los algodoneros norteamericanos no hubieran dispuesto de mano de obra esclava, el algodón norteamericano no habría sido competitivo.
Por lo tanto, se argumenta aquí que la relación entre el algodón y la esclavitud tuvo un origen fundamentalmente político, ya que los agricultores y sus representantes lograron impedir la utilización de esclavos en la agricultura del Norte.
¿por qué? Porque los cultivos en los Estados del norte (cereales y ganado) eran mucho más rentables que el algodón “en términos de rendimientos por hora de trabajo” frente al carácter mucho más intensivo en mano de obra del cultivo del algodón, amén de que la ganadería no podía desarrollarse en el sur por culpa de los insectos parásitos del ganado.
El Gobierno federal pudo utilizar el producto de los aranceles para desarrollar su política de expansión hacia el oeste. P. ej., pudo ofrecer la tierra a bajo precio porque no usó la adjudicación de tierras como mecanismo recaudatorio y reducir la presión demográfica sobre los salarios en el Este.
Los agricultores prósperos constituían un gran mercado para los bienes y servicios de los pueblos y ciudades del Norte, cuya burguesía urbana proporcionaba el capital y el espíritu empresarial necesario para crear nuevas empresas industriales. Como describió John Habbakuk, el efecto de válvula de seguridad de la frontera propició salarios industriales elevados que fomentaron la inversión en maquinaria que ahorrara trabajo.La expansión hacia el oeste financiada por el algodón proporcionó así las condiciones previas para la industrialización intensiva en capital.
La población del Norte creció más rápido que la del Sur porque los colonos preferían la agricultura más rentable del Medio Oeste, al tiempo que había más puestos de trabajo para los inmigrantes en las fábricas del Noreste. Como resultado, la proporción de escaños de los estados esclavistas en el Congreso disminuyó, por lo que los esclavistas temían por el futuro de su derecho a tener a otras personas como propiedad. Este temor por el futuro de la esclavitud ocupa un lugar destacado en la historiografía sobre los orígenes de la Guerra Civil
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