viernes, 16 de diciembre de 2022

Principio de precaución, cambio climático y bancos centrales

 

Al centrarse en el "peor escenario posible”, la utilidad de no hacer nada es muy baja, pero el pesimismo también puede afectar a las políticas "activas", porque, aún peor que no hacer nada y sufrir malas consecuencias es afrontar altos costes de implementar las medidas que pretenden reducir los daños y luego sufrir las mismas o muy similares consecuencias. Esto se agrava en nuestro caso porque las vías a través de las cuales las acciones de los bancos centrales y las autoridades financieras pueden afectar al cambio climático son indirectas

… Para ello, construimos un experimento con una muestra representativa de la población española, y les enfrentamos a un conjunto de viñetas sobre un problema de decisión en el que (i) cada participante se situaba en un grupo de 5 personas, todas ellas con una cantidad de dinero a su disposición; (ii) existe el riesgo de que todo el dinero del grupo desaparezca (puede ser robado), pero (iii) los miembros pueden hacer una aportación voluntaria a un fondo (para mejorar la seguridad de la caja fuerte) que, (iv) si es suficientemente grande puede evitar que el dinero sea robado. Los tratamientos representaban la presencia de "riesgo" o "incertidumbre" en las dos dimensiones del problema, es decir, la probabilidad de que el dinero desaparezca y la inversión necesaria para evitar que el dinero se pierda. Además de las viñetas, a los participantes se les aplicaron medidas estándar para evaluar sus actitudes ante el riesgo, la incertidumbre, las preferencias distributivas, las preferencias temporales y un cuestionario socioeconómico que incluía todas las preguntas del Eurobarómetro para calibrar sus actitudes ante el cambio climático y los problemas medioambientales.

El principio de precaución

"Este principio implica que, cuando haya incertidumbre en cuanto a la existencia o el alcance de los riesgos para la salud humana, podrán adoptarse medidas de protección sin tener que esperar a que la realidad y la gravedad de esos riesgos se pongan plenamente de manifiesto. Cuando resulte imposible determinar con certeza la existencia o el alcance del riesgo alegado porque los resultados de los estudios realizados no sean concluyentes, pero persista la probabilidad de un daño real para la salud pública en caso de que el riesgo se materialice, el principio de precaución justifica la adopción de medidas restrictivas".

… Incluso el principio de cautela, que es más "amigable" con la acción temprana ante la incertidumbre, se enmarca en términos asimétricos como norma de revisión judicial. AG Sharpston, con su habitual perspicacia señaló en el Asunto Blaise que:

"… los recursos de anulación pueden interponerse sobre la base del principio de precaución para impugnar un acto que se considera demasiado restrictivo, por oposición a un acto que se considera que no es suficientemente restrictivo. En el primer caso, la cuestión de si se ha producido una infracción debe plantearse esencialmente en términos de si la medida controvertida vulnera el principio de proporcionalidad. En el segundo caso, las alegaciones relativas a la violación del principio de precaución han tendido a "servir únicamente para apoyar motivos y alegaciones expresamente formulados aliunde" Conclusiones del Abogado General Sharpston, asunto C-616/17 Blaise.

Debemos aclarar que existen buenas razones para estos planteamientos. El procedimiento administrativo facilita la coordinación y la seguridad jurídica, y el debate interno y la justificación externa aumentan la legitimidad. La revisión judicial garantiza el Estado de Derecho y evita la interferencia excesiva del gobierno. Todos estos son "bienes" que tienen un valor intrínseco, pero al menos deberíamos reconocer que imponen un enfoque asimétrico hacia el coste y el riesgo, sesgado hacia la inacción, especialmente ante la incertidumbre

Poco a poco, los bancos centrales se van haciendo a la idea de incorporar las consideraciones relativas al cambio climático en sus mandatos, y van aceptando que deben hacerlo cuanto antes. Sin embargo, decidir si actuar y hacerlo operativo es otra cosa, y los bancos centrales se muestran relativamente indecisos.

Las líneas de actuación… afectarían a: 1. Divulgación de información, 2. Valoración de garantías entregadas por los bancos al banco central, 3. Mejora de la capacidad de evaluación de riesgos, 4. Compras de activos empresariales y 5. Operaciones de refinanciación a más largo plazo con objetivo ecológico (OPEG). Operaciones de refinanciación a plazo más largo con objetivo verde (TLTRO). De todas ellas, sólo la 4 y la 5 tienen la posibilidad de orientar intervenciones proactivas para evitar el cambio climático, e incluso ahí, el enfoque es tímido, centrándose en reducir "los costes relacionados con la transición ecológica mediante la promoción de inversiones en actividades ecológicas", en lugar de disuadir de las actividades inductoras del cambio climático, y con advertencias, y una postura poco concluyente.

David Ramos Muñoz; Antonio Cabrales; Ángel Sánchez, Central Banks and Climate Change (Part 2). Can Central Banks Intervene Now? And How? Arguments of ‘Opportunity’ and ‘Suitability, 2022

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