viernes, 8 de febrero de 2019

La traición del PSOE (de Sánchez)


Tras un par de días recopilando información, creo haber entendido de qué va la mesa de partidos para la que la vicepresidenta del gobierno ha aceptado que incluya un “relator”. Si estoy en lo cierto, se trata de organizar reuniones periódicas entre los partidos que forman parte de la “coalición de la moción de censura” y que incluye notoriamente a Podemos y a los partidos separatistas (no hay ya partidos nacionalistas que no sean separatistas).

¿Por qué habría de importarnos al resto de los españoles lo que hagan los partidos de la coalición de la moción de censura? No debería importarnos en absoluto si en esas reuniones no participara el Gobierno de la nación. Hablaran de lo que hablaran. Pero si participa el Gobierno de la nación, entonces, ha de importarnos y preocuparnos.

Sin el Gobierno por medio, es fácil adivinar de qué van a hablar en esas reuniones: de cómo terminar con los arreglos territoriales y de forma de Estado de la Constitución de 1978. Es legítimo que lo hagan. Es lo que viene proponiendo Podemos desde su fundación y es lo que los partidos separatistas consideran el mínimo aceptable para, sobre tal transformación, ejercer el derecho de autodeterminación de sus pueblos y acabar definitivamente con España tal como la conocemos. Lo que chirria es que en esas reuniones y con esa “agenda” el PSOE pueda participar. Y lo que es del todo punto inaceptable es que el Gobierno de la nación tenga nada que ver con tal contubernio.

Porque sin el PSOE en esas reuniones, lo que en ellas se discuta y decida es absolutamente irrelevante. Todos los participantes no representan más de un 20 % de la nación española. Y, como minoría, tienen derecho a existir pero no a que sus deseos se conviertan en ley. Para eso, necesitan al PSOE.

Y aquí es donde se justifica el título de esta entrada: la participación del PSOE en ese contubernio no puede considerarse más que una traición. La participación del gobierno es, simplemente, imposible constitucionalmente. Como he dicho en otra ocasión, esa es una actuación ultra vires. El Gobierno no tiene competencias sobre las materias que se pretenden discutir en esa mesa.

Se me dirá que la “agenda” de esa mesa está abierta y que el PSOE no aprobará nada en esa mesa que sea inconstitucional. Pero, si así son las cosas, ¿qué sentido tiene esa mesa cuando el resto de los que en ella se sentarán han declarado por activa y por pasiva objetivos abiertamente inconstitucionales? Y si la negociación se mantendrá dentro de la Constitución, ¿por qué no se invita a todos los partidos y se ha tramado entre el Govern y el Gobierno nacional? Y si tal es el caso ¿para qué es necesario un foro añadido a las Cortes y al Parlament? ¿Por qué es necesario un foro específico? Quizá, como ha dicho Joaquim Coll, para saltarse la democracia representativa y dar igual valor al voto de los separatistas golpistas y al del PSOE. El PSOE, desde el gobierno, traicionando la democracia constitucional.

Esta mesa de negociación altera cualitativamente los lazos del PSOE de Sánchez con los partidos separatistas: de “acepto sus votos para echar a Rajoy” hemos pasado a “vamos a consensuar un plan de gobierno con contenidos claramente inconstitucionales” y todo ello con con la intervención directa del gobierno separatista de Cataluña y el gobierno de la nación. No me digan que no es para llamar traidor a Sánchez. Claro, salvo que se trate sólo de un paripé para engañar a los separatistas catalanes. Pero no creo que sean tan tontos o, por lo menos, no deberíamos tener que aceptar que son tan tontos cuando son Sánchez y Calvo los que así los califican. 

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