@thefromthetree
Dice Adam Smith
Vernos privados de lo que poseemos es un mal mayor que sentirnos decepcionados en nuestras expectativas. El quebranto de la propiedad, es decir, el robo y el hurto, que nos quita lo que nos pertenece, son delitos más graves que el incumplimiento de contrato. Éste, simplemente nos desilusiona respecto a lo que esperábamos. Las leyes más sagradas de la justicia, por lo tanto, aquellas cuya violación parece llamar más intensamente a la venganza y al castigo, son las leyes que protegen la vida y la persona de nuestro prójimo.
Esto explicaría por qué el carácter vinculante de los contratos se afianza tan tardíamente en los sistemas jurídicos. Al comienzo, sólo las promesas rodeadas de solemnidades – los contratos formales – generan acción.
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