La paradoja del profeta (o profet's paradox), identificada por los politólogos Andrew Healy y Neil Malhotra en sus estudios sobre desastres naturales y comportamiento electoral, describe una contradicción en la relación entre los votantes, los líderes políticos y las políticas públicas. Esta paradoja surge cuando los ciudadanos tienden a recompensar electoralmente a los políticos por gastar recursos en respuestas reactivas a crisis (como reconstrucción tras un huracán o ayuda inmediata tras una inundación), pero no los castigan por no invertir en medidas preventivas (como infraestructura robusta o sistemas de alerta temprana). Este comportamiento genera incentivos distorsionados: los gobiernos priorizan acciones visibles y mediáticas tras un desastre, en lugar de estrategias proactivas que, aunque más eficientes a largo plazo, carecen de rédito político inmediato.
El núcleo de la paradoja radica en una asimetría en la percepción pública. Las acciones reactivas, como enviar ayuda de emergencia o reconstruir ciudades devastadas, son altamente visibles, emocionalmente impactantes y se asocian directamente con la capacidad de respuesta del líder. Los votantes atribuyen mérito a estas intervenciones, incluso si su costo es elevado y su eficacia limitada. Por el contrario, las inversiones en prevención —como mejorar diques, actualizar normativas de construcción o financiar investigaciones científicas para predecir desastres— suelen ser invisibles cuando funcionan: un huracán que no golpea una ciudad protegida por infraestructura adecuada no genera titulares ni gratitud hacia quienes invirtieron en evitarlo (Sevilla no se ha inundado a pesar de las intensas y persistentes lluvias de marzo de 2025). Además, estas medidas implican costos inmediatos (impuestos, recortes presupuestarios en otras áreas) sin beneficios políticos claros, lo que las hace menos atractivas para líderes sujetos a ciclos electorales cortos.
Healy y Malhotra respaldaron esta teoría con evidencia empírica. Analizando datos de elecciones y gasto público en Estados Unidos, descubrieron que cada dólar invertido en ayuda post-desastre aumentaba significativamente las probabilidades de reelección de un político, mientras que el gasto en prevención no tenía un impacto electoral medible. Esto ocurre a pesar de que, según sus cálculos, la prevención es hasta 15 veces más rentable que la reconstrucción en términos de costos evitados. Un ejemplo emblemático es el huracán Katrina (2005): tras la catástrofe, el Congreso aprobó miles de millones para reconstruir Nueva Orleans, pero antes del desastre, las solicitudes de fondos para reforzar los diques de la ciudad habían sido ignoradas sistemáticamente. (Recuerden lo que ha pasado con los intentos de canalizar y reforzar el barranco del Poyo. Se va a hacer, por fin, tras la DANA).
Otra implicación de esta paradoja es que perpetúa ciclos de vulnerabilidad: al no abordarse las causas estructurales de los riesgos (como infraestructura frágil o falta de planificación urbana), las comunidades quedan expuestas a desastres recurrentes, lo que exacerba crisis futuras. Finalmente, distorsiona los incentivos políticos: los líderes optan por actuar como "héroes de emergencia" en lugar de como planificadores estratégicos, (Illa carecía de planes de contingencia para una epidemia como la del COVID pero dijo públicamente que estábamos preparados. Salvador Illa no disponía, ni siquiera, de expertos en gestión de una epidemia y tuvo que contratarlos a lazo a través de Tragsa en marzo de 2020).
Para contrarrestar esta dinámica, una solución es despolitizar la prevención, delegando estas decisiones en agencias técnicas independientes, menos sujetas a ciclos electorales (por ejemplo, las obras de prevención de riadas deberían decidirse autónomamente por las Cuencas Hidrográficas limitándose los políticos a fijar el presupuesto global al respecto). Otra es vincular legalmente el gasto en reconstrucción a inversiones previas en resiliencia, asegurando que las comunidades que no invirtieron en prevención no reciban fondos ilimitados post-desastre.
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