martes, 29 de abril de 2025

Las corporaciones como los cerebros de los grupos


Los científicos han puesto a prueba a los gusanos nematodos justo en esa clase de situaciones. Reúne a un grupo de nematodos a un lado de una placa de Petri y coloca un alimento delicioso en el lado opuesto de la placa; luego coloca una peligrosa barrera de cobre (los nematodos odian el cobre) en el medio. Los nematodos se enfrentan a un problema: ¿están dispuestos a atravesar la barrera para obtener la comida? De manera sorprendente, la respuesta es —tal como cabría esperar de un animal con siquiera un mínimo de inteligencia— que depende. Depende de la concentración relativa del alimento en contraposición al aroma del cobre. Si el nivel del cobre es bajo, la mayoría de los nematodos cruzan la ba-rrera; si el nivel de cobre es intermedio, solo algunos deciden cruzar. Frente a un nivel alto de cobre, ningún nematodo está dispuesto a cruzar la barrera".   

Esta capacidad de establecer concesiones en el proceso de toma de decisiones ha sido evaluada en diferentes especies de bilaterales de la familia de los gusanos y teniendo en cuenta diferentes modalidades sensoriales

Deepseek sobre "concesiones": Imagina que tienes que decidir entre comer un helado o guardar el dinero para comprar un juguete más tarde. Si eliges el helado, pierdes el juguete; si eliges el juguete, pierdes el helado. Eso es una "concesión" (en inglés se diría "trade-off"): cuando tienes que dejar algo que te gusta para obtener otra cosa que también quieres. El párrafo dice que los científicos estudiaron a unos gusanos (animales con cerebros muy pequeños, ¡de menos de mil neuronas!) para ver si pueden tomar decisiones así. Por ejemplo, si un gusano huele comida pero también siente peligro (como un depredador), ¿qué elige? ¿Arriesgarse por la comida o huir? Los resultados mostraron que hasta los cerebros más simples pueden hacer estas "concesiones", es decir, sopesar opciones y decidir qué sacrificar y qué ganar.¿Por qué es rara la palabra "concesiones" en español? Porque normalmente "concesión" significa "dar permiso" (como cuando tus padres te dejan ver TV). Pero aquí se usa como "sacrificar algo para lograr otra cosa", y en ese caso, la palabra correcta en inglés sería "trade-offs" (intercambios o compensaciones). ¡Es un error de traducción!

Los resultados indican de manera constante que incluso los cerebros más simples, aquellos con menos de mil neuronas, pueden realizar concesiones. Es posible que este requerimiento de integrar la entrada de datos a lo largo de las modalidades sensoriales haya sido una razón por la cual la direccionalidad necesitó de un cerebro y no podría haber sido implementada en una red distribuida de reflejos como la de los pólipos coralinos. 

Deepseek: Imagina que en vez de tener un cerebro central (como el nuestro, que está en la cabeza), un animal tiene "mini-cerebritos" repartidos por todo su cuerpo, como si cada parte de él supiera actuar por sí misma. ¡Eso es una "red distribuida de reflejos"! Ejemplo con coralinos (como los pólipos de los corales): los pólipos coralinos no tienen cerebro, pero tienen células nerviosas conectadas en red (como cables de internet repartidos por todo su cuerpo). Si algo los toca o hay peligro, cada parte de su cuerpo reacciona automáticamente, sin necesidad de que un "jefe" (cerebro) les diga qué hacer. ¿Cómo funciona? Es como si jugaras un videojuego donde los enemigos no tienen un líder, pero cada uno sabe defenderse solo: Si le das un golpe a un tentáculo del pólipo, ese tentáculo se encoge al instante. Si hay comida cerca, la boca se abre sola para atraparla. ¡Todo sin un cerebro que lo controle todo! ¿Por qué es importante? Es una forma super básica pero eficiente de sobrevivir (como un robot que funciona con pilas repartidas en vez de una batería central). Si una parte se daña, las demás siguen funcionando (¡no hay un "punto débil"!).

Todas estas entradas sensoriales que votaban para moverse en diferentes direcciones debian ser integradas en conjunto en un único lugar para tomar una única decisión; solo puedes ir en una sola dirección a la vez. 

El primer cerebro era un centro de megaintegración, un gran circuito neuronal en donde se seleccionaban las direcciones de movimiento. Puedes intuir cómo funciona esto a partir de la figura 2.9, que enseña una versión simplificada del circuito de dirección de los nematodos. Las neuronas de valencia positiva se conectan a una neurona que desencadena el movimiento hacia adelante (lo que se podría denominar «neurona de avance»). Las neuronas de valencia negativa se conectan a una neurona que desencadena el giro (lo que se podría denominar «neurona de giro»). La neurona de avance acumula votos de «sigue avanzando!» y la neurona de giro acumula votos de «cambia de dirección!». Las neuronas de avance y giro se inhiben la una a la otra, lo que permite que esta red incorpore concesiones y tome una sola decisión; la neurona que acumule más votos gana y determina si el animal cruzará la barrera de cobre. 

Este es otro ejemplo de cómo las innovaciones pasadas permitieron innovaciones futuras. Al igual que un (animal) bilateral no puede avanzar y girar al mismo tiempo, un pólipo coralino no puede abrir y cerrar la boca en un mismo movimiento. Las neuronas inhibitorias evolucionaron en los primeros animales coralinos para permitir que estos reflejos mutuamente exclusivos compitieran entre sí para que solo un reflejo pudiera ser seleccionado a la vez; este mismo mecanismo fue reutilizado por los primeros bilaterales para permitirles realizar concesiones en sus decisiones de direccionalidad. En lugar de decidir si abrir o cerrar la boca, los bilaterales utilizaron a las neuronas inhibitorias para decidir si avanzar o girar.

 Max S. Bennett, Una historia de la inteligencia, 2024

 

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