En el trabajo al que pertenecen estos párrafos se examina empíricamente la cuestión de si la cooperación con extraños al grupo aumenta cuando las instituciones tradicionales de propiedad de la tierra se sustituyen por un sistema registral de propiedad privada. Esto es, se sustituye un sistema tradicional como el de los Ashanti (se solicita al jefe del poblado el derecho a cultivar una tierra y se paga una renta pero la propiedad de la tierra permanece colectivizada y el derecho del cultivador no puede transmitirse ni pignorarse para obtener crédito. Cuando deja de cultivar el terreno, pierde el derecho sobre é) por otro en el que los ‘títulos’ de ‘propiedad’ se formalizan y se registran por el Estado (Benin, en el caso estudiado). El autor examina, mediante un juego de contribución a la producción de bienes públicos
si la sustitución de las normas informales de acceso a la tierra de carácter y aplicación locales por normas que reconocen títulos de propiedad sobre la tierra de carácter formal y que se aplican imparcialmente, produce un aumento de la disposición de los individuos a cooperar con los extraños.
Y el resultado es que los que participaron en este cambio institucional (los poblados lo hacían voluntariamente, de forma que los otros poblados podían servir de grupo de control) contribuían considerablemente más a la producción de bienes colectivos que beneficiaban a otros individuos ajenos a su tribu o poblado y dice que no es probable
que otros factores que se han sugerido como determinantes del favoritismo a favor de los miembros del propio grupo, como los conflictos relacionados con la tierra, las inversiones en educación, los cambios en el altruismo generalizado, la integración en el mercado o el acceso al crédito, hayan mediado en los efectos observados. En particular, una comparación de la contribución de los participantes a bienes públicos locales y nacionales muestra que la experiencia de la reforma amplió el alcance de la cooperación con los no locales sin afectar significativamente a los niveles de cooperación con los del propio grupos.
Estos datos sugieren que unas instituciones más fuertes e imparciales, que relajan la dependencia de los miembros del grupo interno, desempeñan un papel fundamental a la hora de atraer nuevas pautas de interacción con los grupos externos y ampliar el alcance de la cooperación.
Y lo que puede ser más interesante
es posible que el aumento observado en la cooperación con los miembros de otros grupos (con extraños) ponga en marcha un proceso coevolutivo de confianza y moral generalizada e instituciones que funcionen bien, tal y como predicen las teorías de la transmisión intergeneracional (Tabellini, 2008): las instituciones formales que garantizan los derechos sobre la tierra de forma más imparcial llevarán a la población a interiorizar y transmitir valores de moralidad generalizada, lo que a su vez dará lugar a una mayor demanda de instituciones imparciales.
Marco Fabbri, Institutional quality shapes cooperation with out-group strangers, 2021
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