Por proximidad social los autores indican que unos individuos comparten semejanzas o coaliciones entre ellos, es decir, que pertenecen al mismo subgrupo social. Lo interesante del experimento es que la idea del Derecho como focal point funciona: los individuos cumplen voluntariamente las normas cuando esperan que los demás de su grupo las cumplan:
Nuestros resultados conductuales revelan una notable asimetría en el efecto de la observación del comportamiento de los otros: observar a otros individuos anónimos violando la norma (quedándose con dinero que iba destinado a obras de caridad) aumentó la probabilidad de que los individuos que observaban tal comportamiento transgredieran también. Sin embargo, observar que otros donan para obras de caridad no aumentó las donaciones a la caridad.
En resumen, la observación de un comportamiento socialmente inapropiado por parte de personas anónimas erosina el cumplimiento de la norma de una manera asimétrica respecto a la observación de un comportamiento inmoral.
Ver que otros – anónimos – incumplen la norma erosiona la vigencia social de la misma. Pero, afortunadamente, en la vida social, estamos rodeados de individuos con los que nos unen muchos lazos, es decir, con los que tenemos “proximidad social” y la identificación con esos individuos puede eliminar esta asimetría, es decir, puede llevar a un incremento del cumplimiento de las normas
La razón es que el individuo puede sentir que desviarse del comportamiento del grupo… indica falta de compromiso con el grupo. Los individuos temen que esto pueda desencadenar la desaprobación de otros miembros del grupo. Por lo tanto, estarán más atentos -y responderán- tanto a los ejemplos de comportamiento socialmente inapropiado como a los socialmente apropiados.
Para estudiar esta conjetura, en nuestro experimento conductual diseñamos un tratamiento en el que los participantes podían observar no sólo el comportamiento de otros sujetos, sino también una pista mínima sobre la proximidad social con estos sujetos (ser seguidores del mismo equipo de fútbol).
Pues bien, la proximidad social redujo significativamente la asimetría en las reacciones al observar un comportamiento socialmente inapropiado y otro socialmente apropiado. Bajo la proximidad social, las personas no sólo prestaron atención al comportamiento socialmente inapropiado, sino también al comportamiento socialmente apropiado, deteniendo así la erosión del cumplimiento de la norma.
Es decir, se guiaron por lo que hacían sus ‘colegas’. Si los colegas incumplían la norma, ellos la incumplían pero si los demás la cumplían, ellos también la cumplían en medida simétrica. Y esto es especialmente interesante porque
El castigo, a menudo considerado como un importante estabilizador de las normas sociales, puede no ser necesario cuando la proximidad social induce la emulación del cumplimiento de las normas
Cristina Bicchieri, Eugen Dimant, Simon Gächter, Daniele Nosenzo, Social proximity and the erosion of norm compliance, Games and Economic Behavior, 132, 2022, Pages 59-72,
No hay comentarios:
Publicar un comentario