Una de las escenas más famosas de la literatura mundial es, sin duda, el ataque de Don Quijote contra los molinos de viento a los que confunde con gigantes. Buena parte de la población sufre del delirio quijotesco cuando identifica el rescate de las cajas con el de los “culpables” de la crisis. No deben rescatarse bancos – dicen - sino destinar el dinero público a rescatar a las víctimas de la crisis.
Es decir, hay mucha gente de buena fe que se escandaliza por el hecho de que “se rescaten bancos y no se rescaten personas”. El argumento tiene toda la eficacia de las ideas simples. Pero equivocadas. Ocurre lo mismo cada vez que se personifican conjuntos de personas (¡qué daño ha hecho Rousseau!). Es Cataluña la que quiere independizarse, como si Cataluña fuera un individuo y no siete millones, cada uno de ellos con su opinión sobre el Estado del que quieren ser ciudadanos. Es “a los bancos” a los que se rescata, como si los bancos fueran individuos que oponer a los padres de familia a los que se ejecuta la garantía sobre la vivienda por no haber pagado el préstamo que recibieron para comprarla. Una vez que se ha suprimido a los individuos y se hace referencia al grupo como sujeto con voluntad e intereses propios, la discusión se torna imposible.
El rescate de las cajas de ahorro (¡no se ha rescatado ningún banco en España y el único quebrado – el Pastor – se va a rescatar con fondos privados!. El Banco de Valencia era un banco controlado por una Caja) es, en realidad, un rescate de los ahorradores que tienen sus fondos depositados en las Cajas. Se va a utilizar dinero público, o sea, mi dinero, tu dinero, su dinero, para garantizar a todos los que tenemos nuestros ahorros en una caja que podremos ir mañana o el año que viene a pedir que nos los devuelvan y podremos recuperarlo. Los accionistas de los bancos pierden toda su inversión cuando un banco es rescatado. En el caso de las Cajas, como son fundaciones públicas especiales, no tienen accionistas (una fundación es un patrimonio afecto a un fin), y, por tanto, ninguna inversión es protegida a costa de los impuestos de los ciudadanos.
De modo que el salvamento de los bancos lo es (no de los accionistas, sino) de los acreedores de los bancos. La cuestión entonces es, ¿qué acreedores merecen ser protegidos con dinero público frente a la quiebra de la caja? Y los europeos – que tienen incentivos para no regalar su dinero – han decidido, con buen criterio, que los acreedores subordinados (los que tienen un crédito contra el banco que reza que solo se cobrará cuando hayan sido pagados todos los demás acreedores del banco) y los que tienen valores híbridos (mezcla de deuda y capital) deben sufrir las pérdidas antes de recurrir al dinero de los contribuyentes. Ese es el leit-motiv de la Ley de Reestructuración Bancaria que acaba de promulgarse y que sigue la estela de un borrador de Directiva europea.
Podríamos seguir. No solo sacrificar a estos acreedores subordinados sino a todos los acreedores de los bancos antes de poner un euro de dinero público. La Ley representa una apuesta porque, con el sacrificio de los acreedores subordinados, más el dinero puesto por todos los bancos (Fondo de Garantía de Depósitos) será suficiente para sanear el sistema financiero, esto es, una apuesta porque no será necesaria ninguna quita de los derechos de los demás acreedores del banco. Ya veremos si basta.
¿Por qué puede estar justificado, desde el interés de todos, en que las cajas, incluso en quiebra, sigan operando normalmente? Porque si los acreedores de los bancos que tienen créditos que vencen “a la vista”, es decir, cuyo pago puede exigirse inmediatamente, acuden en masa a cobrarlos, el sistema colapsaría. No voy a explicar, porque daría para una entrada muy larga, por qué toda la regulación bancaria es un edificio mal construido. Los más liberales exigen que los bancos solo presten dinero con su capital, no con los depósitos de la gente (o sea, una capitalización del 100 %). Si así fuera, la quiebra de un banco sería irrelevante para la Economía. Sería igual que la quiebra de una fábrica de juguetes. Ya sé que el Fondo de Garantía de Depósitos protege a los depositantes. Pero es claramente insuficiente para garantizar que las cajas atienden normalmente a las reclamaciones de sus acreedores y su existencia no evita la “corrida” – que dicen los argentinos – bancaria.
De manera que, cuando se rescata a un banco, lo que hace el Estado es garantizar a sus acreedores (no todos) el pago de sus créditos contra el banco. Nadie debería decir, nunca más, que se rescatan bancos y no personas. Se rescatan personas. La única cuestión jurídica y moralmente relevante es si las personas rescatadas han sido justamente seleccionadas, esto es, si su crédito tiene mejores razones que los de otros para que se emplee dinero público en garantizar su pago.
Y un criterio muy relevante para decidir esta cuestión es, como hace la nueva legislación, examinar las posibilidades de recuperación del dinero público invertido. Es decir, no proporcionar con dinero público a esos acreedores los medios para que cobren sus créditos sino, simplemente, adelantar los fondos al deudor – el banco – con obligación de devolverlos cuando venga a mejor fortuna.
Pero a los que se les llena la boca de insultos contra ficciones jurídicas (“los bancos”) hay que decirles que expliquen si creen razonable que el Estado no garantice el cobro de sus créditos contra los bancos a nadie y que se desencadene una retirada masiva de fondos y la ruina de todo el sistema, a continuación. Yo, desde luego, si esa es la opción mayoritaria de mis conciudadanos, mañana mismo guardaré todos mis ahorros debajo del colchón.
9 comentarios:
En primer lugar, muchas gracias por su información, clara y necesaria entre tanta desinformación. Supongo que a muchas personas de buena fe se les nubla el entendimiento y crece la rabia cuando después de que se inyecte dinero en los bancos, o trascienda el dinero que se les va a inyectar para salvarlos y, en consecuencia, a los ciudadanos y al sistema también, nos enteramos de las indemnizaciones millonarias que se llevaron algunos directivos culpables de la quiebra. Indemnizaciones millonarias que, de un modo u otro,hemos pagado todos. Por otro lado, si no estuviera en lo cierto, le agradecería su opinión y/o una aclaración. Un saludo. Miguel
No puedes tener más razón. Las conductas desleales o directamente delictivas tienen que recibir castigo. No solo los directivos. Los trabajadores de las cajas como la CAM que se acogieron a ERES con 300.000 euros x persona han sido también "acreedores" de la Caja privilegiados a costa de los contribuyentes
Por que rescatar a los tenedores de bonos aunque sean senior? Ellos tambien deberian pagar su mala decision antes de pedir un euro al contribuyente. O no?
Corríjanme si me equivoco: si el Fondo de Garantía provisionado por "los bancos" garantiza 100.000 € por cliente y entidad, ¿a qué "personas" se rescata? Desde luego no parece que los casi 6.000.000 parados estén fuera de dicho rango!!!
Saludos.
Gracias, Jesús: muy clarificador. La clave está como dices muy bien en la manera en que los bancos han seleccionado a sus clientes: ¡¡demasiada alegría, demasiado riesgo!! ¿No te parece? JD
Gracias por su artículo. Mi padre no entiende qué es eso de los "acreedores de los bancos", por favor explíquele que cuando una persona mete el dinero en un depósito a la vista en el banco se convierte en un acreedor del banco. Se lo he intentado explicar y no ha habido manera. Suerte.
Un saludo, gracias.
Anónimo, eso no es cierto. Se vuelve depositante no accionista. Que es por otro lado lo que quieren hacernos creer los bancos para conseguir financiación bail-in convirtiendo a sus acreedores (depositantes) y la deuda que deben (los depósitos) en accionistas dentro de su patrimonio neto para que compartan riesgo (de ahi los timos de las preferentes, los Valores Santander, la deuda subordinada, etc.
Al autor del articulo. No han rescatado bancos? Juas, no, el dinero que les han insuflado es imaginación nuestra. Lo que efectivamente no ha habido ha sido quiebra oficial, para no hacer concurso y depurar responsabilidades. Aunque total, es probable que se compraran un indulto, como el de Alfredo Saenz.
http://misaspiracionesenlavida.com/2013/02/06/no-hay-razon-para-salvar-a-los-bancos/
No creo que moleste a nadie que se garanticen los depósitos de los acreedores bancarios. Lo que molesta es, a mi juicio, que quien ha creado la insolvencia de la caja o permite que Bankia salga a bolsa, parece exento de toda responsabilidad. Eso es lo que cabrea y lleva al ciudadano al manido lema de "rescatar bancos".
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