martes, 7 de abril de 2020

Citas: Einstein sobre nacionalismo y la pérdida del papel social del varón


Foto: Mercedes López Ordiales

Identidad, nacionalismo y opresión (Einstein)

Hoy me describen en Alemania como un "sabio alemán", y en Inglaterra como un "judío suizo". Si alguna vez mi destino fuera ser representado como una bête noire, me describirían como un "judío suizo" en Alemania y como un "sabio alemán" en Inglaterra…. El estado al que pertenezco como ciudadano apenas juega ningún papel en mi vida emocional; considero la afiliación a un estado como un acuerdo comercial, algo así como la relación con una póliza de seguro de vida… En relación con su carta, le comento que la palabra "judío"… se refiere bien 1) a la nacionalidad y los orígenes, (bien) 2) a la confesión religiosa. Soy un judío en el primer sentido, no en el segundo… Estoy en contra del nacionalismo, pero a favor de la causa sionista. Y hoy, tengo claro porqué. Una persona que tiene dos brazos y dice constantemente: "Tengo un brazo derecho", es un chovinista. Sin embargo, una persona que carezca de un brazo derecho, hará todo lo posible para reemplazarlo. Por tanto, en general, estoy en contra del nacionalismo. Como judío, sin embargo, estoy comprometido, desde hoy, con el sionismo nacional judío.
Einstein.

A veces, es uno mismo el que se identifica o identifica a un tercero y a veces a uno lo identifican terceros. El truco engañoso se produce cuando tratan de que pienses que esas identificaciones son tu identidad intrínseca. Apreciar ese poder condiciona la forma en que pensamos en nosotros mismos y en los demás y abre nuevas perspectivas sobre el nacionalismo xenófobo y el antisemitismo, y nuevas posibilidades para pensar en nosotros mismos y en los demás.

Las identificaciones cambiantes de Einstein ilustran el papel del poder en la identificación y la mutabilidad de las pretensiones de ostentar una u otra identidad.

La germanidad de Einstein podría parecer una cuestión de pasaporte u otro registro formal, una identificación concedida o retirada por terceros ajenos a Einstein. Uno podría asumir, por supuesto, que el judaísmo es algo diferente, no sólo externamente atribuido sino también internamente aceptado - una cuestión de identidad, no sólo de identificación…

Los Estados habían golpeado a Einstein con identificaciones jurídicas como "judío" o "alemán" (o "sin religión" o "suizo" o "americano"). Einstein sin embargo no quedaba en situación de impotencia frente a tales calificaciones y utilizó los actos de identificación con fines políticos que eran importantes para él. Reconoció que lo que quería hacer dependía en parte de lo que otras personas decían que era. Por razones pragmáticas, la identificación triunfó sobre la identidad de Einstein.

En la medida en que Einstein podía identificarse con posiciones nacionalistas, había de tratarse de identificaciones con la parte débil, con la parte que sufría un déficit" en sus derechos como seres humanos… lo que le llevó a separarse del sionismo a partir de 1929… al comienzo de las rebeliones árabes contra el mandato británico en Palestina…

Desde Berlín, Max Planck, el líder de la física alemana, escribió a Einstein pidiéndole que moderara sus críticas (al nazismo) para que los que se oponían a las leyes raciales de Hitler tuvieran más espacio de maniobra. Einstein no se dejó influenciar. El 6 de abril de 1933, dos semanas después de que la Ley de Habilitación diera carta blanca a Hitler, Einstein respondió a Planck: 
«Le pido que se imagine por un momento que usted es un profesor universitario en Praga y que llega al poder un régimen que impide a los checos de lengua alemana ganarse la vida y, a la vez, les prohíbe salir del país.. Tal régimen estaría llevando una guerra incruenta de aniquilación contra los germanófonos checos…, ¿encontraría correcto callar ante esta situación? ¿No es la aniquilación de los judíos alemanes por inanición el programa oficial del actual régimen alemán?» 
A pesar del educado uso del subjuntivo, Einstein, como Planck sabía bien, había sido profesor en Praga en 1911-12 y lo que hacía en la carta era utilizar el bulo nazi según el cual, la invasión de Checoslovaquia estaba justificada para proteger a los presuntamente perseguidos germanófonos en ese país donde constituían una minoría…. Einstein, en su época de profesor en Praga se había relacionado con colegas de habla alemana preocupados por que el creciente nacionalismo checo hiciera la vida intolerable para los alemanes en una ciudad donde los germanófonos eran sólo el 7% de la población. Filtraba su comprensión de la persecución de los judíos a través de su propia identificación como alemán, su experiencia como miembro de una minoría definida en términos nacionales, no confesionales. Habiendo sido miembro de la minoría alemana en Bohemia ahora informaba cómo se consideraba a sí mismo como una minoría judía.

Michael D. Gordin, Identifying Einstein, Aeon, 2020


La pérdida del papel social de los hombres


La renegociación del rol de proveedor ha trastocado la idea central para los hombres de que son necesitados. Las mujeres saben que son necesitadas por otros o  que lo van a ser cuando sean madres. Y su problema es maximizar su libertad porque esto les supone una pérdida de libertad personal. Los hombres, por contra, parten de una situación de mayor libertad y lo que necesitan es ser aceptados en la sociedad. Esta es la fragilidad masculina.

Estamos viendo un aumento de familias monoparentales, principalmente madres que sacan ellas solas a sus hijos adelante o con la ayuda del “estado patriarcal” por medio de las ayudas del estado de bienestar. Esto no altera la responsabilidad materna ni su prestigio, al contrario, incluso lo aumenta. Es la heroína que saca adelante a sus hijos sin la ayuda de un hombre, aunque sea con la ayuda del estado. Para las mujeres de clase trabajadora, la ayuda social es una buena alternativa a tener que asumir un trabajo de bajo estatus y aguantar a un hombre de bajo estatus y le permite una autonomía.

Los que pierden su sentido de la responsabilidad en este proceso son los hombres. Proveer para los niños de forma colectiva como trabajadores por medio de impuestos, en lugar de como padres, no puede sustituir el incentivo del rol de proveedor de una familia. El hombre no tiene la misma sensación interna de que lo que hace es valioso. Como es parte de un ejército de hombres que aportan sus impuestos para mantener los niños de la sociedad, si él se esfuerza un poco menos  no se va a notar. Se pierde la motivación para trabajar. Si las mujeres y el estado del bienestar se encargan del bienestar de los hijos y de todo, ¿para qué vamos a tener un trabajo?, podemos hacer lo que queramos.

Este planteamiento tiene el riesgo de aumentar el número de zánganos en una sociedad. Y muchos de estos zánganos acaban siendo ellos mismos dependientes del estado de bienestar también. En la charla The End of Men, Hanna Rosin comenta las muchas cosas en las que los hombres se han quedado por detrás de las mujeres (más fracaso escolar en hombres, las mujeres sacan más licenciaturas y masters, etc.) y en algún momento de la charla dice que los hombres son la nueva “ball and chain”, es decir, la nueva carga. Creo que es de esto de lo que habla Dench. Los hombres están abdicando y dejando los trabajo y las responsabilidades para las mujeres. Se está olvidando la importancia de hacerles responsables directamente del bienestar de otros. Y la explicación no es el paro como tal, como han dicho algunos. Hubo mucho paro en los años 30 del siglo pasado y los hombres no abdicaron. La explicación de esta vuelta de los hombres a los márgenes de la sociedad, según Dench, es cultural y se debe a ese cambio de valores.

Pablo Malo, El Problema con los Hombres


Compromisos anticipados de mercado como mecanismo para incentivar la innovación


Esta política se utilizó en 2007 para promover la producción de una vacuna neumocócica para su uso en los países en desarrollo. El problema era que las empresas farmacéuticas carecían de incentivos para crear y vender esa vacuna, ya que quienes más la necesitaban no podían pagar un precio suficiente para que las empresas recuperaran sus gastos de investigación.

En respuesta, cinco gobiernos, junto con la Fundación Bill y Melinda Gates, se comprometieron a destinar 1.500 millones de dólares a un fondo de premios. En lugar de un premio inicial, las empresas farmacéuticas presentaron una oferta de contratos de 10 años para crear y producir la vacuna, que se vendería por un máximo de 3,50 dólares por dosis. El dinero del premio se utilizó para complementar la cantidad que la compañía recibiría por cada unidad vendida. En los años siguientes, se desarrollaron tres vacunas, que ahora están disponibles por sólo 2 dólares por dosis, y que se han administrado a más de 150 millones de niños. Se estima que se han salvado 700.000 vidas. Así pues, aunque ya se están desarrollando vacunas y tratamientos contra el coronavirus, el uso de esa política podría ayudar a que fuera asequible en todo el mundo: los gobiernos más ricos tienen los fondos necesarios, aunque también se podría alentar a algunos benefactores privados a que se comprometan…

…En Italia, cuando algunos ventiladores de hospital se averiaron, el fabricante no pudo suministrar nuevas piezas con la suficiente rapidez para salvar vidas. Un par de empresas locales de impresión en 3D intervinieron para llenar el vacío, pero cuando pidieron al fabricante los planos, éste se negó e incluso amenazó con demandarlos por infracción de patente"… Dos patentes que pertenecían a Theranos, que quebró cuando su tan cacareado equipo de análisis de sangre resultó no funcionar, estaban siendo utilizadas por los que las adquirieron para impedir que BioFire fabricara equipos de análisis para el coronavirus extremadamente necesarios. Sin embargo, tras la protesta pública, los nuevos propietarios de las patentes aclararon que sus acciones legales no cubrirían nada relacionado con el coronavirus.

Anton Howes, Innovation: Eye on the Prize,


Prueba y aplica lo que funcione. Ya averiguarás por qué más tarde

Tal vez, al mejorar el suministro de oxígeno a los espacios confinados, los cuerpos de las personas simplemente estaban mejor preparados para hacer frente a todo tipo de enfermedades. Los cirujanos a bordo de las naves de esclavos a veces notaron que, sin la ventilación adecuada, muchos esclavos simplemente morirían en la noche por asfixia. O tal vez la eficacia del ventilador tenía algo que ver con su efecto de secado. La máquina se usaba para evitar que los almacenes de grano se humedezcan, evitando así los gorgojos que proliferan con la humedad. Los ventiladores podrían haber evitado el tifus por un medio similar: aunque no estoy tan seguro de los piojos del cuerpo, las pulgas prefieren la humedad. Independientemente de las verdaderas razones, los ventiladores funcionaron, e incluso cuando no redujeron la mortalidad, hacían los espacios confinados más soportables para aquellos que tenían que soportarlos. Los capitanes de los barcos informaban que ni siquiera tenían que obligar a sus marineros a bombear el fuelle del ventilador, porque les gustaba mucho el aire fresco. Pronto se instalaron ventiladores en la Cámara de los Comunes, y en muchos de los teatros de Londres.

Anton Howes Age of Invention: A Breath of Fresh Air

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