"No toda Europa occidental era como Francia; pero, en todo caso, puede comprobarse que, a lo largo de un siglo XI extendido, en todas partes, excepto en Inglaterra, hubo evoluciones paralelas a las de Francia. ¿Por qué en esa época? ... la crisis del poder público hizo que las soluciones locales fueran más atractivas: pero también es cierto que ya eran más estables en sí mismas. En parte, esto es simplemente porque los controles y equilibrios del mundo carolingio eran ahora menos evidentes, y las bases de poder locales podían crearse más fácilmente. Pero también ahora había cambios sociales dentro de los estratos aristocráticos que hacían posibles señoríos cada vez más pequeños.
En el sentido carolingio, el estatus aristocrático << real >> se consideraba perteneciente a unos pocos, esencialmente las familias que podían llamarse condes; las figuras militares de menor escala probablemente tuvieran un par de propiedades y cierto estatus de prosperidad local, estatus estrechamente relacionado con la participación en cortes episcopales, es decir, carentes de autonomía.
En el siglo XI, sin embargo, si alguien era señor de un castillo, era jefe de una fuerza militar local que le pertenecía. Seguramente, estos señores tenían antepasados relacionados con los grupos carolingios o se trataba, ocasionalmente, de campesinos enriquecidos. Digamos que el grupo que puede llamarse aristocrático había venido ampliándose. Es verdad que estos señores locales estaban subordinados al conde o al duque de turno, pero si éste quería imponerse, había de negociar con el señor local como ocurrió entre Guillermo V y Hugo de Lusignan, Y si el conde o el duque no lograba inspirar el suficiente temor o imponerse, el señor local podría actuar cada vez más autónomamente y crear su propia jurisdicción – señorío – local bajo sus propias reglas. Esta fue una evolución novedosa. Porque en los siglos anteriores ya había habido muchos períodos de gobiernos débiles o caóticos sin que se desarrollaran señoríos locales autónomos en medida significante. No es que en el siglo XI todos los intentos de rebelión local triunfaran, como lo demuestra el caso de Guillermo el Bastardo que logró parar el proceso tras las guerras civiles que marcaron su accesión al trono siendo niño en Normandía en 1035… Pero desde el siglo XI, la desmembración territorial y el ascenso de los señores locales era una posibilidad para la que bastaba un gobernante débil, una guerra civil y hubo unas cuantas. Cuando esto sucedía, el proceso a menudo no se revertía, y como resultado surgían poderes locales que, formaban una estructura celular con las que los gobernantes posteriores tendrían que negociar, si querían reconstruir sus propios sistemas políticos ".
Chris Wickham, Medieval Europe, 2016, p 109-110
1 comentario:
Muy interesante el artículo!
Publicar un comentario