La democracia es el mejor sistema de resolver problemas colectivos. Une dos elementos imprescindibles para lograr tal resultado: participación de diferentes puntos de vista en la discusión (diversidad cognitiva) y reparto igualitario del poder. Estas dos características influyen en la capacidad de los grupos para encontrar las mejores soluciones (“La solución de problemas sociales requiere de la interacción entre los individuos que tienen diversas perspectivas sobre el problema y un reparto relativamente igualitario del poder para influir en la toma de decisiones”).
Los mecanismos alternativos a la democracia son la jerarquía y los mercados. Un sistema social jerárquico proporciona estabilidad pero sufre de defectos muy graves de información, es decir, no permite alcanzar buenas soluciones sociales porque los que toman las decisiones tienen un volumen insuficiente de información necesaria para adoptarlas. Los mercados – Hayek – tienen grandes ventajas informativas y son una forma superior de lograr la solución de problemas sociales. Pero el papel de los precios en acumular y sintetizar información sobre los productos y servicios es especialmente útil para ayudar a tomar decisiones individuales pero no tanto para ejecutar proyectos colectivos. Aunque los libertarios parecen aceptar que los problemas de coordinación y acción colectiva se resuelven espontáneamente a partir de mecanismos de mercado, han tenido que aceptar que dicha coordinación se logra, muy a menudo, a través de mecanismos explícitos de discusión y puesta de acuerdo entre los miembros del grupo, esto es, a través de la creación de instituciones y organizaciones que permiten, a menudo, obtener un resultado social superior. Por ejemplo, el caso de la propiedad colectiva de determinados activos o recursos es imprescindible para obtener economías de escala, diversificación de riesgos. Pero sin mucha interacción y coordinación explícita y utilizando el razonamiento entre los miembros del grupo, la tragedia de los comunes prevalecerá.