Escribe Jessica Karl en Bloomberg
Me parece extraño que ahora mismo en las redes sociales estén de moda las novias que se quedan en casa, mientras que en China lo están los niños que se quedan en casa. ¿Qué es lo que ocurre? ¿Nuestros novios son nuestros jefes y nuestros padres firman nuestros cheques? ¿Está el mundo tan enrevesado que nos estamos viendo obligados a retroceder a una era en la que la vida doméstica y la vida laboral son una misma cosa?
A pesar de proceder de países totalmente distintos con circunstancias completamente diferentes, las dos tendencias comparten mucho en común: ciertas mujeres estadounidenses se están resignando a la vida #TradWife, mientras que muchos adultos jóvenes en China han sucumbido al movimiento "lie flat". La situación económica de los recién licenciados universitarios en China es tan grave que sus padres los contratan para que se conviertan en sus pseudoasistentes personales, o en "hijas a tiempo completo" con currículos como el de la foto…
Los hijos-a-tiempo-completo (no trabajan) se limitan a quedarse en casa, preparar tres comidas al día, hacer tai chi con su madre y servir de apoyo informático si el televisor deja de funcionar. Unos 22 millones de jóvenes están inactivos en China en este momento, y aunque no todos sean lo suficientemente privilegiados como para que sus padres les paguen, sin duda son suficientes para dejar una mella permanente en la economía:
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Es sabido que la Universidad ha devenido una institución ampliamente feminizada en Europa y EEUU en las últimas décadas (el libro de Richard Reeves cuenta la historia de forma muy documentada) y según este trabajo, realizado en universidades norteamericanas,
“el aumento de la proporción de mujeres en el profesorado
de una institución universitaria tuvo un efecto negativo lineal y duradero en las tasas de graduación y retención con poca evidencia de que la existencia de un clima de diversidad tuviera un efecto moderador de esta tendencia”
Si la falta de referentes femeninos desincentiva la dedicación a carreras STEM por parte de las mujeres, la falta de referentes masculinos en la educación podría estar potenciando el fracaso escolar de los varones
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También, según este artículo de Heather McDonald para el City Journal parece que hay diferencias significativas entre hombres y mujeres respecto a la jerarquización de valores como la búsqueda de la verdad, la libertad de expresión e investigación y la armonía y la promoción de la ‘inclusión’
Como solía decir Don Aurelio – ¡quién lo iba a decir! – parece que para las mujeres, la convivencia, antes que la Ciencia, pero para los hombres es al revés. Reporta Mc Donald lo siguiente:
Los efectos de mayor alcance de la universidad feminizada son la intolerancia de la disidencia de la ortodoxia política y el intento de exigir la conformidad con esa ortodoxia. Esta intolerancia se justifica en nombre de la seguridad y la "inclusión". Resulta que las mujeres y los hombres evalúan el valor del debate y la legitimidad de las restricciones de expresión de manera desigual. Las clasificaciones de libertad de expresión de FIRE College 2022 informaron diferencias "marcadas" sobre si los estudiantes universitarios femeninos y masculinos permitirían que oradores con ideas "ofensivas" (como la creencia de que el aborto debería ser ilegal) ingresaran al campus. En las clasificaciones FIRE de 2021, más del 40 por ciento de los estudiantes de Barnard y Wellesley (universidades femeninas ambas) apoyaron el uso de la violencia contra los disidentes.
En una encuesta de 2018 de la Fundación Knight a más de 4,400 estudiantes universitarios, reportada en Quillette, el 71 por ciento de los hombres estuvo de acuerdo en que proteger la libertad de expresión es más importante que promover una sociedad inclusiva; El 59 por ciento de las mujeres estuvo de acuerdo en que promover una sociedad inclusiva es más importante que proteger la libertad de expresión.
Dos tercios de los profesores de psicología varones de las mejores universidades encuestadas en 2021 creían que buscar la verdad era más importante que buscar la equidad social si los dos entran en conflicto; Alrededor de un tercio de los hombres encuestados dijeron que el tema era "complicado". El cincuenta y dos por ciento de las psicólogas respondieron que el tema era complicado, mientras que solo el 43 por ciento priorizó la verdad.
Una encuesta de YouGov de 2017 de más de 2000 adultos estadounidenses encontró que el 56 por ciento de los hombres dijo que las universidades no deberían proteger a los estudiantes de ideas ofensivas, mientras que el 64 por ciento de las mujeres dijeron que deberían hacerlo. Los hombres apoyan el desarrollo del conocimiento que explica la realidad, incluso si tal conocimiento amenaza las normas igualitarias, mientras que las mujeres están más dispuestas a suprimir tal erudición si plantea "amenazas morales potenciales", como dijo Quillette.
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