domingo, 25 de febrero de 2024

No procede que el banco indemnice a una compañía por la comunicación de morosidad al CIRBE y por la denegación de descuento de pagarés


Por Esther González

Es la Sentencia del Tribunal Supremo, Sala de lo Civil, núm. 143/2024, de 6 de febrero de 2024. 

La sociedad ELLM demandó a Bankia reclamándole una indemnización de daños y perjuicios ex. art. 1.101 del Código civil por dos conductas negligentes del banco: En primer lugar, ELLM alegaba que Bankia había provocado un descubierto en una cuenta de la compañía por una operación de compra de participaciones preferentes de Bankia sin su consentimiento (en este procedimiento ELLM también solicitaba la nulidad de esta operación). Según ELLM, tal descubierto había motivado una comunicación de morosidad al CIRBE que, a su vez, había ocasionado que Banesto le denegara la renovación de una línea de factoring

En segundo lugar, Bankia, no había procedido al descuento de un pagaré presentado por ELLM ni se lo había devuelto, lo que había ocasionado, según la compañía, que esta no pudiera atender las cuotas de dos préstamos hipotecarios que tenía concertados con Bankia, motivo por el cual Bankia declaró su vencimiento anticipado reclamándole la totalidad de la deuda. Todo ello había ocasionado, según ELLM, su insolvencia y había obligado a solicitar su concurso. ELLM reclamaba una indemnización por pérdida absoluta de su negocio de 2,5 millones de euros y por lucro cesante de 300 mil euros aproximadamente.

En primera instancia, se estimó la nulidad de la operación de adquisición de participaciones preferentes, por haberse hecho sin el consentimiento de la compañía, ordenando la restitución del importe pagado, pero se desestimó la acción de indemnización de daños y perjuicios. La AP de Valencia, por el contrario, sí estimó la pretensión de indemnización de ELLM, concluyendo que Bankia había actuado con negligencia y que ello había generado daños a la compañía (aunque redujo la indemnización con respecto a la solicitada porque consideró que dichas actuaciones no fueron la causa única y determinante de la situación de insolvencia).

Bankia recurrió en casación y el TS estimó su recurso.

En cuanto a la primera conducta, el TS considera que no hubo negligencia por parte de Bankia, ya que considera probado que el descubierto en la cuenta de la compañía ya existía con anterioridad a la compra de participaciones preferentes y Bankia no tenía obligación de cubrir esa deuda con el saldo que hubiera en otras cuentas de la compañía. Según el TS, no cabe imputar a Bankia ninguna conducta negligente al comunicar al CIRBE la morosidad de ELLM y Bankia no es responsable de que el CIRBE informara a otra entidad sobre esa mora y tampoco de que, una vez comunicado al CIRBE que se había superado la situación de mora de la compañía, el CIRBE tardara un tiempo en reflejarlo.

En cuanto a la segunda conducta, el TS concluye que Bankia sí actuó de forma negligente (pero no por no descontar el pagaré – ya que Bankia no estaba obligada a ello-, sino por retenerlo y no devolvérselo a ELLM, ya que así impidió que, a su vencimiento, la compañía pudiera presentarlo al cobro). No obstante, el hecho de que haya una conducta negligente no comporta automáticamente que deba estimarse la pretensión de indemnización de daños y perjuicios, ya que el TS considera que, en este caso, tal conducta no fue la que ocasionó el perjuicio patrimonial alegado por ELLM, ni las pérdidas del ejercicio, ni la insolvencia de la compañía. No habiendo, por tanto, relación de causalidad entre la conducta de Bankia y los daños de ELLM, no procede estimar la pretensión indemnizatoria.

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