viernes, 2 de noviembre de 2018

La eficiencia de los incentivos a la inversión (ayudas públicas): ¿juego de suma positiva o juego suma cero?

81i-ftcdmkl-_sl1300_-e1450100397905

The Divine Comedy. Our Mutual Friend

Actualmente, los Estados gastan más de un tercio de su presupuesto total de desarrollo económico en subsidios discrecionales para atraer empresas y crear empleos en sus territorios… La investigación sobre la competencia entre los Estados por atraer inversiones se centra tradicionalmente en el tipo del impuesto de sociedades, y la mayor parte del trabajo empírico no encuentra efecto alguno de los recortes del impuesto de sociedades en la ubicación y la actividad de las empresas….

A medida que los gobiernos estatales compiten para atraer a las grandes empresas y crear nuevos empleos en sus jurisdicciones, los incentivos discrecionales se han convertido en un pilar de la política de desarrollo económico local. Sólo en 2016, los estados (norteamericanos) prometieron 7.300 millones de dólares en incentivos fiscales y subsidios a sólo 36 empresas. Hay costos de oportunidad de gastar en incentivos sólo para unas pocas empresas grandes y, argumentando que esto crea una carrera hacia el fondo, algunos responsables políticos han propuesto una prohibición de la competencia de subsidios. Sin embargo, las subvenciones discrecionales pueden mejorar el bienestar si conducen a que las empresas se ubiquen donde su implantación tenga los mayores beneficios indirectos positivos (spillover effects). ¿Cuál de estos dos fuerzas domina es a priori desconocido. Determinar si la competencia en ayudas públicas mejora el bienestar social o un juego de suma cero, es un primer paso necesario para evaluar la eficacia de la política actual de desarrollo económico… El modelo capta las características más destacadas de la competencia en ayudas públicas y subsidios: los estados presentan múltiples ofertas a una sola empresa, y las empresas no necesariamente se ubican en el Estado que hace la oferta más alta porque también se preocupan por otras características estatales que afectan a sus ganancias, como el capital humano, los salarios y las leyes laborales…

Mis estimaciones sugieren que los Estados usan subsidios para recompensar a las empresas por sus externalidades positivas; los Estados con alto nivel de desempleo, los Estados que más se benefician de los aumentos en el valor de los inmuebles y los estados que experimentarán grandes efectos indirectos positivos, ofrecen los subsidios más elevados a las empresas.

… las subvenciones tienen un efecto sustancial en la decisión de ubicación de las empresas; casi el 68% de las empresas se ubicarían en otro Estado en ausencia de la ayuda pública. Eliminar el gasto en ayudas también reduciría el total de los posibles efectos indirectos creados por las grandes empresas en 27.000 puestos de trabajo, es decir, el 32%, lo que proporciona más pruebas de que la competencia por atraer inversiones puede aumentar el bienestar total. Sin embargo, la creación total de empleo indirecto en tal marco es sólo el 15% del total logrado por un planificador social que únicamente maximiza la creación de empleo.

Cailin Ryan Slattery, Bidding for Firms: Subsidy Competition in the U.S., 2018


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Podría arrojar un resultado negativo, si para ello hay que recaudar más tributos de los que la actividad productiva puede soportar?

Archivo del blog