sábado, 8 de diciembre de 2018

Una gran columna en Quillette

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@thefromthetree

La historia entera aquí

"La gente pierde los estribos. Se enfada. A veces grita. Es asunto de cada cual aprender a lidiar con esta realidad, como es asunto de todos evitar que los enfados verbales acaben en violencia física real"…

Necesitaba demostrarme a mí mismo que era un adulto, que podía hacer frente al hecho de que otras personas tuvieran y expresaran sus sentimientos, incluso en formas que no me gustaban y de las que, seguro, ellas mismas se arrepentirían más tarde"

"Los retos ordinarios de la vida se han convertido en traumas y las palabras son violencia. Todo bajo el lema de que lo que no te mata, te debilita, ¿Pueden las palabras causar daño? Por supuesto. Pero la diferencia entre las palabras y la violencia es que los adultos... en su sano juicio casi siempre pueden elegir cuánto daño pueden infligirle las palabras, mientras q el daño causado xel cinturón d mi padre -como todos los físicos- no aumentó o se redujo dependiendo d mi estado psicológico en el momento del impacto"

"Nuestras leyes reconocen que sólo los verdaderamente vulnerables -no aquellos que simplemente afirman que se sienten vulnerables- deben ser protegidos de ciertos tipos de palabras muy específicas. Las amenazas de muerte, la extorsión y los gritos de fuego en un teatro abarrotado son ilegales no porque esas palabras sean "violentas" por derecho propio, sino porque invitan o presagian directamente la violencia física real o la depredación financiera, sin ninguna posibilidad de intermediación psicológica efectiva"

Muchos se han convencido que son fuentes de dolor psíquico agudo que una persona que consideran repugnante ocupe la Casa Blanca, o que un edificio lleve el nombre de alguien cuyas ideas han caído en desgracia, o que alguien afirme la realidad científica del sexo biológico"

Sólo quienes tienen el privilegio de haber llevado una vida libre de violencia pueden afirmar seriamente tales cosas. Si alguien en su sano juicio se queda traumatizado por oír opiniones políticas con las que no está de acuerdo, o porque se describen con el pronombre equivocado es problema suyo. Si lo desagradable de la vida diaria causa reacciones traumáticas que no pueden ser aliviadas con cierta fortaleza de espíritu, entonces, estamos ante un grave problema de salud mental" (A mi, por ejemplo,) "estar en una cola con un hombre delante y otro detrás de mí me provocaba síntomas de ansiedad física durante horas" porque la simple visión de un cinturón masculino me hacía estremecer hasta el punto de evitar las secciones de ropa de hombre en las tiendas". "Educar a la gente a reaccionar a las palabras como si fueran armas es enseñarles a fetichizar su daño, ¿Cómo va a vivir una generación entrenada para generar cortisol con cualquier pretexto si cada broma de mal gusto es como si les arrancaran una pierna?" La autocompasión es una droga adictiva; y los que van a la Universidad buscando evitar el estrés, en lugar de lidiar con él, encontrarán camellos en cada aula. No podemos obligar a los estudiantes a luchar contra sus demonios. Pero no deberíamos fomentar la rendición inmediata"

Alexandra Berryhill Take It from Someone Who Has Suffered Real Physical Abuse: Words Aren’t Violence, Quillette, 2018 

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