miércoles, 26 de diciembre de 2018

Una temprana crítica a Kahneman y Tversky

radicalfaceg

En este artículo de Lopes de 1991 (vía Jason Collins, v., entradas relacionadas) se centra la crítica a los experimentos de Kahneman y Tversky señalando que sustituyeron los formularios de preguntas – paramétricos – que venían utilizando los psicólogos para sus experimentos de laboratorio por el planteamiento de problemas que los entrevistados tenían que resolver tales como operaciones matemáticas o determinar la probabilidad de que Linda fuera empleada de banca a partir de ciertas informaciones sobre su vida.

las personas estiman las probabilidades mediante un conjunto de atajos cognitivos denominados heurísticos... en términos generales... son trucos procedimentales rápidos y no demasiado borrosos que suelen dar soluciones aceptables a los problemas a un coste notablemente inferior al que requieren los métodos alternativos (algoritmos) que garantizan soluciones óptimas.... la heurística es un método que logra la eficiencia asumiendo el riesgo de fracasar

Pues bien, los problemas que planteaban Kahneman y Tversky en sus experimentos

se basan en la misma lógica experimental. En todos los casos la cuestión se plantea de manera que sólo hay dos resultados posibles. Uno, si el sujeto razona de acuerdo con la teoría de la probabilidad, y el otro, si el sujeto razona heurísticamente... (es lo que se conoce como) inferencia fuerte... porque garantiza que los datos apoyarán una u otra hipótesis... las implicaciones... son claras: los sujetos razonan heurísticamente y no de acuerdo con la teoría de la probabilidad.... pero la principal contribución de la investigación no es este resultado, ya que pocos habrían supuesto que la gente ingenua sabe mucho sobre combinaciones o variaciones de proporciones binomiales... (La principal contribución, o al menos la más publicitada es que esta aproximación).... fortalece nuestra comprensión (de la toma de decisiones por los individuos)… al revelar variables psicológicas críticas que no aparecen en el análisis normativo. Tan pronto como entendemos los problemas, reconocemos la cuestión que se está planteando y sabemos anticipadamente cuáles serán los resultados. No es necesario verlos.

Por tanto, continúa Lopes, si examinamos en términos de acierto, estos experimentos conducen a concluir que utilizar la teoría de probabilidades nos proporcionaría respuestas correctas mientras que utilizar procedimientos heurísticos permite predecir que se producirán errores. Y aquí viene lo criticable: deja de ser científico pasar de la conclusión “los humanos razonan heurísticamente” a “los humanos razonan mal”

El peso de las respuestas erróneas tiende a deformar la conclusión básica, alejándola de una descripción evaluativamente neutra del proceso de toma de decisiones y orientándola hacia algo más parecido a <<<la gente usa la heurística para juzgar las probabilidades y se equivocan>> o incluso <<<la gente comete errores cuando juzga las probabilidades porque usan la heurística>>>.

Lopes sostiene que las preguntas formuladas en este tipo de experimentos son sistemáticamente engañosas. Piénsese en uno de los experimentos de Kahneman y Tversky más conocido y que consiste en preguntarle a la gente por la letra R ¿Es más probable que R aparezca en la primera posición de una palabra o en la tercera posición de una palabra?


Por ejemplo, considere el problema de la letra R. ¿Por qué se eligió la letra R para hacer el experimento y no, digamos, la letra B? ¿Fue simplemente una elección arbitraria del conjunto de consonantes, cualquiera de las cuales podría haber sido utilizada en el experimento?

La respuesta es no.

De las 20 consonantes posibles, 12 son más comunes en la primera posición y 8 son más comunes en la tercera. Todas las consonantes estudiadas por Kahneman y Tversky las tomaron del grupo de las que son más frecuentes en la tercera posición, aun cuando hay más consonantes en el grupo de primera posición.... En otras palabras, cuando un sujeto dice que R ocurre más frecuentemente en la primera posición, sabemos que él o ella debe estar basando su juicio en la disponibilidad (availability), ya que la información de frecuencia real le llevaría a dar la respuesta opuesta. Si hubiéramos usado B, en cambio, y si el sujeto también hubiera juzgado que aparece más a menudo en la primera posición, no podríamos decir si el juicio refleja disponibilidad (availability) o conocimiento real, ya que en realidad, es más probable que B aparezca en la primera posición de una palabra que en la tercera... la lógica experimental limita la interpretación de los datos.

En definitiva, esos experimentos permiten concluir con seguridad que

la gente utiliza la heurística en lugar de la teoría de la probabilidad, pero no podemos concluir que sus juicios son generalmente erróneos. Sin embargo, es esta última e injustificada conclusión la que más a menudo se transmite en esta literatura, especialmente en entornos ajenos a la psicología.

Según Lopes, esto ocurre, en alguna medida, por culpa de los propios Kahneman y Tversky que así lo sugieren en la presentación de sus resultados que hicieron en el artículo publicado en Science en 1974 ya que empiezan hablando de que la gente utiliza la heurística para resolver problemas en lugar de pensar estadísticamente para, según avanza el trabajo, concentrarse en que los individuos piensan “mal” en el sentido de que el razonamiento humano está sistemáticamente sesgado. Lopes lo explica con el caso de Jack el ingeniero o abogado  (es semejante al de Linda la cajera). En el caso de Jack, donde se nos pregunta si es más probable que sea ingeniero o abogado a partir de cierta información sobre las aficiones de Jack siendo las tasas base proporcionadas que hay una relación 30/70 % entre ingenieros y abogados, esto es, hay más abogados que ingenieros

por ejemplo, se nos da una historia de portada sobre 100 descripciones tomadas de personas reales, de las que se ha sacado al azar la de Jack. Tversky y Kahneman suponen que debemos establecer nuestras probabilidades previas iguales a las tasas base proporcionadas, aunque no hay nada en el teorema de Bayes que requiera que lo hagamos. Sólo si creemos en la historia, nuestras probabilidades previas deben ser iguales a las tasas de base. ... Como Gigerenzer.... ha.... mostrado, cuando la descripción de Jack está integrada en las descripciones en miniatura de abogados e ingenieros reales y luego se selecciona a través de un proceso que está manipulado para que parezca aleatorio, las tasas base afectan a los juicios de la gente, tal y como el teorema de Bayes dice que deberían hacerlo.

Lola L. Lopes, The Rhetoric of Irrationality, Theory Psychology 1991


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